miércoles, 23 de diciembre de 2009

Citrus

Esa máquina de hacer dinero, que debe ser Angrup. Son ya varias las menciones en el myownprivatebarcellone, "La Botiga", "Attic", "Mussol". Hoy, gracias a la invitación de Gustavo le toca el turno a "Citrus". Uno de los trazos en común que tienen los restaurantes de este grupo es que son amplios, bien aprovechados y situados estrategicamente por toda la ciudad, P. de Gracia, Ramblas, Rambla de Catalunya, Casp, Aragó, Av. Josep Tarradellas, o aledaños de la Av. Diagonal (2, una Botiga y un Mussol, da gusto poder elegir). Deben de pagar de inmuebles lo que no está escrito. Gastronómicamente son correctos, pero no tienen amor por el producto ni por la presentación. Esto no quiere decir que sea malo, o que cualquier cosa vale, quiere decir que no tiene personalidad y que falta "alma". Otra cosa curiosa que me ha parecido hoy, en comparación con anteriores comidas o cenas, es que no estaba tan lleno. Sin estar vacío, me parece raro conseguir mesa. Va a ser verdad lo de la crisis. Citrus ha sido marco para múltiples celebraciones, incluso familiares, y es que a mi hermana le gusta y es asequible, además si estás enseñando la ciudad a un extranjero y quieres llevarle a un restaurante "con vistas" este primer piso del Paseo de Gracia permite observar el bullicio de la aorta barcelonesa para después seguir haciendo turismo. Como al restaurante le falta el encanto de lo artesano, debes procurar venir con el encanto puesto de casa, y no esperar más que alimentarte con comida de mercado cocinada con más o menos gracia y servida, por lo general, con diligencia pero como dirían en el sur, "sin duende". Gustavo me ha comentado que se casa su hermana, pero que esta información es secreta. Procuraré no decírselo. Antes tenía la costumbre, cuando comía con alguien, indicarle que tengo la costumbre de publicar este blog sobre restaurantes y las personas que me llevan a ellos, ahora he cambiado de táctica. Solo me dejo llevar. Gustavo denuncia un cierto cansancio moral en su trabajo y conversa conmigo a propósito de como está el patio pues su empresa, que fue mía, cada día se parece más a un campo de minas. Hemos comido de picoteo, alcachofas laminadas, para mi plato imprescindible en temporada... nada crujientes, más tirando a buñuelos que a chips, croquetas de bacalao, jamón, y un par de tapas más, sin postre, sin botella de vino, con café, unos 60 euros. Uhm, quizá no sea tan barato, solo lo aparenta. En resumen, restaurante ideal si eres guiri, pero si eres local, aprobado justillo, en cualquier caso, no aporta nada, solo calorías. Citrus, Passeig Gràcia, 44, con Consell de Cent, 93 487 23 45. http://www.angrup.com

lunes, 21 de diciembre de 2009

El Rebost de Maria

Lo primero que me sorprende es el nombre, "El rebost de Maria", cuando lo normal sería que se llamase "El rebost de la Maria". En catalán el nombre siempre se antepone de artículo, cuando es propio. Pero María lo que domina es la gramática de los ambientes. Ha recreado una atmósfera cálida, acogedora. Un cierto aire de la campiña inglesa, con lozas decoradas a mano con motivos florales y cuadros del ensanche barcelonés. La propia ubicación del restaurante, en el semisotáno de una finca de estilo modernista muy pronunciado, con una escalera de madera, y vidrieras en el acceso principal ya es una introducción a un mundo de sensaciones, no solo en el paladar sino en la experiencia sensorial que debe acompañar a una buena comida, y que en todos los restaurantes te cobran pero pocos te la ofrecen de una forma tan nítida como en "el rebost". Copa de cava a la entrada, lo que resulta más entrañable es María, cuando hacia el final de la comida pasa por la mesa preguntarte cómo estás y si todo ha sido de tu agrado. Una mujer que le gusta su oficio y que más que dar de comer parece consciente que no solo una buena cocina distingue al restaurante. La primera vez que fui al Rebost, hará unos cinco o tal vez seis años, fue con Carles y Neus, buena gente. Yo les devolví el favor llevándoles donde Lucio. La penúltima, con David P. que llevaba poco tiempo trabajando cerca y había tomado "el Rebost" como su restaurante de cabecera. No hay última, por que es un lugar dónde siempre se quiere volver, pero la anterior tomamos alcachofas laminadas, que podrían estar más crujientes y menos grasientas, unos huevos estrellados, con unas patatas mejorables, y un bacalao con muselina de ajos tiernos impresionante, en su punto de sal, en su punto de cocción, delicioso. "El rebost de Maria", www.rebostdemaria.com, Gran Vía de les Corts Catalanes, 439, 934232199. De precio, carillo, sobre los 50€.

Starbucks coffe

Miqui dice "No se te ocurra hacer un post del Starcbucks" y yo me pregunto por qué no lo iba a hacer. Del Rebost de María ya haré otro, pero me ha hecho gracia volver al Starbucks, en el que he entrado docenas de veces cuando visitaba a diario las conselleries de la Via Laietana, especialmente Administracions Públiques, cerca de Jaume I. Saliendo del Rebost hemos dado un paseo por la fería de Santo Tomás, en la Gran Vía, "Fira de Reus" advierten los carteles. Bueno, este chiste tiene gracia en Tarragona. En La Canonja se pueden desternillar, en pleno proceso de segregación de Tarragona. Por eso en la Rambla Nova solo celebran Fira de Nadal, no vaya a ser que algún gracioso acabe poniendo Reus de verdad por Reis, en los carteles... Para los de Barcelona, digamos que los de Reus y los de Tarragona no se llevan del todo bien entre ellos, están ligeramente picados, y por eso cuando uno de Reus está con uno de Tarragona no pierde comba. Después hemos bajado por la Via de Laietana hasta el Rococó, al lado del mercado de Santa Catalina. Pero estaba cerrado, así que hemos ido a Starbucks, un local cutre en comparación a lo que se supone que tenían que ser las franquicias, con sofás, wifi, revistas... esta franquicia, al menos, no tiene el glamour de otros locales como el de Pozuelo o el de Diagonal, o el de Glasgow que tienen solo sofás o mobiliario de teka en la terraza. ¿El nombre para el pedido? -Evaristo. La ventaja de que las camareras sean sudamericanas facilita que les parezca un nombre corriente, además éstas eran simpáticas y agradables, que todo se tiene que decir. El pedido eran dos chocolates, uno con caramelo. ¿Evaristo? -Sí, ¿Cuál de los dos chocolates lleva el whisky? -No señor, whisky no llevan, exclama con sorpresa la camarera, un poco sorprendida. -Bueno, pues venga, ¿En cuál has puesto caramelo? Y otro derroche de simpatía de la camarera, acostumbrada a que la monten pollos, por lo que se vé. Seguimos la visita por el mercado de Santa Llúcia -en la foto, un puesto de la Fira- para bajar hasta el puerto y rumbo al Jabalí de Ronda, para recoger los encargos navideños. Por la noche, cena en el Lagar, reunión navideña con amigos como colofón de un día navideño. El chocolate del Starbucks, tipo batido, horrible, y me sentó mal, el café no es mejor. www.starbucks.es

sábado, 19 de diciembre de 2009

Ciudad Condal

Mil veces he pasado por la puerta del Ciudad Condal, pero nunca me había detenido a comer un bocadillo, sin embargo, del verano hasta estas fechas comienzo a frecuentar este local que gastronómicamente aporta muy poco, ya que es un hermano gemelo, perfectamente copiado de "la Flauta" o "Vinitus", cartas idénticas, idéntico servicio, producto de temporada, con calidad, a unos precios moderados. Maikel dice, "esto es mi Burguer King", y entiendo lo que quiere decir, fast food, pero con la calidad que requiere su paladar. Sería injusto decir que Maikel está como siempre, por que está mucho más feliz, la llegada de su segundo hijo, la parejita, le tiene emocionado. Olga compartia mesa con nosotros y también está contenta, lo ha pasado tan mal en el trabajo que cualquier futuro se vislumbra dulce, aún si el futuro laboral es conmigo. Hasta la puerta del Ciudad Condal me llevan Marta y David, favor me hicieron por que iba tarde, como de costumbre. Un par de veces más he estado con Luqui y su dueño, en la foto Luqui, después de pasar por el "triangle" para comprar algún ejemplar de la saga XX Century Boys, el cómic manga de moda. A mi siempre me dieron respeto los perros, incluso el de mi hermano, una mezcla de mastín del pirineo y dogo, enorme pero totalmente manso y que cuando llego a su casa me sigue por todo el jardín como si fuera mi sombra, de Dark (el perro de mi hermano) solo me molesta esa manía de meter su cabeza entre mis piernas cuando estoy subiendo o bajando las escaleras del jardín. Luqui, el segundo perro con el que he tenido trato es la bomba y he descubierto porqué los amos tienen tanto cariño a sus mascotas, a pesar de los inconvenientes. Obedece fielmente hasta la última instrucción que le doy y salta de alegría cada vez que me encuentra en la calle. Estoy seguro que muchos amigos harían algún comentario curioso al ver como hablamos en castellano en familia, pero en cambio, con el perro le damos instrucciones en catalán, la explicación de los dueños carece de toda malicia, "somos bilingües", mira, como yo, pero el perro lo ha entrenado el padre que habla más catalán que castellano (él dice que habla valenciano, pero como dice la Sra. Nata, son paregudets) Así llego, retrocediendo en el tiempo hasta el verano, cuando quedé con Susanna a tomar un pincho en el Ciudad Condal. Es la última vez que hemos quedado a tomar algo y eso que me pidió que organizase una comida el mes pasado, pero Susanna és que vaig de bòlid, pero como te comenté publico este post con tu foto, es que estás guapísima, pero demasiado delgada. Ciudad Condal está en la esquina de Rambla de Catalunya, 18, con Gran Vía. 933181997.

jueves, 17 de diciembre de 2009

Restaurant "la Boella"

Me críe mirando la televisión, como tantos niños de mi generación. Pero no veíamos anime japonés. Nosotros teníamos “la casita del reloj de cuco” y a una señora llamada Gloria Fuertes, que no sabía decir “buenos días” sin añadir “tío Matías”. Para acabar de adobar la situación, también veía en aquella tele en blanco y negro “estudio 1”, dónde un elenco de actores encabezado por el memorable José Bódalo ponían voz y cuerpo a clásicos del siglo de oro, y obras de Wilde, Ibsen y tantos otros. Viendo a los clásicos y con el antecedente de Gloria Fuertes hubo un momento en mi vida que pensaba que la gente normal hablaba con métrica endecasílaba. En mi casa éramos vulgares pues hablábamos en prosa. Supongo que así, poco a poco, mi castellano se fue tornando barroco. Hago esta reflexión al hilo de un comentario del bueno de Miqui, estábamos comiendo en La Boella, lugar precioso, con su punto de rural, su punto de lujo, su punto de sofisticación. El objetivo de la comida era comprar productos agrícolas manufacturados en la finca homónima, especialmente el aceite del chorro, sin filtrar, que solo se comercializa en esta época del año y como la tienda estaba cerrada, nos quedamos a comer. Pues bien, estábamos comiendo y por la ventana vi un cenador frente a una fuente que me transmitió paz, con una mesa para 8 personas en el centro decorada con candelabros. El diálogo fue, más o menos, así : “Mira ese cenador, en una noche de verano allí se debe estar de lujo”. La respuesta de Miqui fue curiosa… “Tú no hablas bien inglés, ni ningún otro idioma” “¿Eing? ¿Por qué piensas eso?” “Porque si ves eso y lo asocias a la palabra cenador, ¿Cómo diablos se debe decir cenador en inglés?” Ciertamente, sería más adecuado llamarlo galería, incluso marquesina, o glorieta, tal vez pérgola, aunque yo la pérgola la veo de madera pintada de blanco y con buganvillas trepando… y este cenador era de planta hexagonal, en piedra de San Vicente tallada y con triple tejado de teja árabe con vigas vistas de madera y canalones de fundición, anexado a un porche y abierto en tres de sus lados a una rosaleda, ahora decorada con macetones con flores de invierno. El comentario es gracioso, ya que efectivamente, no sé si tengo un castellano florido, pero hablo inglés con un dialecto entre el de Tarzán y el de la mona Chita, y efectivamente, me cuesta mucho resumir, simplificar, esquematizar. Sigo hablando con métrica endecasílaba y traduciendo al castellano, cuando puedo. Soy consciente que no hablo bien, pero es lo que hay, la culpa la tienen los programadores de la tele. La Boella, el aceite de garrafa a 23 euros los 5 litros, teniendo en cuenta que es el mejor y más premiado aceite del Estado, no está mal de precio, además son pioneros en el cultivo intensivo de aceitunas, empaltando los olivos de manera que las olivas se cosechan de forma mecanizada pero mimada como las uvas. La almazara se encuentra dentro de la finca, por lo que del árbol a ser aceite solo pasan unos momentos. Interesante la variedad arbosana (la aceituna de L’arboç) y la Koroneiki, oriunda de Grecia, un poco picante. El aceite normal es de monovarietal arbequina. El vino de la finca, “vi de guarda” se deja beber. Dentro de la sofisticación del ambiente y el trato exquisito al cliente, la recepción en los salones de la casa, con toda la cortesía ya me hacía sospechar que la espera a que abriese la tienda resultaría cara, pero cuando nos hicieron las descubiertas de los platos ya no tuve ninguna duda, es el tipo de restaurante bonito de ver, y dónde se come ideal si no te preocupa la factura, pero si va a comer una familia de 9 miembros como la mía tendría que pedir una segunda hipoteca para hacer frente a la factura. Al menos pagas calidad y te dan acceso por unas horas a un lujo inadecuado, quizá, para mi camisa “Quechua”. HOTEL MAS LA BOELLA Autovia Tarragona-Reus (T-11), Km. 12 - 43110 La Canonja (Tarragona) Tel. 977 77 15 15 www.laboella.com PS. Por unos días, mi Barcelona privada ha ensanchado su geografía hasta Cambrils.

domingo, 13 de diciembre de 2009

Xarcuteria Tutusaus

Esteban dice: "Hola Toni, Encantado de "verte". Ya he chafardeado algún día tu Blog. Hasta pronto." Pues este correo, y otros más, me llevaron hasta Tutusaus. Si el Jabalí, en lugar de Sant Antoni, estuviese en el Turó Park, sería algo así... Una gran charcuteria, con amor por el oficio y una gran selección de materias primas, especialmente a la venta destacan los quesos, embutidos y foies. Aunque con menor variedad, los vinos y conservas prometen calidad. Supongo que le pasa como a tantos otros locales de la ciudad donde vendían embutidos seleccionados que con el tiempo incorporaron alguna mesa para hacer degustaciones y hoy uno no cruzaría Barcelona para comprar jamón Lazo, pero la cruz gustoso para comer con Esteban. Algunos años atrás fue un buen colega de trabajo, y eso siempre se recuerda... por lo que sin duda, lo mas agradable del Tutusaus fue el reencuentro, aunque los platillos del día o de la breve carta, como la escalibada templada con jamón Lazo no estaba nada mal, por ejemplo. Lo más divertido, el carácter de Esteban, expresivo y exagerado, no podría disimular nada, así que lo primero que advirtió a la camarera es que todo cuanto hiciese se iba a publicar en un famoso blog sobre restaurantes de Barcelona, la camarera sin cortarse un pelo afirma "Pues menos mal que no me ha visto descorchar el vino" Todo lo visto fue exquisito, agradable y simpático, empezando por la compañía, espero que la próxima comida no se demore 7 años. Francesc Pérez Cabrero, 5,Barcelona www.tutusaus.com Tel. 93 209 83 73.

sábado, 12 de diciembre de 2009

Casa Alfonso

Acabamos de salir del Workcenter, una impresión digital cara pero ha pasado los controles de calidad del experto. Ya tengo felicitaciones de Navidad y me he sumergido en escribir sobres y tarjetones. Entre imprimir y escribir había que hacer un alto para cenar, y ahí, al lado del Workcenter de Urquinaona, esquina con Llúria está la Casa Alfonso. Casa Alfonso, traspasar su puerta es sumergirse en un ambiente intemporal, los relojes se detienen y la atmósfera se contiene. Debe hacer unos 4 años que no iba a Casa Alfonso, antes solía desayunarme un par de veces al mes, unos bocadillo en tamaño justo, un pan excelente y unos rellenos con productos de calidad. Nada ha cambiado, afortunadamente. A la entrada hay una barra, un mostrador de charcutería y algunas mesas, en la sala de la rebotica, antes de la cocina, debe haber unas 10 mesas, tal vez 12, dispuestas de una forma curiosa, en dos filas pero como si la separación entre las dos hileras fuese una rambla indoor. En las paredes se amontonan pinturas en venta, todas son de corte muy académico, algunas marinas, desnudos... no me fijé en los precios, sí me fijé en que siendo martes, por la noche, y con la crisis que afecta al consumo, el camarero nos barró el paso... Todo reservado. Pero si solo nos comemos un bocata y algunas raciones, con la promesa de levantarnos antes de las 21 horas nos sirven. También estuve atento a las mesas de al lado. A mi derecha una familia burguesa que saluda educadamente y me pide permiso para poner sus abrigos junto al mío, en la silla. Papá, mamá, la niña de unos 25 años, y el novio de la niña, raciones y un bocadillo, de chistorra con queso, como el bocata de Miqui. Yo bocata de escabeche de atún, y raciones de bravas y mojama, para beber cocacolas, pero lo que era paranormal era la mesa de la izquierda. Dos venerables ancianas, de más de ochenta años. Repeinadas, con moño, pendientes y otros ornamentos en perlas y ropa elegante. Toman café y tienen unos vasitos pequeños, de unos 100cc, alargados, con tres colores. Toman el contenido con cucharilla. ¿Qué demonios deben estar tomando? Afortunadamente para mis oídos, ellas tampoco lo saben y el camarero les aclara: Whisqui quemado con azúcar moreno, enfriado, otra capa de café recién hecho y un sombrero de nata. Yo así, no me importaría llegar a los 80 y muchos. La última pregunta que me acude a la cabeza, mientras espero en la parada de autobús de Urquinaona, es qué público puede acudir al Pans and Company de Urquinaona, cuando a tan pocos metros está Casa Alfonso, que tal vez cuesta algo más dinero, pero es mucho más barato (Relación Calidad Precio). Me he encontrado con Marta, y hemos quedado a comer con su marido en breve, ¿Dónde? Sí, en Casa Alfonso, Roger de Llúria, 6, www.casaalfonso.com, 933019783.

martes, 24 de noviembre de 2009

Eurostars Tower (Madrid)

Estoy en Madrid, en el piso 20 de una torre de 30 pisos... En la recepción he pedido un piso alto, por que con la tarifa de mi reserva, posíblemente solo tenga derecho a semi-sótano. Y ya sería estar gafado. Mientras el recepcionista se afanaba para localizar una habitación alta, un compañero le ha dicho "Es que se quiere tirar". Chiste malo, con lo que me gusta a mi este mundo, siempre me gustó, pero ahora mucho más. Mis compañeros se han ido a reventar la capital, pero como yo ya estoy reventado he pedido lo que pasará a ser el peor "Room Service" de mi vida (y caro) en un hotel de 5 estrellas de la cadena Eurostars. Caro, la carne fría, servido sin gracia. Olvidable. Pero siempre hay una luz al final del túnel, he abierto internet y la señora Lila estaba "on" con la leyenda "procrastinating" Y como yo soy muy lelo, me he afanado en averiguar que significa eso de "To procrastinate". Siguiendo las reglas de Lewis Carroll para la creación de "palabras maletín" me permito sugerir, propagar y proponer el término "artilatar" para el concepto inglés "to procrastinate", Así que Lila, te pido, por favor, que añadas en tu "twitter", junto a "procrastinating", Artilatando... de arte y dilatar. Tendría que estar contestando los correos del trabajo, realizando las pruebas de la Universidad, redactando informes. Pero no, estoy escribiendo este post que es la estrategia más sencilla de ocuparme en no hacer todo lo que debería estar haciendo. El arte de dilatar los tiempos en los que se efectúan los trabajos, por parte de personas aparentemente muy atareadas que no hacen aquello que deberían, sino lo que les parece mejor para eludir las actividades que objetivamente deberían estar haciendo. Me ha encantado, el concepto Por que "procrastinators" (artilatadores)conozco a montones. Para saber más: Ver: http://www.structuredprocrastination.com/ Hoy también comí en el Volvoreta, también el Eurostars de Madrid, esta pequeña embajada que he abierto de mi querida Barcelona Privada. Ambas comidas olvidables y caras, aunque el hotel es acogedor, elegante, sofisticado, quizá demasiado. Eurostars Madrid Tower, www.eurostarsmadridtower.com, Paseo de la Castellana, 261, Madrid, teléfono: 91 334 27 00: habitaciones ideales, si estás cenado y comido. No quedó dinero para pagar al chef, se siente.

martes, 17 de noviembre de 2009

Bacus

Hoy he comido en Bacus, con Rosa y Javier fuimos un tiempo los tres mosqueteros, que como todo el mundo sabe en realidad eran 4. Si tengo que hablar de Bacus, tengo que hablar de Montse, un día antes de partir hacia Senegal me invitó a comer en Bacus y me dió un regalo que me hizo feliz. Una gorra de visera, de color gris, de Disney, con el tigre de los dibujos animados y una T. La recuerdo con cariño, a Montse. Tengo pendiente comer con ella, y lo sabe pero como viene Navidad me da largas. Están Rosa y Javier montando una pequeña comida prenavideña con unos pocos excompañeros de trabajo, van 91 apuntados. ¿Que si me animó a ir? Ni loco. No iba cuando me lo pagaban y era casi mandatorio, voy a ir ahora. Pero reconozco que hay gente a la que me encantaría saludar. Dolors ha preguntado ¿Cuantos van apuntados? Y yo me he apresurado a contestar "Contigo, 91... será mejor que acudáis todos o va a sobrar comida para hacer croquetas hasta el fin de los días" Esteve y Felipe han respondido en privado. Ya estoy cerrando agenda con Esteve para comer. Con Felipe no hace falta, ya quedamos hace tiempo para cenar en Navidad, y espero y deseo que nos veamos antes. Lo de hacer croquetas y hamburguesas me lleva a los comentarios de mesa de que hacía mi padre. Siendo niño me preguntaban que quería para comer, mi respuesta era la de un niño, albóndigas, hamburguesa, macarrones, croquetas... Y mi padre decía "Para el niño un bistec". Cuando se había ido el camarero me comentaba "Hijo, en casa somos católicos, pero no creemos en la resurrección de la carne". Años tardé en desentrañar el misterio de esas palabras. Estando de viaje por Austria estuve 4 días comiendo el mismo filete en sus diversas formas o vidas... plancha, empanado, guisado,... No tengo las pruebas y no puedo acusar al albergue, pero estoy convencido de que me sirvieron siempre el mismo bistec, el mismo trozo de carne con guisantes o patatas con mantequilla de guarnición. Estaba tan duro que antes me hubiera comido el cuchillo que la carne, y cual mito del eterno retorno, al día siguiente volvía a mi plato a la hora de comer. Me lo traje de recuerdo y hoy en día lo uso de pisapapeles. No es Bacus un restaurante donde pueda ocurrir algo así. En principio, apunta objetivos más elevados. Bacus es un restaurante modesto que se anuncia como Casa de Comidas. No es de los caros, pero no es barato. De decoración agradable, un gran bodegón de estilo clásico atraía mis miradas. Servicio diligente, cocina con una manufactura correcta. He comido un menú, croquetas de jamón con ensalada, y un trozo de bacalao bien desalado en una vizcaina. De postre un helado de chocolate y café. Agua Solán de Cabras, vino de mesa con el menú, un rioja cosechero que no era venenoso. Félix, a los vinos del menú los llama "Viña Beirut" por lo apacibles que resultan. En total un poco más de 20 euros por servicio. No es lo más barato del planeta, pero está moderado. Me quedan por hacer doa anotaciones, ya es la segunda vez en menos de una semana que me buscan para ágapes con mega grupos, el otro es de la peña con la que hice la EGB y que hace 30 años, 30 que no veo. Cuanto daño ha hecho el Facebook, y eso que no tengo "perfil", es lo que ocurre si vives en un mundo en el que con dos dimensiones tienes suficiente, que no tienes perfil. Esteve me ha comentado que lee este blog, fantástico, pero y Esteve ¿Cómo sabía que era mío? Bueno, ya me lo dirá si quiere... y si no, un poco de misterio en la vida es alegre, como el aire nuevo. Bacus, Viladomat, 289, teléfono: 934 195 228‎

viernes, 13 de noviembre de 2009

Ca la Nuri

A Javi le debo dos, uno es Ca la Nuri. Él me llevó y yo tenía ganas de ir. Era principios de verano, y yo había comprado un billete de avión para ir a Menorca en una web de viajes. No soy capaz de recordar que extraño problema pasó, pero recuerdo que me llevó varias llamadas a un centro de desatención de llamadas, dónde expertos en desinformación acaban por desorientarte por completo. Y eso me trae a la memoria una conversación con una excompañera, responsable de atención al cliente en una empresa que trabajé, y que tenía el centro de llamadas ubicado en sudamérica. Una vez tuvieron guerra con un cliente que llamaba desde Zaragoza, y su interlocutor en el callcenter le preguntaba que dónde estaba Zaragoza y que por Zaragoza (pronúnciese Saragosa) no le venía nada. El maño, atónito, pensaba que le vacilaban y empezó a despotricar. Y luego me quejo yo cuando tengo que deletrear Tarradellas... como el paté! Se escribe como el paté! Sí. Es que los catalanes somos así, le ponemos una avenida a un fabricante de fuets, patés y pizzas ¿Cómo? En Madrid deberíais cambiar el nombre a la Castellana para llamarlo Paseo de García Baquero, seguro que el fabricante de quesos paga más que el de anís, y por cierto, puestos a poner nombre de anís a una calle, más glamouroso Paseo de Machaquito. Señores Alcaldes, ahora que lo de recalificar está feo, y que no se construyen ni casetas para el perro, les presto una idea para conseguir ingresos atípicos por publicidad para financiar sus cosillas... Subasten los nombres de las calles a las marcas comerciales. ¿Plaça Sant Jaume? No, mucho mejor Plaça del Carrefour, y la Plaça Catalunya, le viene que ni pintado Plaça del Corte Inglés, y seguro que la Avinguda Diagonal pasaría a ser Avinguda de "la Caixa". Con esto sacan para pagar un par de informes de esos que luego nadie lee y cuestan unas docenas de miles de euros. Barcelona tiene dos Ca la Nuri, uno mira al mar, y cocina marinera. El otro en la zona de oficinas del centro, y se dice marinero. Comimos en la terraza del más céntrico y yo pude pedir uno de mis platillos "standard", el carpaccio de atún, dentro de uno de los menús propuestos, cortos pero muy atractivos. Un acierto. Comer con gente tan agradable como Javi, siempre es un acierto. En esta vida he tenido suerte conociendo a tan buena gente, y Javi es un claro exponente. Ca la Nuri Eixample, Consell de Cent, 377. Tel. 932155523. http://www.calanuri.es, Agradable, funcional, menú para varios bolsillos, no es un restaurante "de cabecera" pero si digno de considerarse si se está en la zona. O esa es mi opinión.

sábado, 31 de octubre de 2009

Cruixent

Tengo un amigo que para definir a una mujer atractiva dice "está crujiente": Bueno, a lo mejor no quiere decir exatamente "atractiva" solo quiere decir que es joven y guapa, que cruje como el pan tierno. Quizá quiera decir turgente. En fin, espero qeu sin más palabras todos enténdáis que quiere decir mi amigo con crujiente, no hace tanto todos hemos sido crujientes, luego con el tiempo, nos vamos reviniendo. En gastronomía, para que un plato sea redondo, equilibrado, dicen los que saben, que debe tener tres texturas, la líquida, la blanda y la crujiente, incluso a veces, a distintas temperaturas. Por eso todos hemos comido aberraciones gastronómicas par mayor gloria de la combinación de texturas... Recuerdo en especial unas texturas de alcahofas, que combinaban tres rectas qee flipan, una a una, las chips de alcachofa, las alcachofas cocidas y el puré de alcachofas. La combinación no fue un acierto. Cruixent es un agradable restaurante de barrio, su menú es correcto pero sin variaciones ya que por lo general no les queda. Y uno se pregunta ¿Por qué?¿Qué está fallando? Solo somos 4 personas comiendo en todo el restarante, preparado para un aforo de más de 30. Quiero decir, veo dos contradicciones, si el sitio está bien, que lo está, ¿Cómo no está abarrotado? Y si no tienen a nadie, ¿Cómo es que de segundo solo queda hamburguesa? La comida es sencilla, pero muy digna, y barata, buena relación calidad y precio. Para acabarlo de rematar, son amables... Amables, uy, la última vez que dije algo así me sorprendí a mí mismo, pero efectivamente, la camarera siempre te regala una sonrisa y no encuentra extrañas tus observaciones. El local está recién decorado, con gusto opinable, pero luce limpio y minimalista, una frase de Neruda te da la bienvenida al comedor. He ido 3 o 4 veces ¿Cómo es que está siempre casi vacío? 4 comensales contándome a mi y a mi compañía... Solo me queda una duda, el tiempo que tardaré en ver el cartel de "se traspasa". Una pena, por que no van para estrella michelín, ni creo que la busquen, pero hay dignidad y oficio en lo que hacen, valores escasos. Me gusta tener un restaurante así en mi barrio, para comer dignamente cuando no quiero cocinar. Así que mientras dure, seguiré acudiendo regularmente, así nos vemos, yo seré uno de la otra mesa. Cruixent está en la calle del Marqués de la Floridablanca, 3. Casi esquina con Vilamarí y el Paral.lel. Teléfono 933256002. http://www.cruixent.net. Menú mediodía 11 euros, noches y fines de semana 26 euros.

jueves, 2 de julio de 2009

La Fitora

ANGELES ESPINOSA - Teherán - 03/07/2007 El Pais.com Siete turistas españoles resultaron muertos ayer en Yemen en un ataque suicida en las ruinas de Mareb, 200 kilómetros al este de Saná, la capital del país. El atentado también costó la vida a dos de sus acompañantes yemeníes y dejó heridos a otros seis españoles (a uno de ellos de gravedad) y a dos yemeníes, según las informaciones difundidas por la agencia oficial de noticias yemení, Saba. Gabi, que merece salir en la prensa por mil cosas, apareció citado en los periódicos del día siguiente. Él era uno de siete. Es difícil glosar cómo conocí a Gabi, era un compañero de trabajo, pero no era uno más, Gabi fue la persona que me sustituyó al frente del proyecto ilusionante, como él lo llamaba, cuando yo perdí la ilusión. Un hombre inteligente, buen compañero. Pero siempre le recordaré por su eterna ironía, capaz de hacerme reír en los momentos más desesperantes, por que siempre veía el lado más cómico de la vida. No es de extrañar que dejará tanta huella en sus compañeros, y no es de extrañar que dos años después que las bombas nos lo arrebataran, un grupo nos hayamos reunido para brindar por él, con la amargura de saber que hoy, Gabi, han enterrado a tu padre, que falleció el sábado pasado y a tu madre, que falleció anteayer. Dos años han vivido el dolor de tu ausencia, no sé si existen las casualidades. El lugar elegido, La Fitora, casualidad o no, uno de los restaurantes favoritos de mi hermano, y por tanto elegido para reuniones familiares. Está casi puerta con puerta con el Cangrejo Loco, pero la comida no tiene nada que ver, todo tiene más pinta de precongelado o recalentado. Los precios tampoco son lo mismo. Pero si lo que se busca es el marco, comer dentro del Mediterráneo, en el que Gabi hacia submarinismo antes de viajar a Yemen en la compañia de su esposa, también asesinada, en tal caso, La Fitora es un lugar magnífico. Cualquier lugar es magnífico para alzar la copa dando gracias por haber podido conocer a Gabi. Arroces, tapas (chipirones, calamares, jamón, buñuelos) vino blanco Cavas Hill, cava Gramona Imperial, aguas y cafés... menos de 30 euros por persona. La Fitora, Moll de Gregal, 18, Port Olímpic. Teléfono: 932212243. PS. El cuerpo es una vaina, el alma es la espada: en la espada se halla la acción... no en la vaina. (Leído por ahí y recordado oportunamente).

miércoles, 1 de julio de 2009

Olokuti

He estado unos días alejado de Internet, eso es bueno para mi próxima presbicia que está por llegar, pero que hoy Elena insistía, durante la comida, que llegar, llegará. Y es que estábamos cada uno en una acera de Gran de Gràcia, para cruzar el semáforo, y a la altura de Fontana y hasta que Elena no se ha abalanzado sobre mi para darme un par de rotundos besos, ni me he percatado de su presencia... gafas de sol no graduadas, sol en la cara, y el aturdimiento previo a la comida, supongo, han contribuido a mi desorientación. Pero no voy a hablar de la comida, eso será un próximo post de los muchos que tengo pendientes y que apunto ahora: Ca' la Nuri, La Clara, La Fitora, Regreso accidental al Cangrejo Loco, Fontana, Ágora, Cruixent, ON-5. Hablemos del café, si habéis estado en Marruecos, y os han enredado para ir a comprar alfombras (o en otros países árabes como Egipto pasa igual) os habrán sentado en la tienda y os habrán hecho la ceremonia del té... Mientras tratan de llegar a una complicidad emocional contigo, sienten un repentino afecto hacia ti y tu forma de vivir, que dura lo que dura el té y la posibilidad de que cargues desde el Bajo Nilo o el Alto Atlas hasta Barcelona con una alfombra "made in China". Me sigue maravillando que un comerciante de Aswan se sepa la alineación del Barça de carrerilla, pero es que le dices que eres del Espanyol y te dice la alineación del Espanyol. La ventaja del té es que el agua está hervida, y no deja de ser refrescante. La primera copa de té que nos sirven no lleva azúcar y está muy concentrado, amargante. La segunda copa lleva algo de azúcar y ya está más aguado. La tercera taza es solo azúcar. Y mientras sirven las tres tazas, te recitan, "El primer sorbo es amargo, como la vida. El segundo sorbo es suave, como la muerte. El tercer sorbo es dulce, como el amor". Pues no sé si con té, pero en Olokuti, calle Asturies, 38, barrio de Gràcia... practican algo parecido pero con café. Ellos son una tienda de comercio justo, con un aire entre ibicenco y todo a 100, con regustillo a Kasbah. Pero si quieres, en la caja te pides unas tazas de café y un azucarillo, vas a la cafetera superautomática que está en un mueble bajo, en la antesala del jardín, te haces tu café y te sientas a la sombra de un níspero enorme, el más grande que vi en mi vida, a tomar tu café, rodeado de estatuas de algún discípulo de H. Moore, digo por el precio... 3.500€ la que me ha gustado (H. Moore, "Objeto de seducción", la peli). El que me haya fijado en las estatuas, así como que por la tarde me haya comprado un cónsola para un centímetro cuadrado que tengo libre en casa me ha recordado un fragmento del Tao Te Kin, "La habitabilidad de una casa depende de sus espacios vacíos. Así pues, si bien la existencia de las cosas puede ser buena, es su no existencia lo que las hace ser útiles". Y eso lo leo después de haber alquilado un micro almacén, para poder vivir en mi casa, vaciándola de cosas tales como un Djembe, una silla senegalesa, una bicicleta, y una larga serie de objetos que se demuestran más útiles alejados de mi. Yo ya no cabía en casa, eran o ellos o yo al microalmacén. Olokuti de la Calle de Asturies, 38, o el jardín de la alegría, como lo llama Elena me ha parecido como tienda, interesante... Pero como lugar para tomar un café... Impresionante, la diferencia de sensación térmica es muy agradable, nada masificado cuando he estado yo, acogedor, fresco, ideal para una conversación. No he visto, eso sí, la planta de cannabis que debería estar sembrada en un jardín de la alegría que se precie. En la foto, Elena, y su alegría en el jardín, a la sombra del níspero.

martes, 16 de junio de 2009

Se es o no se es

Nota previa: Basado en la lectura del editorial de la revista Esquire, dirigida por Ángel Rodríguez (creo recordar), y coetáneo mío. Es importante que hables con tu alma, ella te dará detalle, un registro exacto de cuanto ocurra. Tal y como dice el viejo proverbio siciliano, "Si quieres saber cómo serás mañana, observa hoy tus ideas. Si quieras conocer cómo pensabas ayer obsérvate como eres hoy". Acabo de poner proa a los 44 años de edad. 4 y 4, cuando cumplí 11, comencé a tomar conciencia que pertenecía a la generación del baby boom, eran años de comuniones y meriendas. A los 22 me incorporé al mundo laboral, el día de la primera huelga general de la democracia, todo un síntoma. Mi cotización a la seguridad social era del grupo 6 en aquel contrato. Hoy, en la misma empresa es grupo 1. A los 33 decidí cambiar de aires, beberme el mundo, y ahora que me preparo para un nuevo capicúa, repaso esos años para afirmar que he cambiado más bien poquito, de ideas al menos. Y así pienso seguir, avanzando de 11 en 11 hasta los 99, si la salud me deja. Habiendo vivido 2 años capicúa, 1991 y 2002. Hay algo en la edad que aparta y educa, acude y atrapa. Nota final, en el texto, incluido el título (el título es uno) se esconden tres palíndromos.

martes, 9 de junio de 2009

LAYERS.COM

Hola!!! Hace mucho que no nos vemos! El último año y medio he estado algo liado debido al proyecto http://layers.com. Justo esta semana estamos preparando el lanzamiento público del servicio, con lo podemos decir que esta etapa inicial ha llegado a muy buen puerto. Pienso que es importante celebrar lo conseguido con el esfuerzo, trabajo y sacrificio de tantos. También incluido en la filosofía de layers está el crear, crear todos juntos, y si puede ser en una misma dirección y con un objetivo común. :) Todo el esfuerzo realizado para hacer realidad ese ideal no estará completo hasta que podamos compartir nuestra alegría con aquellas personas que nos son más queridas. Ahí estas tu! :D El ideal que ha inspirado este proyecto también alienta la juerga que vamos a montar el próximo 11 de JUNIO en la Discoteca X!!! La van a abrir para todos los amigos de layers, dentro habremos preparado un escenario, vamos a invitar a unos cuentos músicos amigos y de 8 a 12 de la noche estamos todos llamados a demostrar nuestro arte en el escenario (o nuestra falta del mismo, como es mi caso! :D. Prometo que subir NO será obligatorio!!!). Además la cabina del X estará abierta para peticiones!! Esa noche no puedes faltar!!! NOTA: Pues tendré que doblar turno :D Que también tengo fin de fiesta con cargolada en el Lleidatà.

viernes, 5 de junio de 2009

El camarote de Tomás

JMB dice: "Hola, el miércoles estoy en Barcelona, ¿Cómo te va que comamos juntos?" Pues fenomenal. Si un amigo se pasa por Barcelona y se reserva dos horas para vernos en torno a una mesa, lo menos que se puede hacer es acudir a la cita. Pero; siempre hay peros, tenemos que comer al lado de casa, ya que tras seis semanas, el servicio técnico de la ducha me ha dado cita a las 15 horas. Oiga, ¿Podría ser a las 16 horas? Es que a las 15 no me va bien. Pues no, a las 15, y si quiere le llamamos media hora antes de llegar para que no se le pase. Pues vale. Entramos en el camarote, pequeño como tal, pero no abarrotado. Nos acompaña nuestra común compañera R. El Camarote, a pesar de estar al lado de casa, y por ende al lado de mi casa familiar, recuerdo siendo pequeño, haber comprado al anterior dueño algún pollo a l'ast, lo cierto es que el Camarote me había pasado inadvertido. Quizá por esa imagen de restaurante de menú, al lado del muy noble Rías de Galicia, y cerca de A'Palloza. Posiblemente, junto con el Botafumeiro, los gallegos de mayor postín en Barcelona. Pues Tomás se apunta en ese rebufo gallego. Pero de postín solo tiene el precio, una foto con Jordi González, el presentador de Tele5, y algún otro famoso, supongo. De la matería prima no me permito opinar, ya que no soy un gran degustador de crustáceos, eso sí, la pinta era estupenda. El sabor, delicioso, pero yo soy más de carne, y sobre todo de cosas pequeñas, prefiero una quisquilla, o un grillo a los gambones, carabineros y cigalas que nos impusieron. ¿He dicho impusieron? Fue más o menos así: Veo,... veo que os vais a comer una bandeja de marisco. Como me joden los profetas. La broma, 50 euros por cubierto. Sí, el marisco estaba bueno, claro. Por ese precio en Casa Ginés además te escriben tu nombre en la cáscara de los mejillones con cristales Swarosky. Puntuales, el servicio técnico me llama, me recuerda que a las 15 horas debo ir a mi casa. Pongo fin a la sobremesa, no sin antes embarcarme en una nueva aventura de desarrollo de una aplicación, que posiblemente no acabe con el hambre en el mundo, no me hará millonario, pero me ofrecerá grandes dosis de entretenimiento y conocimiento. Llego a casa. Al despedirme indico a JMB como llegar al Eurostars Grand Marina caminando. -Tira recto por el paralelo hasta la plaza del coño, y ahí está. ¿La plaza de qué? -Del coño he dicho. -¿? -Sí. Tu vas por el Paralelo hacia el mar, son tres paradas de metro, y un agradable paseo por la superficie. Cuando veas unos extraños tubos, en una plaza o rotonda, a la entrada de un paseo, y te preguntes ¿Qué coño es eso? Al frente, el Gran Marina. El servicio técnico me espera con cara de pocos amigos. Debo aclarar que la ducha, lo que es la parte de agua, funciona. Pero la parte eléctrica, el festival de chorritos, no. Al encender la ducha salía un extraño mensaje por la pantalla que no tenía reflejo en el manual, por eso llamé al servicio técnico. Yo aprieto el botón de puesta en marcha, y me dice "XJalkdjL" por el display, yo me la quedo mirando y pregunto, qué pasa, pero no reacciona a ningún botón, ni al socorrido apaga y enciende. "Tú sabrás qué has hecho", parece que me conteste. Y es que es ducha. Fuera ducho me diría "bájate que me estás pisando, baja o te pego calambre", y sabría que el problema es el aislamiento. Pero como es ducha... Debes adivinar qué ocurre. Me pregunta el técnico, ¿Qué pasa? -Que no va. ¿Puede ser más concreto? -Sí, claro. Enciendo la ducha y no funciona. Que dominio del verbo. El técnico se dirige a la membrana de plástico que evita que muera electrocutado cada mañana, apoya su índice sobre el símbolo de encendido y acciona el minúsculo interruptor que ahí se aloja. "Buenas tardes, son las 15:24, esperando función" Wikipedia: Atónito, la cara de pasmado que se te pone cuando llevas seis semanas apretando un botón cada mañana sin obtener respuesta y el día que viene el técnico a ver la avería, y te sopla 50 euros solo del desplazamiento... la máquina del infierno no da ningún error. Ahora, dice el técnico ¿Y exactamente, qué le pasa? Que no sincroniza con el correo de la blackberry, no te jode. Al menos, expondremos un problema real. (N. del A, obviamente la ducha ni por asomo se sincroniza con el móvil, ni debiera hacerlo. Es una máquina de relajo, o se le supone, aunque para una ducha "energizante" no estaría mal que por el display se leyeran los correos del jefe, yo apunto ideas) -Sí. Y además no centrifuga, añade el técnico. Ahora ya con una simpática sonrisa, bueno, para ser exactos, partiéndose la caja. ¿Cuanto me cuesta tu amable charla? ¿50? Pues Tomás por ese dinero me ha dado, una esqueixada, pan con tomate, 2 cigalas, 2 gambones, un puñado de mejillones de roca, un puñado de almejas, unas navajas, unos pulpitos, una copa de vino, un trozo de rosco de la casa, muy parecido al de la flauta, un café, una copa de orujo, y una toallita perfumada con limón. Tú solo me haces quedar como un papanatas. El camarote de Tomás, calle de Lleida, 3, entre la gasolinera y el Rías. Teléfono 934266736, imprescindible encargar si quieres comer paella, de marisco o bogavante. La esqueixada bastante bien. ¿Caro? Según con qué compares. Se vende ducha de chorritos, razón aquí.

sábado, 30 de mayo de 2009

Granja Elena

Pues no hacía tiempo, ni nada, que tenía yo ganas de ir a comer a la Granja Elena. Finalmente la buena noticia llegó en forma de e-mail. Me proponían comer en algún lugar cercano al Parc Logístic, por ejemplo La Granja Elena. No lo dudé ni un minuto. Siempre que iba a comer con alguien a Casa Lucio me daba por referente o bien la Granja Elena o bien el Pirata. Y yo no había conseguido establecer el paralelismo. Un local pequeño, a rebosar, ruidoso, incómodo por lo pequeño de las mesas y las sillas y la alta densidad humana, ubicado lejos del centro y lejos de las rutas más comerciales. Del paso que siguen mis pies. ¿Cuál es el secreto del éxito? Una amplia carta de vinos, una comida bien elaborada con materia prima de lujo, rodaballo salvaje, palangre, hígado de oca, solomillo de buey, espárragos de Tudela, caviar, anchoas doble cero, tomate raf... con un servicio amable, simpático, diligente, profesional y que no se pone nervioso. Por ese motivo, un viernes al mediodía antes de puente, este local estaba a rebosar. Parece ser que antes tenía un aspecto más de tienda con mesa corrida, pero ahora está remodelado, moderno y sencillo. La cocina, cuentan los que conocen mejor que yo el local, no ha cambiado para deleite de los habituales. Al lado hay parking, para los que gusten ir en coche. De precio, uhm, digamos que acorde con la calidad y variedad de la propuesta. Más barato sería sospechoso, pero prepara 50 euros por comensal. Los postres, variedad escasa, pero siempre encuentras algo que se amolde al gusto. La Granja Elena está en el Paseo de la Zona Franca, 228. Teléfono 933220241. Inútil ir sin reserva.

viernes, 29 de mayo de 2009

Goliard

El jueves pasado se produjo por cuarta vez la magia del reencuentro. ON-4 aunque la verdad, cualquier día nos veremos y nos saludaremos a lo Fray Luis de León, "Ayer decíamos, decíamos ayer" por que la verdad es que seguimos tratándonos con la familiaridad y cariño de los que se ven cada día, aunque por ejemplo, a Cristina, desde Navidad, nada de nada. Cara de ver que es. La cita la organizó JJ, y para ello seleccionó el Goliard, nos encontramos por casualidad en la calle, nos perdimos juntos y google maps nos rescató. Pasamos por la puerta de mítico Bilbao, en el que Luis S. se pilló una indigestión de ostras, pero eso será otro post. Goliard, de entrada correcto, diseño y demás. Una carta de menú y solo de menú, corto pero variada, unos cuatro platos a elegir. Suficiente. Pero la señora jefa de sala, si vais, os recomiendo que metáis un trankilmazín dentro de una magdalena y se la hagáis comer delante vuestro. Por poner en contexto, no reservan mesa, menos para un grupo numeroso, y debe ser un restaurante concurrido por lo que la señora, a pesar de estar casi solos, al principio, mientras esperábamos a Quim y Olga no hacía más que desesperarse. Tampoco nos tomaban nota por que usan el célebre sistema Goliard: "El camarero no se acerca a la mesa hasta que esté completa, que si no se lía la cocina" Pero conseguimos cervezas y coca cola. Quim y Olga tardaron un poquillo por que como el Barça, cinco horas más tarde iba a hacer un pasacalles por el puerto, había decidido que al centro no iba. Hombre previsor. ¿Al centro de dónde? Si es Gracia. Bueno, no es Cornellà, pero tampoco es la Plaza Sant Jaume. Un poco exagerado. Yo a mi taxista lo marqué con paso firme. Menéndez Pelayo con Peligro. Risa generalizada. Te habrá tomado por uno de fuera, me comentan. Pero no, hay que ser muy de aquí para saber que la calle conocida en Gràcia como De Jonqueres, al fusionarse con Barcelona pasó a denominarse Menéndez Pelayo. No sé en qué molestaba el erudito cántabro, pero con el primer Ayuntamiento democrático le quitó el honor de pertenecer al nomenclator barcelonés, y puso a la calle el nombre de Torrent de l'olla, nombre popular del torrente (o rambla) que transcurría por la actual Vía Layetana desde la sierra de Collserola. También hay que ser un poco freaky, claro. Lo de "con Peligro" le daba a la indicación un aire siniestro. Pero el taxista no se inmutó, ¿Le entro por Bonavista? Sí, claro, déjeme en el semáforo de Bonavista. El menú del Goliard son 12 euros, sin café ni bebida extra, pagaríamos unos 15 más o menos. Si vives por Gracia, es un sitio a considerar para una comida o cena de calidad y económica. Los platos bien presentados. En la foto, Diego, Cristina y JJ. Goliard está en la calle Progrés, 6. Teléfono 932073175. Pero no admiten reservas, no al mediodía, siempre podéis llamar para felicitarles las fiestas, no obstante.

sábado, 23 de mayo de 2009

Orxateria Sirvent

"Esta casa no tiene sucursales" Así se leía al entrar, en el atestado local de la calle Parlament, antes´de que abriesen una sucursal en Balmes. A mi siempre me pareció gracioso, pues a menos de 50 metros había otra horchatería llamada Sirvent, igualmente, que también anunciaba a sus clientes que no tenía sucursales. De la segunda no puedo hablar. De la primera, la de la calle Parlamento, ayer compre mi primer litro, para inaugurar la temporada estival. Sirvent tiene una de las mejores horchatas de Barcelona, cosa que demuestra la enorme cola, y la paciencia de sus clientes ¿Cómo sino, se podría entender que aguantes a los que despachan, si el género no es bueno? Por que la cachaza que gastan en despachar, la cara de perro que suelen tener, si el género fuese normalito a mi no me veían más el pelo. Ya les dejé de comprar los turrones, precisamente por eso, no son nada del otro mundo, y tener que aguantar como te perdonan la vida al tiempo que me soplaban 300 euros era demasiado. No me costó encontrar una mejor opción. Ahora, a veces compro la horchata en Bonastre, que también está bien, pero mi paladar me dice que me gusta más la de Sirvent, así que si estoy de humor, hago cola y dejo que me perdonen la vida. Conste que lo que digo, basado en unos 30 años haciendo cola, no se refiere a los dependientes temporales, no. Los de siempre, los que están año tras año comentando la fiesta del viernes, sin darse ninguna prisa, es más, entreteniéndose, mientras tu arrancas el número 48 en el "su turno" y van por 12. Las consecuencias, coches aparcados en doble fila, una calle intransitable y cientos de personas, que como yo, hacemos cola en la confianza de que es el mejor producto que cuando encuentre otra horchata que me guste, adiós, Sirvent. Sirvent, la de toda la vida, está en la Calle Parlament,56. Tienen una sucursal en Balmes con Rosselló.

miércoles, 20 de mayo de 2009

Moncho's Barcelona

Siempre he tenido jefes, es lo que tiene trabajar en corporaciones y no por cuenta propia. Uno de los más "curiosos" y que más me duró en el tiempo era, supongo que aún es, del Opus Dei. Pero de los que tienen hechos votos. Supongo que los 7 años que fue jefe mío darían para un blog entero, pero solo le recordaré en este post. Llegó un compañero nuevo, Pepe, una buena persona en el buen sentido de la palabra bueno. Comiendo Pepe y yo conversábamos animadamente sobre que nos gusta más el vino que la cerveza, pero nos da pena empezar una botella de algo decente para consumir solo una copa, por lo que debemos esperar a tener invitados. Mientras, en nuestras respectivas casas, para autoconsumo tomamos agua o cerveza. El jefe comenta, "Pues en casa, cada mes, consumimos unos 600 litros de vino". Pepe, sin inmutarse, n ecortando su bistec con total naturalidad, pregunta "¿Cuántos sois de familia?" Cómo si tener 3 hijos adolescentes justificase el dispendio etílico. Mi risa aún retumba en las paredes del ya extinto Didac. "No, Pepe. Es del Opus y vive en una residencia con 60 señores más, un precioso ático en la Plaza Lesseps de Barcelona". Un día me invitó a comer ahí... rodeado de sotanas. Un arroz a la cubana servido por las mujeres de la obra, para que luego se diga que no tengo mundo. Comer con mi jefe y clientes era un festival. Siempre me decía que yo eligiese el vino, por que sabía mi buen criterio de buscar una buena relación calidad precio. Como ya sabía que era un prorioja en aquella época acaba pidiendo Remelluri, Muga o Luis Cañas. El cliente tomaba una copa, yo otra copa, y él arrasaba con lo demás. Pero lo que más rabia le daba, y a mi más me divertía, era dejar mi copa medio llena, para evitar que la rellenase el camarero. No apuraba nunca, y después del café me montaba una bronca "Es que siempre pides un vino caro, y luego te dejas la mitad", y también apuraba mi copa. Su restaurante favorito, uno de ellos: el Moncho's Barcelona, en aquella época una especie de rodicio. Ahora sigue siendo un bufete, lo que los ingleses denominan "all you can eat". Mi jefe es que veia la bandeja de las gambas cocidas y arrasaba. Parecía un Carpanta de posguerra. Moncho's está bien si vas con un grupo numeroso, tienen reservados y puedes estar más o menos a gusto. Además no hay que preocuparse por la carta, los platos se extienden ante ti en un interminable bufete. Moncho's Barcelona está en Travessera de Gràcia, 44. Teléfono, 934146622. A mi no me gusta, pero es que a mi no me gustan los bufete, acabo cogiendo comida que no consumo.

ON-4

Hola amig@s, Parece mentira pero afortunadamente ya llega la cuarta convocatoria de la Operación Naranja. En medio de la vorágine de consecución de objetivos de S1, qué mejor que una comidita relajada y distendida para contarnos las penas (pocas) y alegrías (muchas)!! La fecha marcada es el próximo jueves 28 de mayo y el sitio escogido es el Restaurant XXX en C/ (en Gracia). No reservan mesa, pero nos harían una excepción por tratarse de nosotros. De todos modos sería necesario avanzar la convocatoria a la 13:30h-13:45h, a partir de las 14:00h imposible que encontremos sitio para todos allí. Es un inconveniente pero también una buena referencia de que se come muy bien, menú de mediodía a 11,3€. Si a la mayoría le significa un problema insalvable, cambiamos de sitio. Saludos a tod@s! Salut i peles!! JJ

jueves, 14 de mayo de 2009

Una larga relación de buques

Algunos ya sabéis que este blog no es un fin, sino un medio para conocer como funciona el Business de Internet, mantenerlo me sale mucho más barato que hacer un cursillo y estoy conociendo herramientas nuevas que sin duda, algún día me serán de utilidad. Lo que no me esperaba era conocer gente a partir del blog. Para promocionar las visitas al blog, he puesto reclamos en varias webs de anuncios gratuitos, por ejemplo en loquo, del grupo eBay, concretamente en el apartado de aficiones. El texto del anuncio dice: Mi Barcelona Privada, un paseo por los mejores restaurantes de la Ciudad Condal. http://myownprivatebarcellone.blogspot.com. Pues desde hace unos días recibo regularmente un correo, a través de la mensajería de loquo, que dice como sigue: “me ha impresionado cuando vi su perfil en madrid.loquo.com y como usted a enviar de vuelta a mi bandeja de entrada de modo que puedo enviarle mi foto para que usted sepa quién soy. Creemos que podemos establecer una larga relación de buques con usted”. A mi me preocupaba lo de la larga relación de buques., pero hoy por fin me ha escrito en inglés: “I was impressed when I saw your profile at madrid.loquo.com and will like you to email me back to my inbox so that I can send you my picture for you to know who I am. I belive we can to establishe a long lasting relation ship with you”. Vaya, un espacio en blanco entre “relation” y “ship” ha permitido, en este caso, un “win in translation”. Me preocupaba que quisiera tener una larga relación de buques, pero que quiera tener una larga relación, a secas, casi me preocupa más. Por que si quisiera un friendship o partnership, a ver… aún se podría pensar, filtro Internet por en medio. Otra cosa es lo del perfil, no gasto… a saber lo que ha leído, y sobre todo, a la luz de cómo funcionan los traductores automáticos, a saber lo que ha entendido. Un ejemplo: Peter Pan será Peter Bread?.

miércoles, 13 de mayo de 2009

O'Retorno

Este nombre que evoca morriña se corresponde con un gallego. Es curioso, en Barcelona, un restaurante-taberna que se llama vasca o eusko, difícilmente consigue evocar el sabor de las tabernas de Donosti, esas barras atiborradas de pinchos y esos camareros que tiran cerveza y al final te preguntan ¿Cuántos? Tú contestas, cuatro y ellos dicen "cuatro euros, pues". Siempre queda el lamentable espectáculo del señor que entra en un sagardi (sidrería) se pide un zurito (corto, caña) y se queja al camarero y le dice, "No, no, no un zurito (corto, caña) pero en grande", para extrañeza del camarero. Cuando el camarero tiene tablas, le comenta al cliente que pida el zurito en jarra de tercio o medio litro, según la sed. He quedado con JJ, me propongo ir a un restaurante de menú cercano, en la calle Valencia... le he prometido que voy a avanzar, pero no avanzo... Me puse el mismo día a currar, hice una página en poco más de un minuto, pero me llamó mi jefe, me metió en una conferencia y se fue la magia. Luego está la mudanza del piso, este blog se ha ralentizado porque estoy moviendo cajas, redecorando mi vida, vaciando armarios y llenando contenedores de basura al grito de ¿Pero cómo se me ocurriría guardar esto? Y es que vivimos en un eterno retorno, una juego de la oca, que al ganar te sitúa nuevamente en la casilla de salida. O'Retorno. La victoria no es posible, pues siempre va acompañada de su gemela. JJ también está de mudanza, así que seguro que comprende mi retraso, la buena noticia es que en pocos días habré terminado la fase 1 de mi O'Retorno personal y dispondré del tiempo e inspiración requerida para volver a emprender el trabajo. Es JJ quien encamina nuestros pasos hacia un pequeño restaurante próximo a dónde estábamos. O'Retorno es un bar gallego, de esos que te enganchas a la mesa, en el buen sentido, con mantel individual de papel, con escamarlans vivos dándote la bienvenida, a modo de aperitivo previo paso por la plancha, sus pimientos de padrón, su solomillo plancha y que raciones. Pedí el solomillo abierto en mariposa, para que esté muy hecho... bien, el resultado fueron cuatro tacos de solomillo de dos dedos cada uno. A ver si mañana me acuerdo de preguntar a JJ si le han montado ya el ADSL de su nueva casa... O'Retorno, es carillo en el sentido de que ya que estás, y tienes ante ti una caldera de arroz con bogavante, no te pedirás una pechuga de pollo a la plancha. Pero si tienes en cuenta la calidad de la materia prima y lo abundante de las raciones, pues de caro nada. Eso sí, lo que yo vi en la carta era sota, caballo y rey... comidas sencillas sin artificios ni florituras, una plancha, un cuchillo y una ternera y ellos van haciendo (y un saco de marisco en la plancha de al lado). Un gallego, gallego. Como los que conocí en Vigo, cerca del "Corrígetecharo". ¡Que tiempos! O'Retorno está en Compte d'Urgell, 168, esquina con calle Mallorca. Teléfono: 934531104. Lo curioso, curioso, de la foto que ilustra el blog, fijaros... al final de la página de la derecha, cuando ya se acaba, pone "postres", hay un solo postre indicado en esa página dedicada al marisco. Nada más un postre en esa página. Es algo así como que son gallegos, gallegos pero del corazon das Rias Baixas. Por supuesto, los siguientes 14 postres están en la página siguiente.

viernes, 8 de mayo de 2009

Murria

Y yo que en mi ilusión pensaba que no se podía ser más desagradable que el helado de fabada, hasta que me enteré que una heladería asturiana produce semejante delicatessen y lo que es más interesante, la venden. Y claro, si te dan a elegir, fresa, chocolate, limón, turrón o fabada, ¿De qué quieres tu helado? Obviamente de fabada. ¿Pero se puede ser más desagradable y estirado que un dependiente del Colmado Múrria, de Barcelona? Años comprando, y ni una sonrisa. Ni un detalle, ni una palabra amable. Eso sí, han sido capaces de transmitirme algún sentimiento: El de la inmensa pobreza y limitación de mi cuenta corriente. Pero venden. Es extraño, pero venden. El dueño no es tan desagradable, solo te deja de atender a la mitad. A lo mejor venden por que tienen productos delicados algunos, exclusivos los otros, siempre a un precio prohibitivo, y notablemente más caro que en otras tiendas de la ciudad, incluido el Club del Gourmet del Corte Inglés. A lo mejor venden por que el escaparate es muy bonito, y está muy bien puesto. Quizá por las docenas de referencias en quesos. No lo sé. A mi me gusta comprar el chocolate blanco, de la Nyroca, no sé si aún lo venderán. También galletas y chocolates más o menos exclusivos, hasta que descubrí 14 tiendas más en Barcelona que vendían productos de la misma calidad o superior, y mejor de precio. Fui la primera vez a comprarles por que coincidió algún que otro comentario festivo. El más curioso, de David R. que cada Noche Vieja va con su novia/esposa a comprar la cena que compartirán con los amigos. Se gasta una pasta, pero es una tradición y es bueno tener tradiciones, como la de fumar un robusto robaina los domingos, después de comer, así es David R. un hombre tradicional. Poco después la Señora Nata me explicaba una maniobra oscura de ese dependiente. Una mujer mayor iba pidiendo producto para la cena de Navidad. Por ejemplo, pedía trufa para rallar sobre los canelones, y ya se sabe como son las abuelas. Sobre todo, joven, que sea buena. Claro señora, tartufo bianco. Bocato di cardinale. 400 euros la trufita. La señora iba con su hija, que más o menos dejaba hacer a la madre y cuando repasó la cuenta, antes de pagar, en un golpe de discreción retiró media compra, porque con todo iba igual. A ver, no te pegan y tienen un gran surtido, "Flores Navarro" está al lado y solía ser una visita doble, primero Múrria y después "Flores Navarro". Dejemos Murria para los turistas y para que asalten a las pobres ancianas y a los pijos que lo merezcan. Hay tanta Barcelona por descubrir que no merece la pena pagarla tan cara. Se busca exclusividad a precio de serie. El local es modernista. Ahora hablando en serio, a la gente se la debe dar siempre una oportunidad, el jamón en dulce es delicioso, el salmón ahumado salvaje también. Merece la pena ir a comprar unas flores dónde Navarro, y luego echar un vistazo, a ver si los de Murria siguen igual de dispuestos para el comercio, o han resuelto sus áreas de mejora. Múrria está en Roger de Llúria, 85, esquina con calle Valencia. http://www.murria.cat

miércoles, 6 de mayo de 2009

La Pera

Si yo fuera Raquel, qué podría decir de La Pera. Un sitio agradable, con un propietario, cocinero y camarero muy solvente y volcado en gustar. Un lugar íntimo, 3 mesas o 4. Pero sobre todo una cocina distinta, entre lo moderno, lo exótico y lo nuevo. Desde el punto de vista sentimental, no puedo pasar por alto que gente a la que respeto, como Quim, Carmina, etc. Elegían La Pera para brindar los tránsitos de la gloria de este mundo, que si me cambio de empresa, que si lo otro. Pero es que yo soy yo, y sin sentirme especial tengo mis propias sensaciones. Cuando tienes una carta corta (Que mis amigos se apresuraban a degustar, a veces íntegra) Sé flexible con el pobre animal que soy yo que no come queso y no come comida que no sabe pronunciar, entre otras limitaciones, que son mías y me acompañan donde voy. Cuando miro la carta y lo más bonito, a mi criterio, es una cosa llamada Patata Fibra Óptica, que consiste en un taco de patata un extremo cortado en paja, el otro en taco regular, simulando lo que dice su nombre: Un cable de fibra óptica, pochado en aceite, supongamos que aromatizado. No suena del todo mal, pero el resultado es un trozo de patata que sangra aceite como la sangre de las películas gore, medio cruda, medio pasada, ni frita, ni pochada. La alternativa es comer algo que se puede llamar saquito de morcilla con reducción de calvados sobre puré crujiente de albaricoques deshidratados (Obviamente, me lo he inventado, pero no voy tan desencaminado) pues va a ser que no me levanta el espíritu... ¿Qué hacen bien en La Pera? a mi criterio, tienen buen pan, buen embutido, buen vino, buena cerveza. No cunda el pánico. ¿Por favor, me puedes hacer un bocadillo de fuet, por ejemplo? Pues va a ser que no, claro. Tengo 3 mesas y 12 sillas así que al mediodía, a comer bocadillos al parque. Gracias a la intercesión de Raquel, que tiene una caída de ojos muy convincente, comí bocadillo rollo "te salvo la vida, gilipollas, por que vienes con ella, pero la próxima vez, al parque vas. Homeless, que eres un homeless inculto ¿Pero cómo no te gustan los saquitos de morcilla con reducción de calvados sobre puré crujiente de albaricoques deshidratados? Hombre ya! Con lo deliciosos que están, Y tengo un risotto con parma impresionante, y otros dos platos con queso deliciosos". Bueno, pues la próxima vez me iré al parque. De hecho yo solo pisaba La Pera en caso de fuerza mayor, como que me invitasen a hacer ver que comía y siempre por la compañía. Yo era más de lentejas en El Paso, bocata en el Psico, y como no, merluza plancha en el gallego. Pero si me invitan a comer, yo me esfuerzo. Estoy seguro que alguno de los que leéis de tanto en cuanto este pequeño blog habéis compartido mesa en La Pera conmigo. Yo tengo claro que no pondré los pies en semejante garito con un dueño que nos caemos mutuamente tan bien. Cocinar es algo más que comprarse una termomix, y hacer combinaciones con descripciones imposibles, y mucho queso para ablandar el sabor, y todo muy picadito, tipo puré o albóndiga... no. Pero estoy seguro que vosotros, tenéis una visión antagónica, os encantan los platillos, os encanta el oficio, y os encanta la persona que lo lleva... así que para gustos los colores. Me temo que tú, lector anónimo, deberás ir y sacar tus propias conclusiones. Para que te puedas acercar, La Pera está en la calle Concepció Arenal, 86 y tiene el teléfono 933403103. Dad recuerdos, de parte del que quería comerse un bocadillo al mediodía, a ver que pasa.

sábado, 2 de mayo de 2009

Can Ravell

Podría estar refiriéndome a la mantequería de la calle Aragó, o tal vez podría estar recordando el ya cerrado "menjador de Can Ravell", pero en realidad me inspira esa rebotica ya desaparecida, muerta de éxito. Debió ser a principios de la década que terminamos cuando me acostumbre a ir a Can Ravell. En la entrada, unos estanterías abarrotadas de productos deliciosos, de los que nutren incluso al verlos. Maltas épicos, como Benrromach, o Caol Ila, brandys de Jerez y Málaga, cognacs franceses, calvados, rones centenarios fabricados en una Cuba aún española, salmón, quesos, embutidos, especies, cacaos, sales (flor, gema del himalaya), vinos de cualquier parte. Si consigues atravesar este espacio, llegabas a una gran mesa, de unos 3 o 4 metros de largo y con bancos a ambos lados. Llegabas y te sentabas, se comía a mesa corrida. Yo iba con Carles y Neus, a quienes debo tanto. Una vez me toco al lado unos famosos periodistas radiofónicos y humoristas catalanes. Era el día de Sant Jordi, y habían coincidido con una poetisa de San Sebastián, que había venido a Barcelona a firmar libros. Poco a poco, y con la soltura que da el vino y la buena mesa, aquella pobre mujer se fue metiendo en las fauces del lobo, recitaba sus poemas para mayor burla de todos los presentes, siguiendo el guión no escrito de los bufos. Cuando marcharon, la poetisa me toco a mi, e intente que entrase en contacto con la realidad. Fue imposible. Que chicos tan simpáticos, me decía. Otra vez me tocó un grupo de turistas americanos, que habían llegado hasta allí siguiendo los pasos de alguna buena guía. De ellos recuerdo la cara de susto cuando el camarero les trajo medio cordero en un plato de hierro. Se diría que hubiesen preferido una hamburguesa. En el Menjador de Can Ravell, restaurante pijo, finolis, caro, y cerrado, comí en cierta ocasión, que susto. Tengo la costumbre de dar a elegir los vinos a mis acompañantes, en este caso era un cliente que no se andaba por las ramas. Quiso el azar que la carta acabase en mis manos. Si en Can Ravell hay una botella que llevaba el precio de 1.000.000 de pesetas, más para decorar que para otra cosa, en esa carta había varios vinos de 600 euros, y de 1.000, y de más. Que espanto, ¡oiga, que es un cliente! ¡no me tiro a su mujer! Un servicio de porcelana muy delicado, con grandes bordes decorados con pan de oro, una cubertería de plata, alpaca o simulando esos diseños barrocos y una cristalería fina, completaban la ambientación. Una comida demasiado refinada para mi limitado paladar. De la fusión de la mesa corrida y el rstaurante de tiros largos, nace el nuevo Can Ravell, en la misma ubicación de la mantequería, pero en el piso de arriba. Se accede atravesando el mismo espacio, por el final de la tienda, pasas por donde se ubicaba la mesa original, el principio de todo, dicen que las estanterías que rodeaban la mesa original, los clientes guardaban sus propias botellas de licor, para los chupitos del final. Después atraviesas parte de la cocina, una escalera de caracol y apareces en el comedor. Hay varias salas, comedores privados, y una sala grande con multitud de mesas clones a la original. Pero claro, ahora llegas, y como hay varias y no están llenas, no te sientas al lado de nadie, inauguras tu propio espacio. Si alguien más lo usa, es en el otro extremo, dificilmente se intercambia palabra con comensales ajenos. La comida sigue siendo tan deliciosa como la del Ravell original, sencilla y basada en un producto de gran calidad. Servida en la sofisticada vajilla, algo desportillada ya, del Menjador. Al menos algunos platos, de repente, vienen con esa ancha orla de oro. Precio cerrado del menú, pero es un menú caro, y lo existe el peligro de que vinos o licores lo encarezcan notablemente. Es un lugar curioso, de los que me alegra decir que conozco, y al que sin duda volveré, aunque para compra productos para paladar delicado, siempre fui más del Murria, me confieso culpable, también he comprado en Ravell. Can Ravell, Aragó 313. http://www.ravell.com, teléfono 934575114.

viernes, 1 de mayo de 2009

El Suquet

He quedado con Luís y José, me he entretenido y ya llevan unos minutos esperando en la puerta de mi oficina. Así que me apresuro a salir y poner rumbo al Suquet. Hacía años que no comía en este clásico de la zona. Unos 10 años. Recuerdo de la última vez unas albóndigas con sepia mientras discutíamos los pormenores de una de las mayores operaciones comerciales en las que me he visto involucrado con quizá el mejor cliente que he tenido, si bien no por su volumen sí por su carácter y disposición a hacer negocios. Ahora el cliente es otro, y las discusiones más ásperas, pues hay que sacar adelante una serie de temas aunque nos cueste, pero no tengo duda que somos la gente adecuada para salir adelante. la conversación fluye mientras observamos la carta, un menú de tapas y ensaladas como entrantes y unos segundos que suenan atractivos. Un aperitivo, me pido una mixta, compartimos unos buñuelos de bacalao, unas habas salteadas y unas gambas al ajillo. De segundo, por recuerdo del arroz de verduras de la Mifanera, me pido la paella de verduras, postre, en mi caso unos profiteroles con chocolate caliente. Un café y una copa de magno, que es viernes. Unos 20 euros. No está mal. Las tapas, de corte clásico y elaboradas con oficio, pero el arroz, sin estar malo, pues no era lo mismo. La decoración, rústica, clásica y no demasiado lógica, todo se tiene que decir. Como me queda muy cerca, tengo la impresión que este reencuentro feliz se va a repetir en breve. El Suquet está en la calle Valencia, 153, http://www.elsuquet.com, teléfono 934536844.

La Mifanera

En chino, mi fan significa arroz cocido, apelmazado, para poder comerlo a su gusto, con palillos. Tan popular es esta suerte de arroz en China, que igual que los ingleses tienen un electrodoméstico exclusivo para hervir agua para el té (a saber para qué usan el microondas)los chinos disponen de un aparato eléctrico exclusivo para cocer arroz, por regla de tres, si lo que hace batidos es una batidora, lo que hace "mi fan" llamémoslo "mifanera"... No sé si la Real Academia estará de acuerdo. En éste templo del arroz de Barcelona tuvo lugar el último miércoles de abril la reunión ON3, con gran alegría por mi parte, al volver a encontrarme con Susana y Carmina. Por la mañana, en el tren, me tropecé con Lluis y al salir del restaurante bajé andando con Raquel. Como quién no quiere la cosa, comentas en voz alta alguna anécdota, afortunadamente buena, de Lluis, y mira por dónde, amigo íntimo de Raquel. Y es que el mundo es un pañuelo. Unas tapas son la excusa para iniciar la comida, nosotros hemos pedido las bravas a su estilo. No son las mejores de Barcelona, pero son curiosas. Un día debería hacer un post dedicado a las bravas. Las más curiosas que he comido, en el Arola, el restaurante del Hotel de les Arts. En La Mifanera elaboran una especie de parmentier, posiblemente pochando patatas en aceite de girasol tibio. Elaboran la parmentier, así lo imagino yo, pasando las patatas escurridas por un pasapuré, le añaden una yema de huevo, sazonan, y baten para que quede bien cremoso. Con esa mezcla rellenan los óvalos de una cubitera, le ponen una gota de salsa de tomate picante en su interior y sellan con la misma mezcla. Una vez helada la masa, la desmoldan y fríen. Las sirven acompañadas de allioli, todas iguales. Unos rollitos de primavera, la verdad es que bastante buenos y un arroz de verduras han sido la comida elegida del menú, breve pero agradable. Entre los demás comensales ha triunfado el risotto de espárragos. De postre piña natural. Un vino de aragón (campo de Borja), coupage de garnacha y shyra, realmente adecuado, pan, agua, café y un servicio eficiente han completado una comida por la que hemos pagado una media de 17 euros. Increíble. Todo rico, todo en su punto y lo más impresionante, a pesar que quien me conozca le cueste creerlo, todos los platos de mi servicio volvieron a la cocina sin una pizca de comida. Me lo acabé todo, hasta el último berro de la guarnición. O bien tenía mucha hambre, o bien estaba todo muy rico. La compañía, como siempre, lo mejor. JJ es el responsable de organizar ON4, espero impaciente su convocatoria. La Mifanera, arrossos del mon, está en la calle Sagués, 16. Teléfono 932405912.

domingo, 26 de abril de 2009

El mirador de La Venta

Ya puestos, podría haber dedicado el post al célebre La Venta, pero desde hace unos años que descubrí el Mirador, cenar en La Venta se me antoja una catacumba. Y no porque se cene mal, sino por que sabes que arriba se está mejor. La verdad es que la zona de la plaza del Dr. Andreu en la que viví tantos momentos agradables en mi primera juventud, ahora está un poco olvidada, ya no subo tanto. Habíamos cenado en La Venta un grupo de amigos, yo bajaba del brazo de Gloria, mujer hermosa, bien podría haberse dedicado a modelo. Facciones marcadas de aire oriental, melena rubia de leona y con más costas que un archipiélago ¿Dónde nos tomamos la copa? En el antiguo Partycular, que viejos somos, se llamó la bolsa y ahora se llama Danzatoria, creo. La última vez que entré casi me da un vahído al bajar unas escaleras y aparecer en una sala llena de humo, a oscuras y con los flashes estroboscópicos a toda mecha. De parada pasamos por el coche de uno del grupo. Lleva cava fresco y brownies de chocolate. Así que nos entregamos a nuestro botellón improvisado. Yo observo, la gente que hace cola en el Danzatoria debe tener la mitad de años que yo. Deben pesar la mitad, y llevan la mitad de ropa. Ellas, tirachinas, ellos luciendo la marca de sus calzoncillos. No me veo en esa cola. Una retirada a tiempo es un victoria. Mirablau, mucho mejor... Especialmente una vez que conseguimos atravesar la pista que temblaba por el terremoto de sus bafles y encontramos refugio en la terracita. Por fin, cómodos y con un destornillador en la mano, wodka con naranjada. Lo mejor del Mirador de la Venta son sus vistas, que también podemos encontrar en la terraza del Mirablau, o en el Marbeyé, pero aquí se cena de fábula. En julio, cuando la ciudad se cuece al vapor, subir a cenar hasta aquí supone tener unos grados menos de temperatura, estar agradable sin necesidad de aires acondicionados, con Barcelona tendida a los pies. Inconvenientes, varios, empezaremos por el precio, no menos de 70 euros. Seguiremos por aparcar el coche. Yo no me conduzco, pero los camareros van preguntando. Un Audi 4 de color negro, ¿Es suyo? y eso quiere decir que la guardia urbana está al acecho. Lo mejor es poder tomar la copa enfrente, sin mover coche. Cómo todo, tiene puntos a favor y puntos en contra. Lo peor, que tengas mesa en un mirador, pagues por mirador, y te sienten de espaldas o con mal ángulo a la vista... Te dan de cenar bien, cocina mediterránea, pero con este precio tampoco es muy meritorio. Llamaría más la atención lo contrario. El Mirador de la Venta está en la Plaza del Doctor Andreu, justo encima de La Venta, con la que comparte entrada. Teléfono 932126455.

martes, 21 de abril de 2009

Out of china

Quedamos a comer en un chino y eso para mi no es un buen comienzo. Los chinos de Barcelona, con honrosas excepciones, incluidas las tiendas de todo a 100, son un paraíso del plástico dorado con purpurina y rojo pasión. Unos platos que dejan poco lugar a los maniáticos como yo. Recuerdo una vez, a la salida de Fira de Barcelona, haber ido a un chino por la zona de la Avenida Mistral, dudaba entre el pollo con almendras o el cerdo con setas y bambú. Le pregunté a la camarera que parte del cerdo servían, no sé si usan lomo, solomillo o los pies del animal. Meeeeeec, error. Yo era muy joven entonces, y muy bobo. Ahora jamás se me ocurriría hacer esa pregunta por varias razones. La primera, la camarera es china, no entiende una palabra de lo que pregunto, pero se afana en responderme "celdo picadito" y algo así como "calne de lata" y me imagino yo al marrano, gruñendo, mientras quince chinos lo meten de cabeza en una picadora, que luego lo envasa en latas. Bueno, tráigame el pollo, porque las setas y el bambú suelto, ¿No es posible? Mejor me trae solo las almendras. A ver, que yo no como Kosher, ni Khal-al, pero un mínimo de normas de higiene, dime tiquismiquis, tengo. Y de un chino, no me gusta ni la decoración de la puerta, ni los nombres, tipo "gran muralla" o "templo dorado de la cigüeña parda un día de primavera que amaneció nublado". Otro misterio es el chino del P. Pi i Margall, he entrado un par de veces, sin público. El antiguo chino de la calle Font Honrada, en Poble Sec, en los 20 años de funcionamiento (y que entré varias veces a por tabaco, siempre estaba abierto) jamás vi un cliente comiendo, es más, los camareros respingaban cuando entraba y respiraban aliviados cuando les pedía tabaco, anda que les llego a pedir un cerdo agridulce y el susto que se llevan -¿Pelo has matado tu al gualo?-. Y me pregunto, cómo pueden funcionar esos negocios. La pregunta es retórica. Por eso Out of China fue una sorpresa agradable. No tiene dragones a la entrada, ni pagodas de cartón piedra. Tampoco esos dibujos de garzas volando o reposando en un lago con nenúfares (el chino que tenga el copyright de esa estética debe ser más rico que Bill Gates). Out of China es un local moderno, de estética minimalista, con un menú chino, nadie es perfecto, pero dentro de mis normas ético gastronómicas. El precio es un poquito más alto que otros chinos. La cerveza es china. El sistema de hacer el pedido, curioso, solo apto para iniciados, una ficha tipo test que rellenas en la mesa. Siempre queda la emoción de saber que traerán. Si traen algo, claro, poco servicio para un local enorme y bastante abarrotado. Pero así charlas con las camareras o juegas con ellas al Pictionnary, o al veo-veo ¡Que estoy aquí! Y todo por el mismo precio, un chollo. Pero es un chino, y es distinto, a Jaume le gusta. Merece la pena visitarlo, al menos una vez. A mi me gusta más la paella de verduras que el arroz tres delicias. Después de haber negado a Jaume 3 veces, como San Pedro a Cristo, fui a comer con él para confirmarle que, efectivamente, seríamos compañeros de trabajo nuevamente. Tengo que recuperar una crónica de La Vanguardia que hablaba de los primeros restaurantes chinos de Barcelona, y la primera familia de restauradores de esa nacionalidad que se afincaron entre nosotros. Lo leí, pero no me quedé con los nombres, creo que RosiHu, en la calle Rocafort, aunque cambiado de dueños, sería de los primeros, eso me parece recordar pero puedo estar totalmente equivocado. Out of China, rompe algunos tabúes de los restaurantes chinos y los acerca a mi pequeño occidente de normalidad, está ubicado en la calle Muntaner, 100, a la altura de Valéncia. Teléfono 934515555. Otro día hablaremos de otro curioso fenómeno de nuestro tiempo, ¿Qué es gallego por fuera y chino por dentro?

domingo, 19 de abril de 2009

El Menjador (Casa de comidas)

Pepe me cuenta que le ha pedido a su padre, casi octogenario, que no conduzca más. Y es que ya casi no le quedan reflejos. Me refiere el caso de un conductor octogenario que se desoriento en la gasolinera y se reincorporó en sentido contrario al de la marcha en una autopista. Eso me lleva a recordar cómo he obtenido mis últimos certificados médico; el primero, cuando hice el curso de submarinismo, aún el médico se tomó la molestia en preguntarme por los oídos, acto seguido sin ni mirarme el blanco de los ojos, me extendió el certificado. Cuando me saqué el título de patrón de embarcación de recreo acudí a mi mutua. El médico no sabía hablar ni castellano ni catalán, más bien un castellano muy básico con un fuerte acento magrebí. Conseguí que entendiese que quería un certificado y para que lo quería. Sacó un ficha del archivador con el texto modelo, y lo anotó de su puño en el certificado, copiando mi nombre de mi DNI en el encabezamiento. No sabía ni como me llamaba, no consultó mi ficha -la anterior vez que estuve en el centro me hicieron un electrocardiograma que salió bastante mal, porque el aparato era de la Srta. Pepis, no porque yo tuviese mal el corazón- Pero no hizo falta consultar mi expediente, ni siquiera auscultarme o preguntarme el nombre. Me extendieron el certificado previo pago de 50 euros. Me pregunto, por que lo llaman salud cuando quieren decir dinero. Con estas reflexiones y otras transcurre nuestra comida en El Menjador, casa de comidas, con un menú´básico que no me llamó la atención para nada. Pasamos al menú superior, un surtido de tapas, y un segundo a elegir, en mi caso un atún a la plancha. Las tapas, de manufactura rancia. El atún, pasable. La copa de vino incluida en el menú, muy mejorable para el precio del mismo, 20 euros. En resumen, una decepción de garito, que está bien ambientado, pero demasiadas mesas y muy juntas. Poca profesionalidad en el servicio que eso sí, siempre se mostraron muy amables... vamos, un Mc Donalds de más énfasis, pero poco más. A lo mejor el menú del día está mejor cocinado, cuesta unos 10 euros. El sitio estaba lleno de gente, así que tan mal no se debe comer, pero yo comí regular, nada más. De postre un helado de turrón con chocolate, lo mejor de la comida, eso lo dice casi todo. El menjador está en la calle Valencia, 193, cerca de Aribau. Teléfono: 934511434.

viernes, 17 de abril de 2009

Hotel H10 Catalunya

Xavier dice: "Te espero a las 14 horas". Yo contesto: "No, mejor a las 14:15, tardaré en llegar". Xavier, que me conoce, dice "Pues avísame si sales tarde". Conmigo acaba siendo lo más práctico. Hace ya días Xavier me comentó que había unas jornadas gastronómicas en el restaurante del Hotel H10 Catalunya, dedicadas a la cocina vasca. Tener un blog de restaurantes tiene sus ventajas. Gracias, Xavier. No me he retrasado en exceso, y lo primero que me ha sorprendido es la estructura del hotel, una finca de vecinos reconvertida, la sala que usan como restaurante debe mantener los frescos y artesonados originales, que si bien pueden ser de un gusto discutible, tiene el sabor de una época ya pasada que resulta agradable. El restaurante estaba casi vacío, con lo que hemos podido elegir una mesa al lado de las ventanas que daban a la Plaça Catalunya con Ronda Universitat. Eso me ha recordado cuando desde otro edificio situado en Plaça Catalunya con Portal del Ángel me dedicaba a observar a los descuideros. Son tan fáciles de identificar. Por que las personas normales no cruzamos una y otra vez la calle en ambos sentido durante una hora tropezándonos cada vez... así que basta con fijarse con el que repite cruce en el mismo semáforo, siempre hay uno o dos "pescando". Que yo bajaría y le pondría un cartel encima señalando "soy yo el que te ha quitado la cartera" pero son ganas de meterse en líos. Obliga explicarse la semana santa, Xavier, montañero de vocación, ha disfrutado de su familia a las puertas del valle del Roncal. En el pirineo navarro. Y es tal su entusiasmo cuando explica sus aventuras que siempre me quedan ganas de imitarle, si no fuera por que no tengo yo el físico para aventuras montaraces. Otra cosa interesante que he aprendido es como distinguir aves rapaces, habilidad de un montañero que sí podré poner en practica algún día, el secreto está en el tipo de cola, en triángulo, en V o en rombo, ésta última es la propia de los alimoches. La comida vasca se mezcla en la carta del menú con otras. Un menú de corte ejecutivo por 20 euros, bien presentado y servido. Original los aperitivos, servido en formato bufette, quesos, jamón, pan con tomate, anchoas, espárragos, pimientos del piquillo, tortilla, de todo. Y para beber, botellas de cava, fino, martinis... los licores del café también están en el bufette, a no ser que alguien tome cognac en el aperitivo. Que algún inglés habrá que se tomará 3 copas de magno antes de comer, y es que ser inglés está reñido con la buena mesa. Entre los postres también había postres euskaldunes, como la gosúa, pero yo sigo esperando encontrar un vasco-vasco en Barcelona, un sitio como el que comí en Hondarribia, que con lo que me sirvieron a mi, comimos 4. No, los vascos no son exagerados, son así. En los vascos de Barcelona, dedicados al mundo del pincho y la tapa, no deja de molestarme, por contrate, ese afán a contar palillos, más aún cuando hay palillos largos y cortos...Supongo que sabéis a que me refiero, si acaso ya comentaré alguno así y aprovecharé para evocar el montadito de pimiento y anchoa, bajando del Sagrado Corazón de San Sebastián, que nunca comí y que la Sra. Nata tantas veces evoca conmigo. Comer en el H10 ha sido una buena idea, pero en la zona me gusta más el Visit, es más restaurante y menos hotel. El precio del menú, correcto con un buen vino de la casa de la DO Empordà cuesta unos 20 euros. El Hotel H10 está en la Plaça Catalunya, 7, al lado de la Ronda Universitat. Teléfono: 933177171.