martes, 6 de julio de 2010

Esloúltimo

Tu hermana ha estado en un sitio que ha pagado cinco euros por inscribirse y luego puedes llevarte cuantas cosas quieras. Así me descubrió mi madre "Esloúltimo". No tardó en ir mi hermano y mi otra hermana, alentados por el perfil rastreador de chollos de mi madre. Por fin una tienda que atan los perros con longanizas y en el centro de Barcelona. Increíble, ya lo creo.

Estamos esperando la llamada de unos amigos para comer en la zona a caballo de la Plaza de la Universidad y la Plaza de Catalunya, y como no llaman me siento abducido por la cola de este local, otrora era una de las casas de maquetas en las que mi yo chiquillo se había pasado horas con la nariz enganchada al escaparate contemplando las carabelas de Colón, o la fragata de Lord Nelson. La gente espera en la cola, mientras que las pantallas de internet están vacías, así que voy y me inscribo el primero. Meeeec, error. la inscripción en la web no sirve como la inscripción en la tienda. Vuelves a la casilla de salida. El premio por hacer la cola es el paraíso del consumismo, así que seremos pacientes con mis cinco euros en la boca.

¿Ya sabes cómo va ésto? -Sí, claro, os doy cinco euros y os atraco... -No, no... Nos das cinco euros por hacer cola al entrar, luego un euro por producto que cojas cuando te obliguemos a volver a hacer cola, a la salida. Puedes coger hasta un máximo de cinco productos, y solo puedes venir una vez al mes. ¿Quieres entrar? -Síiiiiii, claro. -Cinco euros, por favor. Y coge una de esas bolsas chulas que ponen "tonto de remate" con purpurina.

Ahí van mis cinco euros, y ahí voy yo tan contento y emocionado a un paraíso de chollos inimaginables. El balance del primer asalto, 2 paquetes de chicles, una tableta de chocolate, un pote de crema de chocolate, unas salchichas de atún y un concentrado de té. Nuevamente cola, y pago de cinco euros. Me regalan unas galletitas de soja para compensarme de tanta molestia. Gracias.

En la caja me dan un tíquet en el que se indica el valor de la compra si la hubiese realizado en el súper, la mayor diferencia está en los chicles y en total no llega a los cinco euros que he pagado por entrar. Me temo que la mayor parte de combinaciones de compra están por ahí. Tienen a la venta, por ejemplo, algo parecido a muestras gratuitas, de las que indican "prohibida su venta" por el fabricante, por ejemplo pastillas para lavavajillas que una semana antes el cartero había puesto en mi buzón. También tienen cosas inútiles o eso me parece a mi, como bebidas energéticas, a base de taurinina en sobres, es verlas y ya me da dolor de cabeza. Pero lo peor acaba de empezar.

Ya ha pasado un mes, estoy en la parada del autobús que está en la puerta de la tienda, tardará unos 12 minutos en llegar, tiempo suficiente para ir a buscar mi segundo chollo. Milagro, no hay cola, el local está casi vacío, pero debo seguir esperando turno. Cuando me atienden, ohhhh como lo sienten, debería haber pedido, además, hora con antelación... -Verá, -explico yo- es que esto es una compra impulsiva, y da la coincidencia de que estoy aquí. De entrada Vds. no venden nada que me interese, solo entro a chafardear y, tal vez, regalarles cinco euros más. -Pues como lo sienten, sin cita previa no se accede al paraíso. Se me fastidió el diferencial de euros y la cara de tonto es suprema... Eso sí, a todo el mundo le cuento que es un súper chollo, no voy a ser yo menos que mis hermanos.

Estoy en una conferencia de Fernando Trias de Bes, coautor de "la buena suerte" y autor entre otros de "El hombre que cambió su casa por un tulipán" y ese es el título de mi conferencia. Explica Fernando que uno de los orígenes de las burbujas económicas que provocan las crisis es el "stock de tontos". Mientras haya tontos en cantidad suficiente, se sigue especulando y a la caza del chollo, nadie pierde en bolsa y hasta el más tonto se ha comprado un apartamento en la costa sobre planos y lo ha vendido una vez construido por un 25% más de su valor sobre planos, al mismo constructor, ohhhhh, y todo ello solo desembolsando una paga y señal de 50.000 euros. Y cuanta más gente siga creyendo en los chollos y en los papanatas más que en el trabajo y el ahorro, más fácil se entra en crisis y más tarde se sale.

Esloúltimo dirá lo que quiera, pero es un negocio montado al calor del stock de tontos y crédulos como yo que realmente creen que se trata de acceder a un estudio de mercado. Les importa un carajo, se trata de colar muestras gratuitas, u obtenidas gratis de los fabricantes, como mercancía. Personalmente no volveré a comprar en Esuntimo, -Que "lapsus mentis" más tonto, en forma de opinión- Además no pienso comprar ninguna marca que se distribuya allí y que identifique luego en un supermercado. Ya me han tomado el pelo suficiente, gracias. Esloultimo, http://www.esloultimo.com, Ronda Universidad, 9. teléfono, 807502003. Lo último es que acabo de entrar en el web y... pone que las muestras son gratuitas, menuda gratuidad... si pasáis cerca, procurad evitarlos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Jo jo jo
Muy bueno este blog!
No quiero decirte que ya te lo dije, uis, si ya lo he dicho. Lo dicho ;-)