
Recibo una foto en la Blackberry, es una foto de Maribel, la esposa de David, con su bella sonrisa. La foto no está centrada en Maribel sino en el tipo que está sentado en la mesa de detrás, Director Comercial de una empresa que explota infraestructuras WiFi... El texto que acompaña a la foto es ¿Conoces a este infeliz? Por lo que raja parece que él si te conoce. Mira que lo tengo dicho, si estás negociando una propuesta a otra compañía y te crees muy listo y pretendes engañar, es mejor no ir a un restaurante de menú en el distrito comercial de la ciudad a exponer tu estrategia. Genio, que son unos genios. Años más tarde David y yo pasamos a trabajar en la misma empresa y él fue mi jefe, cosas que tiene el devenir, ahora es mi amigo y creo que seguidor de este blog. El Director Comercial vio desestimada su propuesta en mi empresa; y de forma inexplicable para él, sus llamadas ya no pasaron filtros ni en mi área ni en Marketing
La primera vez que me usaron de "bicho" fue en un poblado en el delta del río Saloum, en Senegal. Pasaba una mujer hermosa, ataviada al modo africano, con vivos colores y grandes pendientes labrados en oro. Su cuerpo estaba perfectamente proporcionado, una Naomi Campbell, que en África las hay a docenas, o más hermosas. Entonces Pepe me grito "ponte de bicho y sonríe" y yo pensé ¿Pero qué dice este ahora, un bicho, dónde? -Siéntate y posa, me ordenó Pepe. Yo pensé, le está afectando el calor, pero me senté en una piedra y sonreí, pero me di cuenta que cogía el mayor zoom y que su punto de foco pasaba por encima de mi hombro. La foto no era para mi, solo pretendía fotografiar a la mujer sin despertar la atención, si alguien se fijaba o decía algo, estaba fotografiando a su amigo, bueno, al bicho...
Hoy al llegar al Lombardo lo primero ha sido el despiste, ya que no pone Lombardo por ninguna parte, ahora se llama Taller de tapas. Además no tenían mi reserva, sorprendente. Juro que llamé para reservar, primero me atendió una mujer con un acento de "ponent", bien de Coimbra, o de Sao Paulo, en cualquier caso de "ponent". -¿Lombardo? -Sim, um momemto,.. -Quería hacer una reserva... -Ahora se pone un chico, parece hablar un idioma constitucional, ¿Lombardo? Sí, ahora se pone. -No. no, solo quiero hacer una reserva para comer (Ignoraba que el dueño se llamase José Lombardo, y su socio Kate Preston) -Sí, ¿Para Cuándo? -Para mañana a las tres. -¿De la mañana o de la tarde? -Pues esa pregunta merece ser respuesta por alguien con más estudios que yo, en cualquier caso, a comer.
Efectivamente, la persona solo simulaba hablar un idioma constitucional, ni siquiera me toma el número de teléfono, y por supuesto hoy no tenía reserva a mi nombre. Menos mal que he reconocido la barra de mármol y los techos altos, de las veces que me llevaba David cruzando media ciudad para comer el menú en un sitio céntrico, agradable en cuanto a la decoración y de cocina de "sota, caballo y rey", es decir, ensaladas, carnes plancha, algún pescado poco noble, y tapeo más o menos indigno.
Hoy me ha decepcionado, a parte del follón de la reserva, del cambio de nombre del local, y de la imposibilidad de entenderse por teléfono con ellos, ahora creo que están demasiado centrados en el turismo. Ya no es posible, o cada vez es más difícil comer por el centro una comida de menú decente, los empresarios tienen puesto su objetivo en el turista que no volverá y no repetirá, y que por lo tanto da lo mismo si queda demasiado descontento o no, aunque hay excepciones como veremos en mi próximo post. Por cierto, en un restaurante en el que trabajan más de quince personas ¿Sería mucho pedir que al menos uno hable un idioma constitucional o estatutario, o al menos inglés, francés o italiano para que le pueda hacer la reserva? Y que pongan al que habla algo inteligible al teléfono, claro. Me hace gracia, he leído una crítica en Google de un anglo parlante que se queja que las cartas están en inglés pero que luego los camareros no hablan ese idioma... bueno, tampoco hablan catalán y en algunos casos tampoco castellano. Lombardo - Taller de tapas. Rambla Catalunya, 49-51, 93 487 4842. http://www.lombardorestaurant.com http://www.tallerdetapas.com
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