jueves, 11 de noviembre de 2010

Casa Palet

Hoy he vuelto por Gràcia, tenía que compartir mantel con Elena y Sergi, y claro, ahora me tocaba invitar a mi.

Javier me ha enviado un e-mail hace unos días, "Casa Palet, es un restaurante de los de tu tipo" o algo así, Yo respondo que cualquier restaurante es de mi tipo, si el dueño tiene oficio, no es un problema de elegancia, de precio. Es una cuestión de amor al producto y de servir platos hechos con cariño. aunque sea un bocadillo de salchichón, pero que esté hecho como yo lo hago para los demás.

Como estoy en la zona, les comentó de acercarme, llamo primero, no tienen mesa, y me ofrecen comer a mesa corrida. Excelente.

Restaurante pequeño, primero una tienda de embutidos y delicatessen, y en la entreplanta unas pocas mesas de mármol blanco, en contraste con el gres de alta presión, que casualmente es el que elegí para revestimiento en mi propia casa... ¿Qué otra señal de coincidencia en el gusto necesito? ¿Qué otra prueba me aguarda?

La carta es corta, los productos están ordenados en primeros, segundos y postres, y a su vez por precio. Los platos están entre los 8 euros de la ensaladilla ruza con chips de yuca, el plato más barato de la carta y el entrecote de 900 gramos que no recuerdo lo que costaba. El vino de la casa, un Ribera de Duero, de las bodegas de Emilio Moro, a mi me dan en mitad del gusto.

Comparto entrantes, la ensaladilla, unas croquetas de jamón, pero podría decir que de libro, o de museo... deliciosas, y una tortilla de bacalao tradicional.

De segundo, tomo una merluza con sal de ajo en lecho de verduras, y es que en un restaurante lleno hasta la bandera, se puede pedir pescado fresco, y es pescado fresco. Pero el segundo plato lo tomamos en otra mesa, se ha quedado una contigua libre y de inmediato nos ofrecen trasladarnos, si queremos,

De postre me equivoqué, me tome un zumo de naranja, delicioso, hecho con naranja dulce... Pero es que los helados no eran "simples helados". Son Sandro Dessi. Solo recordar las tarrinas del sorbete de mandarina de Sóller se me saltan las lágrimas, me brota la risa, y mi espíritu se traslada a la serralada de Tramontana, a bordo del trenet.

Quiero comprar una tarrina, viene protegido por una gruesa capa de poliestireno expandido, el dueño me recomienda que si voy al trabajo, mejor no, que vuelva otro día y me da a probar los que quiera en el postre, y que si no conozco el de turrón que debo probarlo, que probablemente me gustará... ¿Helado? ¿De turrón? ¿De Dessi? El "probablemente" sobra...

Amabilidad en le trato por doquier, diligencia, discreción, materia prima selecta, un precio... a ver, no se puede comer por 20 euros, es pequeño y ruidoso... Pero me encanta.

Sergi se pidió unas albóndigas, no puedo evitar recordar a mi padre, que nunca en mi infancia me dejó tomar una hamburguesa, unas albóndigas, lasaña, o similares... cuando pedía albóndigas mi padre me pedía un bistec, y me decía una frase que tardé años en entender "hijo, en casa no creemos en la resurrección de la carne".

Elena ha disfrutado unos pies de cerdo rellenos.

Un sitio para volver, y eso es lo mejor, tengo que volver... Si Javier no se enfada por haber aprovechado la primera oportunidad para ir a visitar "un sitio de los míos" y corroboro, sí, es de los míos... Fija fecha!

Casa Palet, imposible ir sin reserva, sencillamente único, precio medio 30 euros. No conozco el horario. Laforja, 9. Teléfono 932185309

jueves, 30 de septiembre de 2010

Los inmortales

Este restaurante italiano está situado justo enfrente de La Mifanera, quizá un poco más arriba. El motivo de la celebración era que había venido por Barcelona Dolors, y quería que conociésemos a su pareja, Lars. Así que dicho y hecho se organiza la cena.

A mi no me iba bien en especial, al día siguiente de madrugada cogía un avión para marchar de vacaciones, pero quién sabe cuando se volvía a reproducir un momento así. Ordenadas las prioridades, para allí fuimos.

No todos podían quedarse a cenar, así que previamente quedamos a tomar una cerveza en una terracita de la Rambla de Catalunya. Convoqué yo, en el Nostrum, la terraza más cutre y por tanto vacía de toda la Rambla. Citarse a las 7 de la tarde, en verano en el Ciudad Condal es quedarse con las ganas. La terraza del Nostrum, como era de prever, estaba vacía. Lo que no anticipé era la tarde de perros que hacía, Dolors tenía frío y acertadamente sugirió entrar en el local.

En el caso del Nostrum, si la terraza es cutre, del local mejor no hablemos. Es lo que es. Funcional y escaso, y claro... Se trata de un local de "take away", no para comer en el local. Así que intentamos acoplarnos a varios bares de la zona y acabamos en la cervecería D'Or. Una auténtica cervecería alemana para Lars, que es alemán, pero se demostró que era la mejor opción.

Horas más tarde estaba lloviendo como hacía tiempo que no veia. El cielo se abrió y descargó una gota fría en condiciones. Justo en el momento de trasladarnos al restaurante. Yo estuve tentado de pedirme un frankfurt y cenar ahí, lo confieso.

Pero mereció la pena ir a los inmortales, una trattoria pequeña, depende de con qué la compares. La estaba comparando con "I Buoni Amici" que está cayendo en picado... "I Buoni Amici" debe ser el único restaurante italiano en el mundo que traen los antipasti con la pasta. Si comes la pasta, no te queda apetito para los antipasti, si comes los antipasti... la pasta está pasada y fría, es decir, un desperdicio de comida y esto me ha pasado hace un par de semanas, y pagar 40 euros de cubierto para ser atendido por gente que no ama su trabajo... No es necesario volver a "I Buoni Amici", no diría esto si fuese la primera vez que me pasa algo así en casa Daviano, pero está claro que el ojo del amo engorda al caballo, y cuando Daviano no está su restaurante es un insulto a la inteligencia, aún me deben cafés que pedí, pagué y nunca se sirvieron.

Decía que los Inmortales no es la mayor trattoria de Barcelona, ni la más italiana, pero apunta buenos principios. La comida sencilla, pero muy bien hecha. Por ejemplo, pedí mi carne muy hecha... y me la sirvieron en el punto que yo pedía. Es posible que el cocinero opine que no sé comer carne, pero él si supo satisfacer mi paladar que se deleita con las carnes de ternera fibrosas, que es de lo que se trata.

En el terreno de la anécdota debe quedar la camarera, no nació con el sentido del humor muy desarrollado, era su primer día, o simplemente no era su día. Con el capón de agua que caía afuera, entré en el restaurante calado y aterido. Me pregunta la camarera --¿Algún aperitivo?-- y le contesto, --Por favor, un café con leche calentito.-- No sé qué no le hizo gracia, pero en el restaurante la gente se reía a gusto entendiendo la situación, menos ella... que puso una cara de vinagre que me hizo entrar en calor.--Bueno, mejor me trae un vichy catalán.-- Hubo un par más de reacciones poco profesionales, la peor, es que Lars pidió dos platos, los demás plato único. Todos comíamos lentos para esperar el segundo de Lars, pero el segundo no llegó hasta que nos retiraron nuestros primeros. Supongo que esto y un par de detalles más acabó motivando una queja al dueño del local sobre la atención que se nos había prestado.

Fue plato único con postre, vino, y aperitivos. Pagamos unos 25 euros por cabeza, que para la zona y la calidad de la comida servida no esta mal. Yo personalmente me comí la tagliatta de la foto, con su aceite de trufa, deliciosa. Y con el postre, un helado de nueces pacanas me quedé más que satisfecho, aunque hubo quien pidió menos comida y quizá hubiera tenido que pedir un antipasti...

Los inmortales, c/ Sagués, 25, 93 202 35 79. http://www.losinmortales.es

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Carmesí

Venimos del Liceu, El rapto en el Serrallo, se me hace difícil ser crítico de ópera. Voy como mucho una vez al año, y no desde hace tanto tiempo, habré visto pues una decena de representaciones. Pero del teatro en términos generales y, sobre todo, de la estética en general, si me siento crítico iniciado y a perpetuidad.

No hace mucho, Quim Monzó publicó en La Vanguardia una serie de artículos sobre el teatro y porqué le horrorizan los espectáculos teatrales. No puedo estar más de acuerdo. Señores directores de escena, algún día lo revolucionario y original en grado superlativo será que los actores aparezcan en escena por bambalinas y no por la platea. Si me apetece que los actores aparezcan por la platea, voy a ver a La Cubana, no a "el Liceu". Si me apetece formar parte del espectáculo, voy a ver a la Fura dels Baus, no a "el Liceu". Voy a "el Liceu" a ver una representación operística de corte clásico y me molesta sobre manera que los coros aparezcan en el piso de abajo y que me haya perdido, en consecuencia, la mitad. Menos mal que la orquesta la mantuvieron en el foso. Sería entretenido que te sentasen una tuba al lado, o mejor aún, un trombón de varas tras de ti.

La escenografía, al mismo son, muy por debajo de las expectativas, incluso peor que la Julio César de Haendel, también en el Liceu, o que alguno de los inefables montajes de D. Calixto Bieito. Es que no toca, será revolucionario y será arte, pero está fuera de lugar.

Al día siguiente, quedamos para cenar, la cita es en el Carmesí, de camino pasamos por la puerta del que será nuevo local de los Hermanos Adrià, que abandonan Inopia, reconvertida en Lolita tapería. En este local han montado una "performance" en que tratan de mostrar que las prácticas psiquiátricas modernas son una tortura. No digo que no, pero dan zumo de melocotón mientras te explican la charla, un detalle.

A la llegada al Carmesí, aún no están los comensales. El principal, el homenajeado que cumple años, Savi, está en el bar de enfrente.

El local es pequeño, aunque en verano alivia su superficie con la terraza montada en la calle Blai. Calle Blai que actúa como paseo vertebrador del Poble Sec.

Toda la cena está siendo regada con cerveza del Poble Sec, yo la llamo así por que en fiestas hacen ediciones especiales con decoraciones de las 3 chimeneas, pero en realidad está envasada en L'Hospitalet. Hay que apostar por los productos semiartesanales, quizá no son de la máxima calidad, o no son de calidad homogénea, pero suponen una apuesta por lo nuestro, por nuestros vecinos, que esperamos estén siempre ajenos a la deslocalización y sin tentaciones de montar fábricas en Marruecos. Por eso soy partidario de volver al sastre, al carpintero, y como no, al artesano cervecero.

Una amiga de Savi, Gloria, a propósito de los vuelos baratos, afirma que algo no va bien en este mundo cuando un inglés coge un avión para comprar cigarrillos y alcohol en Barcelona, por que es más barato que comprarlo en su pueblo. Yo añado, algo no va bien, cuando comprar calzado manufacturado en China es más barato, terriblemente más barato que comprar calzado manufacturado en Mallorca, por ejemplo, o que una cerveza Heineken o Coronita, que vayan a saber dónde se envasó, sea más barata que una cerveza de tirada artesana como la GLOPS que estamos degustando, o la Rosa del Montseny.

La carta es corta pero prometedora basada en la cocina griega y árabe, exótica en general, pinta de productos biológicos. La cocina está a la vista, detrás de la barra, y es un fogón con una plancha. Suficiente para un local que no aspira a atender a demasiados clientes. Compartimos entrantes, de los que recuerdo un hummus perfectamente bien aderezado, que como casi a medias con Frankie. Después me pido un cus cus vegetal, y me parece excelente, pero demasiado abundante. Tanto es así que me sobra más de la mitad. La camarera, ajena a mi costumbre de abandonar los platos a medio comer, me pregunta preocupada si el plato estaba bien. Por supuesto, un cus cus excelente, pero se acabó mi apetito. No hay problema, me envasa en una fiambrera el resto del plato... A ver, que me voy de marcha, y con la "carmanyola" pierdo el escaso glamour que pueda tener, si no te dejan entrar con bambas en según que sitios, no creo que me dejen entrar con una fiambrera de papel de aluminio a una discoteca, pero a dónde fuimos lo mismo sí nos dejan entrar con la fiambrera, pero eso será otro post.

No recuerdo cuanto pagamos, pues las cervezas GLOPS estaban subvencionadas por el homenajeado, incluso quizá la comida en sí también estuvo subvencionada. No recuerdo si pagué o me pagaron. Pero me pareció económico, y sobre todo con una buena relación calidad precio, pero lo mejor fue la simpatía de la camarera, que siempre se mostró de buen humor y dispuesta, y eso que éramos un grupo numeroso, y en un espacio reducido, eso suele provocar aturdimiento a más de un camarero, trabajar con grupos así, pero no fue el caso.

Bueno, lo mejor de lo mejor fueron las personas que allí nos reunimos, pero eso es obvio. Carmesí, Blai, 32. Tel. 659 048 394

Este post está escrito hace mucho tiempo, y no sé por qué no se había publicado, he aportado algún dato de última hora, al reescribirlo.

lunes, 16 de agosto de 2010

Cervecería Costa Gallega

Plan para la tarde, ir a ver Avatar, basado en la serie de dibujos animados del mismo nombre, pero como Cameron pilló primero este nombre para su película, lo han cambiado por "Air Bender, el último guerrero". La película me ha gustado, y sí, mis gustos cinematográficos son tan discutibles como los de cualquier otro, pero lo cierto es que si voy al cine a ver una sesuda producción checa en VOSE, acabo dormido, pero viendo películas de acción me lo paso bien. La última vez que fui al cine con los señores Capuccino (Sr. Café y su esposa la Sra. Nata) en los Renoir de Floridablanca, me llevaron a ver una VOSE de los hermanos Cohen, en blanco y negro, y sesión golfa, después de cenar. Iba de algo de un barbero, y un asesinato, pero no recuerdo nada más, a los cinco minutos estaba KO.

La película ha estado bien, pero a la salida el plan continuaba con un bocata en la flauta, cerrado. Bueno, vamos al Ciudad Condal que es lo mismo, abarrotado. Bueno, paseamos hasta la Cervecería Catalana, más de 30 personas haciendo cola. La bodegueta de Rambla de Catalunya, si quiero mesa me toman nota y ya me dirán, El mesón 5J idéntico espectáculo.

Al fin nuestra embarcación ha recalado en la Costa Gallega.

Unas tapas de lo más típico, de elaboración casera pero sin ganas, quiero decir, malas. Demasiado aceite. Y desde luego las patatas bravas, con demasiadas áreas de mejora (la mayonesa, el picante, el aceite y el punto de fritura).

A mitad de la cena, de repente se hace el silencio, y un comensal opina que se siente observado. Estamos rodeados de guiris que han pedido pizza para cenar, otros paella, y alucinan del montón de platitos que nos van trayendo. Pasa lo que tiene que pasar, un guiri está pidiendo a un camarero algo que hay en nuestra mesa, y el camarero, sin cortarse un pelo, me mete el dedo en el plato. Ya había acabado, sino menudo folklore monto. El guiri no se entendía con el camarero, aunque hablaba en francés, y el camarero por lo que aprecié hablaba mejor francés que castellano. Intervengo yo, quiere un montadito de queso, cosa que no ha podido ver en mi plato, y el camarero le quiere servir una ración de manchego. Zanjo la discusión a favor de un montadito de idiazabal con membrillo que hace las delicias como postre de nuestro turista accidental.

En resumen, Costa Gallega, con muchos jamones colgados en la barra, pero poco en la carta. Tiene mejor aspecto que lo que sabe, y demasiado focalizado en el turismo. Lo mejor es que tenía una mesa libre, lo peor, el camarero pero esto ya es una lotería, y la comida que bueno, se puede comer mejor en Barcelona, siempre que los guiris no abarroten los locales. He tenido la sensación de ser uno de los pocos barceloneses que cenábamos por el centro, tanto es así, que al final casi han conseguido que me sintiera turista yo. Per correr miglior acque alza le vele omai la navicella del mio ingegno, che lascia dietro a sé mar sì crudele. Así me alejo de la Costa Gallega, alzando las velas de mi ingenio para ir a tomar café a otro sitio. Estos versos de la Divina Comedia me recuerdan a Vero, que el otro día estuvo recogiendo un premio en Terrassa, pero que no nos pudimos ver por los horarios de los trenes, pero me hizo una ilusión brutal que se acordase de mi.

Costa Gallega, Passeig de Gràcia, 71, 93 215 31 41 Prescindible, salvo si no encuentras otra opción.

miércoles, 4 de agosto de 2010

Bar "El bocata"

-Hola, hemos colgado las fotos de la cena en tu casa en el facebook. Así me sorprenden mis amigos. No sé que opinais vosotros, yo creo que los Mossos d'Esquadra tienen sus cosas, pero al menos cuando te hacen una foto te la envían a casa, y 300 euros de factura, que digo yo que si te gusta la foto por el mismo precio luego te mandan dos ampliaciones. Llegará que los Mossos nos envíen un correo que diga Asunto: Bienvenido a Barcelona. -Hemos colgado en el muro de nuestro facebook la foto de tu entrada en la ciudad a 80 Km por hora al principio de Vía Augusta, tramo de velocidad controlada a 50 Km por hora. Me pregunto cuantos amigos tendrán...

Sesión de tarde en el Palau Balaña, ¿Cómo se llama la película? El equipo A. Acción a raudales y la fórmula repetida mil veces en televisión. Saigón se ha convertido en Bagdad, pero la CIA siguen siendo igual de mala y el ejercito igual de tonto. Y es que ver a Baracus abrazando la no violencia, y diciendo "Dios, que difícil es cambiar de costumbres, con lo habituado que estaba yo a matar". Te entiendo, Baracus, a mi me pasa lo mismo con el tabaco. Risas aseguradas. Me encanta que los planes salgan bien.

A la salida del Palau Balaña probamos suerte en una de las terrazas del Passeig de Sant Antoni. Meeeeec! Error. Ahora sé que las terrazas de Vallespir tienen mejor pinta, pero las vemos demasiado tarde, después de cenar. He llegado a la conclusión que existe una regla no escrita, cuanto más se gastan en locales menos se gastan en comida... Y en servicio, y menaje... Pedimos unas tapas, ensaladilla rusa, buñuelos, gazpacho, un pincho, cosas así. todo servido a la misma temperatura, esto es la ensaladilla y el gazpacho, demasiado caliente, el pincho y los buñuelos demasiado fríos. Todo precocinado y congelado industrial, y de segunda marca, y las frituras, claramemte mejorables. Digo yo, si no les gusta la cocina, para qué se meten a restauradores... Las tapas a 1,90 euros, las raciones a 2,90 pero el servicio de terraza lleva un plus de 0,50 euros la tapa. En total, un sobrecoste de 4,50 euros, por un servicio de mesa más preocupado por limpiar mesas vacías que atender a clientes sentados, pero al menos, cuando se dirigen al cliente son agradables. ¿Cómo acabé sentado ahí? En la foto, la respuesta. Semejante horterada atrae a los clientes como la luz violeta a los mosquitos. Bzzzzzz! Y la terraza, enorme, estaba llena a reventar. Bar el Bocata, P. Sant Antoni, 37. Teléfono 934910510.

lunes, 2 de agosto de 2010

Gusto Trattoria

He quedado a comer con Diego y Raquel. Mientras espero deambulando por los alrededores del restaurante "Gusto" reparo eu en la terraza del local hay un nutrido grupo ed italianos comiendo pizza, y no deja de resultarme curioso, hacer unos miles de kilómetros para comerse una pizza "frutti di mare" y poder criticar a la vuelta que la mozzarella que usamos en España no es de búfala. A mi mente han venido las infumables paellas y tortillas españolas que he visto, nunca comido, en lugares como Budapest o Helsinki, por no hablar el jamón serrano de Estocolmo.

Llegan Diego y Raquel y me avalanzo sobre el iPod de Diego, acaba de casarse y espero encontrar las fotos del enlace así como fotos del viaje de novios, al sudeste asiático. Las primeras fotos son del propio Diego cuando era niño, siguiendo la tradición de las bodas holandesas, y de otras bodas españolas, a los invitados se les deleita con un viaje al pasado de los novios. Las fotografías de la ceremonia por las expresiones de alegría de la gente muestran que se lo pasaron fenomenal, y los que más los novios, como corresponde a una boda. Gráficamente, lo que más me gusta es una suelta de globos de papel con una candela dentro sobre el cielo nocturno del Atlántico, que me recuerda a una escena de la película "El acantilado rojo".

Estoy haciendo cola en los juzgados de Barcelona, esperando para actuar como testigo en el matrimonio del Sr. Café y de la Sra. Nata, y por cosas del destino, los que tienen el turno siguiente son Diego y su ahora esposa, y es que el mundo es un pañuelo. De esta escena ya han pasado algunos meses, pero no deja de parecerme singular lo pequeña que me parece Barcelona en algunas ocasiones, que esto pase en un pueblo de 500 habitantes, bueno.Pero en un ciudad con más de un millón de personas, nunca me lo acabo de creer.

El camarero aprovecha que estamos distraídos con el iPod comentando las jugadas para no hacernos caso, dejar las cosas a traición, y salir como alma que lleva el diablo, y así evitar que pidamos más bebida, el pan, cubiertos, las vinajeras, y otros pequeños detalles que si ya estuviesen en la mesa no deberíamos encontrarlos a faltar. A la tercera vez que Raquel trata de dirigirse al camarero sin éxito, le pido a Raquel que me diga a mi lo que le quisiera decir a él, que es muy malo quedarse con la palabra en la boca, Raquel ríe. En el local se come bien, me comenta, pero son un poco "especiales", aunque esta no es la palabra exacta usada. Lo cierto es que se come bien, pero como hemos quedado tarde la mitad de las opciones del menú están agotadas, pero ésto lo encuentro normal, son las 3 de la tarde pasadas, y si no están bien organizados, el menú empieza a fallar. Lo que no me parece tan normal es que los camareros sean inmunes a las señas, a las llamadas o a la lógica de su trabajo, atender a los clientes. A las 16:30 hemos pretendido tomar el café en la terraza, imposible, cerrada, cerrada para tomar un café los que estamos comiendo adentro, impresionante. a las 17 horas, nos han pedido amablemente que paguemos la cuenta y nos vayamos con nuestra música a otra parte. Se come bien, eso sí, y va mucho turista o personal de paso por la zona. Solo eso puede explicar que estén casi llenos con lo agrios que son en la forma de atender a la gente. La conversación, a pesar de los interesantes relatos de Diego y Raquel, a propósito de la boda, el viaje, y la final de la Copa del Mundo de fútbol -Sí, ya que Diego se ha casado con una holandesa, y el cachondeo entre las amistades a propósito del juego karateka desplegado por Holanda dio de sí- La conversación deriva por un momento a temas laborales y más mundanos.

A las 17 horas, y tras que nos inviten a abandonar el local, dejamos nuestra conversación emplazándonos para comer otro día por la zona. Gusto Trattoria, Rosselló, 84. Teléfono 93 323 65 75. Tienen un par de menús, a partir de los 10 euros. Se come bien, pero hay que tener mucha paciencia.... con los camareros.

domingo, 1 de agosto de 2010

Federal

Un barrio, Sant Antoni-Poble Sec, con un desfile de la más alta gastronomía de la ciudad y con el paseo de más sabor teatral está falto de locales de copas. Siempre puedes tomar algo en Ébano, o en La Confitería, y si es una hora temprana en cualquiera de las terrazas que jalonan el Paral.lel o la Ronda pero la oferta se me antoja corta.

Lo mismo deben pensar los dueños de Federal, el bar que hoy, 1 de agosto de 2010, ha abierto sus puertas. Yo iba rumbo a la Sirvent a tomar una horchata por la ruta habitual, ésto es siguiendo el trazado de la Avenida Mistral, espina dorsal del barrio, y al coger Parlament, he reparado en el local lleno de gente.

La gracia es que en ese local, si no estoy equivocado, se ubicaban los almacenes Gelen, donde mi madre me compraba los baberos, y donde mis sobrinos se han equipado cuando eran bebés. La reforma lo ha convertido en un local totalmente abierto y que invita a entrar, la planta baja me ha dado la sensación de ser una terraza interior, donde han sustitido los cristales de los escaparates por poyos en los que la gente se sienta con unos cajones a modo de mesa. La planta intermedia es más un tránsito, y me parece ideal para tomar un café a media tarde, observando desde sus lunas la vida del barrio, y la enorme cola en la puerta de la sobrevalorada Sirvent. La joya está una planta más arriba, una terraza abierta al mundo y a la sombra de media tarde, ideal para un trago largo más nocturno, en una cálida noche de verano, como la de hoy y ambientado con un limomero. Celebraban la apertura invitando a los clientes con cava Bertha, este sitio promete horas de buena conversación entre amigos.

El público de la inauguración, variopinto, esa sería la definición, desde familias jóvenes con niños, a curiosos como nosotros, y tipos más singulares, pero espero que el local lo adoptemos los del barrio, un local realmente bien diseñado y agradable. Enhorabuena.

Nos vemos en Federal, en Parlament,39 casi esquina Viladomat. En la fotografía, muy mala, la vista del patio de luces desde la terraza de la última planta.

miércoles, 28 de julio de 2010

La Despensa de Laforja

La azafata se pasea por el pasillo del avión, en vuelo entre Granada y Barcelona. A pesar de que es primera hora no puedo dormir, el asiento contiguo lo ocupa Martín. A Martín no le da miedo volar, solo pánico. -¡Azafata!¿Vamos a tomar tierra? -Martín, tranquilo, te vas a "jartar! de tierra, le espeto. Su mente está ocupada con ¿Qué habrá querido decir Toni? Cuando por fin aterrizamos en El Prat. A propósito de El Prat, el otro día leía un texto por internet, supongo que escrito con un traductor automático, que hablaba de aterrizar en el Prado... y me costo mucho, mucho desligar la palabra Prado del museo, para transformarla en un aeropuerto. Leer, a veces, es perjudicial para la salud.

Esta anécdota me la refiere Martín cuando hoy nos hemos sentado a comer, casi 10 años después. Se ha sumado a la comida antes de vacaciones con Sergi y Elena.

No entiendo porque los taxistas de Barcelona les encanta ir a los sitios en zigzag, pero es peor preguntarles. Por fin nos detenemos en Aribau Laforja, tan en su tiempo que esperando en el semáforo están Elena, Sergi y Martín que se disponen a cruzar Aribau. El sitio lo ha elegido Elena, y menudo descubrimiento. Si algún día yo tengo un establecimiento de restauración será muy parecido a La Despensa de Laforja.

Si digo que de aperitivo nos han dado fiambre de pechuga de pavo, ensalada de primero, butifarra de segundo y de postre una naranja, precio del menú 14 euros, puede parecer bastante caro. Si digo que todo estaba servido con un mimo propio del que ama su oficio de restaurador, que el fiambre de pechuga de pavo estaba cortado finísimo, servido en pañuelos, rociado por una suave capa de tandori, y acompañado de aceite de oliva arbequina y cristales de sal maldón y un cestillo con pan de semillas, pan rústico y pan francés, la cosa cambia. Si digo que la ensalada tenía un mezclum muy agradable con predominio de la hoja de roble, y acompañada por rodajas de kiwi, piña natural y fresones, con una vinagreta de miel, la cosa cambia. Si digo que la butifarras estaba la carne en forma de hamburguesa, sobre un lecho de verduras (judías verdes, espárragos y zanahorias) cortadas en juliana, tipo espaguetis, y una salsa con base de soja, y unos pimientos de Tolosa, la cosa cambia. Si digo que la naranja estaba pelada y cortada, con un hilo de miel y salpicada de nueces, la cosa cambia. En ningún momento, en la mesa nos ha faltado ni pan, ni agua, ni cerveza, ni nada, siempre una mano invisible cambiaba las copas y ponía lo que necesitábamos. El precio del menú así servido 14 euros, simplemente genial. Mis amigos han preferido el timbal de morcilla de Burgos con huevo ecológico y se deshacían en elogios, yo más temeroso del colesterol, me he tirado a la lechuga. No sabía con que foto acompañar este post, si con las estanterías abarrotadas de especies y aceites, salsas y conservas, vinos y chocolates, o con el aparador con los platos precocinados, con las fotos de los platos montados; me he decantado por uno de los cuadros a la venta en el mismo local, pues no solo de comida se alimenta el hombre.

El inconveniente, me comenta Elena, es que el horario de funcionamiento es el de la tienda, y solo tiene cuatro mesas, al mediodía, sin reserva ni lo intentes. Por la noche, solo grupos y pactado previamente con el dueño. La sobremesa se puede alargar lo que sea necesario. El cocinero ha salido a comer, y nos ha sorprendido, iba perfectamente uniformado pero si tenía 18 años, aparentaba menos. Probablemente el hijo del dueño, por especular.

El inicio de la comida ha venido marcado por los acontecimientos políticos que están despertando a la sociedad civil catalana de todos los colores. Conocedores que nuestras visiones políticas de la sociedad no son coincidentes, hemos basado nuestra conversación en aquello que nos une y nos hace sonreír, que diferencia con lo que ocurre en otros círculos donde la política comienza a abrir grietas que tardarán tiempo en taparse.

Menudo descubrimiento La Despensa de Laforja, he acabado comprando materia prima, para una cena que doy el viernes, momento que mis amigos han aprovechado para pagar la factura del restaurante, así que la próxima vez, me toca a mi. La Despensa de Laforja, Laforja, 80, entre Aribau y Muntaner. Teléfono 93 209 9199, por favor, no corráis la voz, son solo 4 mesas. http://www.ladespensadelaforja.com

martes, 27 de julio de 2010

Kin Sushi bar

Recibí un email, es Álex. Nos hemos cruzado en la puerta del Corte Inglés, cruzando la Ronda Sant Pere. Hace años que no nos vemos, de hecho llevaba a su hija de la mano y la última que desayunamos juntos, su esposa estaba aún embarazada. Debido al tráfico no pasó de un saludo y una sonrisa. El mail me propone que nos veamos un día, y si quiero quedamos para comer ¡Por supuesto! Yo como todos los días, a Dios gracias. El siguiente correo me cita un día de entre semana en un restaurante en los alrededores de mi oficina, un japonés. No recuerda el nombre, en la calle Provença, 97.

El día señalado y a la hora convenida me dirijo a Provença, 97. Entro en un restaurante llamado Mon, con una decoración bastante minimalista. Me trae la carta una camarera, su cara me suena, le digo que no voy a pedir, que espero un amigo. Me ofrece un aperitivo, -Sí, claro, una coca-cola. Me trae el refresco y un bol con aceitunas. Hay debería haber sospechado algo...

Pasa el tiempo, media hora o tal vez más, y mi amigo no se presenta, le llamó, pero el número que conservo en la agenda era el móvil de su anterior trabajo. Intento localizar amigos comunes, pero deben estar comiendo, no me contestan. Pasan ya tres cuartos de hora, y me asomo a la calle y ¡Bingo! en el mismo número hay otro restaurante, este japonés de todas, todas. Kin sushi bar. Dentro está Álex, que ya ha empezado a tomar su menú, solo, extrañado de mi ausencia. Vuelvo al Mon y la camarera, me suena su cara, me sonríe y me invita a la cola. Le prometo que volveré.

Esta semana volví a quedar a comer con Álex, y repetí bar. El menú vale 9,95 euros y es un menú poco dado a las sorpresas, es prácticamente idéntico al de la vez anterior. Un aperitivo que consiste en cuatro lascas de salmón marinado en mirin, con semillas de sésamo tostadas y de amapola y una salsa que podría ser una mostaza, makis, fideos fritos, y pollo empanado con una salsa tipo teriyaki, o digamos barbacoa que se entiende más. A mi este menú me da acidez.

No sé como será comer a la carta, los platos, desde luego, aparentan apetitosos y están servidos según los usos japoneses. Lo que no me gusta de este restaurante es que está lleno de compañeros de mi oficina, y llámame asocial, pero no me gusta coincidir en los mismos sitios con la misma gente.

Hablando de coincidir, al ir a pagar hay una persona en la caja, Álex me pregunta si le conozco, y la verdad es que sí. Me lo presentó Cristina hace unos años, en una escuela de verano para cargos electos del Partit Popular de Catalunya, ese día Daniel estaba muy contento, le habían confirmado que entraba en puestos elegibles en la lista por Barcelona al Parlament de Catalunya. Ahora Daniel Sirera, aunque estoy desconectado de la política, me parece más un juguete roto. Está comprando un catering para llevar, Fuera le espera un coche con chófer. Nosotros vamos a la terraza de al lado del Kin Sushi Bar a tomar un café, por que este restaurante, lleno de personas a tomar su menú de mediodía (menú sin opciones, tipo "esto es lo que hay") tiene una acústica horrible, y cuando no te oyes, chillas más y aquello parece una patio de subastas. Kin Sushi Bar, Provença, 97, 93 363 0791

lunes, 26 de julio de 2010

Noname Restaurante

Leía hoy en La Vanguardia que los hermanos Adrià atacan de nuevo. Ahora se proponen construir un restaurante de tapeo con una superficie de 400 m2 en el Paralelo. Aunque la noticia de entrada me deja frío, mi economía no me permite pagar croquetas a 2 Euros... Lo he relacionado con el antiguo local del concesionario Citroen, ahora en obras.

Hace unas semanas, cuando iba a cenar al Carmesí para celebrar el cumpleaños de Savi, pasé por la puerta y había una exposición en ese mismo local, de una asociación pro derechos civiles de los enfermos mentales, que relacionaba la práctica psiquiátrica con la tortura. De locos. Pero me parece un buen antecedente para lo que debe ser la factoría de hacer billetes más grande de Barcelona, en lo que a restauración se refiere.

La parte más positiva de la noticia es que la oferta gastronómica de la zona va a aumentar, aunque posiblemente ya sea la mejor de la ciudad, encabezado por buques insignias como El Rosal, 34, Bohemic o Casa Lucio. Omito Inopia a propósito, pues no sé si seguirá existiendo, supongo que sí.

Voy a seguir las obras de ese viejo local con interés. Mi apuesta es que ese restaurante que aún no tiene nombre se ubicará a 200 m del Inopia, actual restaurante de los hermanos Adrià en Barcelona y lleno hasta la bandera cualquier viernes por la noche. El local que sospecho se convertirá en restaurante se ubica en la confluencia de la calle Tamarit con Paralelo, digamos Enteza número 0. ¡Ojalá volviese a abrir Adriana Farreras! Mítico restaurante que en su día estaba en la misma manzana, lado Tamarit. Por cierto, Arzac ya habrá escrito, seguramente, su artículo citando el nuevo restaurante como el mejor de la Ciudad Condal, pero yo esperaría a que montasen la cocina. En la foto, el local tal y como se podía ver a finales de agosto de 2010. Unos días antes, un obrero me reprendió al verme fotografiar el cristal, una perspectiva parecida. Parece ser que en Barcelona está prohibido hacer fotografías en la vía pública, si cerca hay un cristal que separa del local de los hermanos Adrià. Poderoso es Don Din. Es probable que no fuera el único o que siguieran mi consejo de proteger su intimidad, ya que los escaparates se hicieron para mirar a través de ellos.

sábado, 24 de julio de 2010

Restaurant Toc

-Com deia el meu amic francés, "Paris és una ciutat, Barcelona és un poble. Aquí et lligues una noia i a l'endemà tothom pregunta". Esta afirmación de XC viene precedida de un camarero (creo recordar que la maitre de sala del Toc) que le reconoce y le comienza a explicar que si su hermano estuvo ayer, que si lo otro. Uno no va a un restaurante para saber como esta su hermano. Hay dos hipótesis, la relación entre los hermanos es fría, en tal caso el camarero puede abstenerse del comentario; o por el contrario que sea una relación cordial, entonces tú sabes mejor que quién te comenta, pero en un restaurante esperas comer y punto.

Pues no puedo estar más de acuerdo... Paseas por Pelayo, y te encuentras a Lourdes y Marc en una tienda, a merendar al Forn Mistral. Vas a tapear al Jabalí, y en la mesa de al lado, Isabel, Maribel y una amiga de Berlín, o como hoy, que cenando dónde Lucio nos hemos encontrado con Sol y Alberto. Después copas en el Vivaldi Bar.

Quizá me hayan aplazado la comida siete u ocho veces, siempre con puntualidad germánica me han vuelto a convocar, esta vez en el restaurante Toc. XC es quizá el vivo ejemplo de una persona trabajadora, que ha alcanzado haciendo uso de su buena cabeza y su honestidad, varios puestos de la máxima responsabilidad en las administraciones públicas. Nos conocimos hace mil años, cuando él no tenía ni escolta ni coche oficial. Ahora hace ya mucho que no hablamos, pero teníamos ganas de vernos. Él, supongo, por ganas de no perder el contacto del todo, por mi parte explicarle mi situación profesional, que en ese momento, hará unos años, tuvo un pequeño bache y XC sabe escuchar.

Estoy en el restaurante, me llama la secretaria, se demora por una reunión. Llamo a José Luis, a su madre le han diagnosticado una grave enfermedad, y las vacaciones de verano no pintan demasiado bien. Repaso mi correo. Entro en el restaurante y pido mesa.

En el piso de arriba las mesas y la arquitectura están dispuestos para dejar algunas mesas semiaisladas de forma visual, de manera que el ambiente es un poco más íntimo, tranquilo y acogedor, pero la sensación es falsa. Oigo la conversación de la mesa de al lado como si fuese la mía. Eso no es grave, parece ser que van a ir de vacaciones a Formentera, donde uno de los comensales dispone de un restaurante o club o nosequé en asociación con su buen amigo Nacho Vidal, el actor porno. Ahora sé que el restaurante de Formentera es el Flipper and chiller, en Platja des Migjorn, y que la persona que elogiaba las dimensiones del miembro viril a sus incrédulas acompañantes supongo debería ser el dueño de Can Pinxo, que estaba sujetando un vaso de tubo en la mano. Mientras yo seguía esa conversación propia de la casi extinta "gauche del Bocaccio", tremendamente progresista en las formas y en lo político, terriblemente elitista en cuanto a lo que debía costar la mitad de lo que explicaban que hacían para pasar sus tiempos (No lo recuerdo con exactitud, ha pasado mucho tiempo, pero algo así como invitar a los amigos a la isla, pagando el billete de avión) denotaban un ritmo de vida al alcance de pocos patrimonios. En lo más interesante y pornográfico de la conversación llega XC y nuestra conversación apaga en mis oídos el runrún de la mesa vecina.

Pasamos de la carta y nos concentramos en el menú. Típico menú "ejecutivo" con algún plato de la carta seleccionado, y supongo que en ración más corta. Nos pedimos el arroz, estaba rico. La comida y el servicio correcto, la presentación de la mesa, con cubiertos originales. El precio tirando a carillo, ya que no es un menú de a diario, quiero decir, que no son 10 euros. No recuerdo el importe exacto pero con bebidas y cafés superaba los 35 euros por comensal, comiendo de menú, no a la carta. El sitio está bien, pero no me pareció espectacular pero para ser justo diremos que es un restaurante guiado por profesionales, tanto en la sala como en la cocina, que toman platos de la cocina más tradicional catalán y los reinventan tratando de darles un sofisticación que la cocina popular no tiene. A mi personalmente, los embellecedores y las deconstrucciones, y cosas raras, me sobran, pero eso va a gustos. Lamentablemente, otra reunión de trabajo arrastra a XC a la otra punta de la ciudad. Ya volveremos a quedar, pero ahora mismo la concentración en su trabajo es absoluta. Restaurant Toc, Girona, 59. Teléfono 934881148. No recuerdo bien, ha pasado tiempo y no he vuelto, pero algo me parece recordar de que al mediodía los menús se sirven en el comedor de la planta baja, dónde están los servicios, reservando el piso de arriba para la carta. Creo recordar algo así, pero yo comí el menú en la planta. Simplemente lo digo por si fuera así que no os extrañe. http://www.tocbcn.com

sábado, 17 de julio de 2010

El Roble

Me llamo Marc y, tras una cita a ciegas, llevo ya unos meses viviendo con Paulina. Por suerte Paulina ha aprendido a hablar castellano. El inglés no es idioma para asentar una relación cuando es ajeno a los dos, y el polaco a mi se me da bastante mal. Hemos quedado a cenar con los amigos de Paulina, cerca de casa, en el Putxet.

Es el bar favorito de Paulina para tomar tapas, están exquisitas y son baratas. -¿Veis la terraza? Llena de jubilados, eso quiere decir que se come bien y barato. Vamos para adentro. Una señora nos advierte que están haciendo grabaciones en el local, que mejor nos sentemos lejos para que no nos molesten, pero pensaba lo contrario, que se sienten lejos para no ser ellas molestadas. Pasión inútil, en media hora el local estará a rebosar de gente. Pedimos unas tapas y unos surtidos de montaditos, un par sin queso, por supuesto. Ahora empieza el repertorio de anécdotas, las clásicas, las de siempre. Ya han explicado la de cuando trabajaban juntos en un restaurante en Glasgow. -Bueno, ahora explicáis la del Ice Club y listo el bote. Necesitan urgentemente un cambio de guionistas. Paulina se muestra contenta de hablar ya en castellano, así cuando vaya a ver a su madre, podrán hablar. ¡¡¡Meeec!!!, error, con una madre no se dialoga, se escucha. Además, su madre te hablaba en catalán, y le traía sin cuidado que fueses polaca y no supieses una palabra de ningún idioma derivado del latín, no creo que ahora te deje meter bola solo por que hablas castellano.

Mañana tenemos boda, la de mi hermano, y como se pondrá Paulina, que si en Polonia no es así, que si que poca clase, que si los vestidos... bufff. Ya es tarde, y los ferrocatas no funcionan, el metro sí, así que si quieren los acompañaremos hasta el metro de Lesseps para que puedan ir hacia su casa, y al despedirnos quedamos que la siguiente cena será en casa de Toni, cuya fama de cocinilla le precede.

Sea pues, Paulina y Marc, nos vemos en casa en breve... Empanada de atún, y ya que os gusta el tapeo, haremos honor a la cocina en miniatura. El Roble, Plaça Joaquim Folguera, 2, Teléfono 93 4172941. En la fotografía, el menú de tapas, nosotros cenamos a la carta unas 7 tapas, más los montados, unas 9 bebidas, unos 60 euros.

jueves, 15 de julio de 2010

Basilico

Miércoles noche, Casa Lucio, cerrado, Bohemic lleno... Nos desviamos hacia Basílico por cercanía... Ayer ya cenamos en el Citrus y es un poco más de lo mismo. Aunque Basílico pertenece al mismo gran grupo de restauración barcelonés, que tiene nombres como Market o Casa de Comidas como referencias. De entrada es un poco lo de siempre. Un local bien decorado y un montón de camareros que no hablan a duras penas español, y una carta con nombres largos y sugerentes que se convierten con frecuencia en decepciones en la mesa. Diana se queja que nuestra camarera es un poco siesa, la verdad es que no es la alegría de la huerta pero al final la hemos hecho sonreir.

Era para cenar, yo había merendado, cosa que no suelo hacer, un bocadillo de jamón. Por qué tenía un bocadillo de jamón. Por la tarde, al volver a casa un joven de 20 años me ha pedido un euro para comer. Yo no doy un euro a un joven de 20 años para comer, ni loco. Pero tres son las virtudes de la Iglesia, Fe, Esperanza y Caridad, y no he podido evitar recordar que uno también ha sido joven en tierra extraña y con poco dinero en el bolsillo, así que he entrado en un bar, he comprado un bocadillo de jamón, unas patatas y una botella de agua de medio litro. A la salida del bar, el joven ya no estaba... Como dice Miqui, que pena, tú con un bocata de jamón... todo para ti. A Miqui le pasó algo parecido justo el viernes pasado. Un pobre le pidió dinero para comer, lo entró en el Lidl para que comprase comida, y solo se pilló un pan de molde y un paquete de margarina. Miqui tenía que pagar con tarjeta y el mínimo son 10 euros, así que tenía que comprar más comida, le cogió dos paquetes de jamón, pero al parecer el pobre era vegano y no comía carne, así que salió con n paquetes de pan, n cajas de margarina y un zumo de frutas. mientras la cola de Lidl parada y Miqui pidiendo disculpas a todo el mundo, jurando que no le conocía de nada a la cajera cuando le preguntaba si iba a tardar su amigo y sudando la gota gorda. Menuda experiencia.

Durante la cena, la conversación ha versado sobre problemas de abogados, y en general, profesionales de nuestros respectivos trabajos. Pero un momento interesante es cuando me han servido mi plato, como que era para cenar y no tenía hambre solo me he pedido un segundo plato, Gallo de Sampedro con laqueado de Kaisu y brotes de bambú. ¿Alguien sabe que diablos es el Kaisu? Los tres cuando hemos visto el plato hemos dicho lo mismo: "Horror, queso, Toni hoy no cena..." Pero si llevará queso no sería "laqueado" la palabra adecuada sería "gratinado". Así que hemos llamado a la camarera, china, para preguntar que era el Kaisu... La respuesta no ha convencido, repetía lo que decíamos, así que Miqui me ha dicho, "usa la estrategia de la alergía" que consiste en decirle a la camarera, "Si el plato lleva queso, por favor, avise a una ambulancia, ya que puedo morir en minutos". Inmediatamente la camarera me ha retirado el plato y regresado a cocinas. Ha vuelto a salir y ha dicho "Mayonesa". No tengo ni idea de lo que era, pero vencido el atavismo, estaba bueno, pero sabe mejor cuando baja que cuando sube. De postre, en la foto, una tarta tibia de chocolate con fresones en almíbar y una copa de Pedro Ximenez, caliente... Meeeec grave error, el vino dulce especialmente en verano se sirve muy frío. Precios en orden a los demás restaurante de la cadena, se cena a la carta por unos 20 euros. Basílico, Paral·lel, 142, teléfono 934237376, http://www.restaurante-basilico.com

sábado, 10 de julio de 2010

Forn Baltà

Tengo que comprar un reglado de cumpleaños, a una chica joven. Quiero ir al Corte de Diagonal, pero al final me convencen para que vaya a la calle de Sants, dando un paseo, que todo es más barato.

Probablemente tengan razón y en la calle Sants todo sea más barato pero en El Corte Inglés tienen el aire acondicionado a toda castaña, y en una tarde tan cálida de julio se agradece el aire acondicionado de un centro comercial. Además, Sants, por la tarde, no tiene "cera de la sombra" las dos están orientadas al sol y te asas vivo. He estado curioseando en varios comercios muy particualres, he comprado en dos que posiblemente merecerían ser citados, uno por nuevo y otro por tradicional, Mis regalos serán una pashmina y un abanico, el abanico a punto estuve de estrenarlo yo.

Y ya que estamos tan cerquita de la Plaza de Sants, propongo que nos acerquemos hasta Forn Baltà. Quienes han estado en mi casa comiendo o cenando saben que el protagonista en mi mesa es siempre el pan, pan de varias panaderías de Barcelona -Avinguda, Paul, Mistral y Baltà entre otros-, lo más recién cocido que puedo conseguir, con nueces, olivas, orejones, de aceite, de coca, etcétera. Forn Baltà es uno de mis proveedores, tiene un gran surtido de panes artesanos pero lo que realmente no puedo evitar es probar las cocas de panadero, con piñones. Todo un clásico desde que de niño fuese una de las meriendas tradicionales en casa. Coca de panadero, recién hecha con sus piñones crujientes y ese toque de anís. Además como estaba hecho polvo cayó una horchata y antes un vaso de agua, y es que Forn Baltà también puedes degustar la merienda en alguna de las mesas que tienen a modo de cafetería, y tomar alguno de sus bocadillos, crepes, rosquillas, todo recién hecho y todo con unos nombres muy apetitosos. Ayer la especialidad que iban promocionando las dependientas, de blanco y con un pañuelo rojo al cuello, eran los chupinazos, panecillos preñados de chistorra que decoraban el escaparate, con una servilleta roja a modo de pañuelo y una brocheta como si de un cohete se tratasen, claras reminiscencias a Navarra y sus fiestas. Forn Baltà, Calle de Sants, 117, justo al lado de la plaza de Sants. http://www.fornbalta.cat Telefóno 933395485

viernes, 9 de julio de 2010

Lluis de les Moles

Cuando salgo de casa para ir a trabajar, muchos días coincido con JR, que viene de dejar a sus hijas en casa de sus suegros. Nos saludamos con alegría, pero por lo general ambos llevamos el reloj de la agenda demasiado apretado y no podemos entretener más allá nuestros pensamientos.

Me entra una llamada, es la secretaria de JR. Se dirige a mi por mi nombre, con simpatía, y acto seguido me echa la bulla, que por qué no tiene mis datos actualizados. Y qué sé yo. Que el señor JR quiere invitarme a comer. Me alegra y mucho. Me cuenta que le ha costado mucho localizarme, que al final ha llamado a mi empresa y ha preguntado por mi. Me parece surrealista, por poner un ejemplo, ¿Se imaginan llamar a la Seguridad Social y preguntar por un trabajador que trabaja ahí? Si además el trabajador se llama José Pérez Gómez, la probabilidad de que te localicen es limitada, y es que mi nombre y apellidos son de los más comunes.

Eso me hace recordar mi última comida con Lila en el Agua, citados por Messenger. Me habla sobre viajes a Estados Unidos y le comento que aunque tengo una invitación para ir a Miami, no pienso acudir. Parece extraño y obligatorio expresar mis razones. Pues muy sencillo, ¿Puedes calcular cuántas personas con mi nombre y primer apellido pueden estar en las órdenes de búsqueda y captura de las autoridades federales, cuántos por delitos de terrorismo y cuántos por narcotráfico? Esta claro que yo no puedo entrar en Estados Unidos sin que me hagan un tacto rectal, ni con visado en origen. Antes me tendría que cambiar el apellido a Koplowitz o algo más exclusivo. Lila se parte ¿Ésto es así? Sí Lila, En los hospitales he salvado la vida poniendo que soy alérgico a la penicilina en un pos-it que enganchaba en la calva y con un resumen de los síntomas. Repasamos un par de anécdotas más a propósito de lo común de mi nombre y Lila me anima a que las escriba; lo mismo las voy contando por aquí mismo.

La secretaria de JR me pregunta donde queremos comer, propongo un restaurante de menú, pero muy elegante que hay en los bajos de su oficina. El día de autos, media hora antes de la hora convenida me llaman y me cambian. Me piden que acuda a un sitio llamado Lluis de les Moles, en la calle Moles, paralela a Estruc y perpendicular a Fontanella entre Urquinaona y plaza de Catalunya.

El acceso al restaurante, a pocos metros de los mayores centros comerciales de Barcelona es por una calle estrecha, con notas de suburbio, mal iluminada en uno de esos mediodías de esta primavera londinense que hemos tenido.

De entrada el restaurante no transmite mucho, una gran nave blanca con algún detalle de buen gusto pero mal aislado acústicamente, aunque en términos generales muy digno y correcto; me sirven una botella de Vichy y confirman mi mesa. En pocos minutos ya somos dos.

Me encanta la estructura de la carta, un menú caro y razonable, pero de precio controlado, gracias a propuestas de carta son un simple sobrecoste, por ejemplo, si quieres filete en vez de hamburguesa, pues más cinco euros, y así sucesivamente. Nada me da más rabia que esos sitios que tienen un menú de 10 euros pero que te pides un botellín de agua de más, o simplemente una tapa, y zas, acabas pagando 25 euros por comensal sin ni darte cuenta.

A favor de Lluis de le Moles, las propuestas dentro del menú son más que sugerentes y dignas, yo tome una judías verdes con ajetes y de segundo un bonito a la plancha con pimientos cristal. JR se pidió la hamburguesa, y mi sorpresa ya es mayúscula, patatas fritas de guarnición. Sí, sí. Patatas de verdad, peladas, cortadas y fritas al momento en aceite de oliva, crujientes por fuera y tiernas por dentro -robe una para probarla, curiosidad científica- y dentro del menú. Todos los platos elaborados con materia prima de primera calidad, producto fresco, de temporada y cocinado en sus puntos de cocción. Genial elección y por unos 20 euros por comensal, más o menos. una propuesta con oficio a 200 m del corazón de la ciudad. Lluis de les Moles, calle de les Moles, 25, teléfono 93.317.58.66.

Lombardo-Taller de tapas

Joan me comenta que Anna está en la oficina... Pero cuando salgo de mi reunión ya se ha ido, así que intento contactar con ella para saludar y quedamos para comer, a la comida se suman Jordi al cuadrado y Albert. Quedamos por el centro, y me propongo ir al Lombardo, yo había estado un par de veces años atrás.

Recibo una foto en la Blackberry, es una foto de Maribel, la esposa de David, con su bella sonrisa. La foto no está centrada en Maribel sino en el tipo que está sentado en la mesa de detrás, Director Comercial de una empresa que explota infraestructuras WiFi... El texto que acompaña a la foto es ¿Conoces a este infeliz? Por lo que raja parece que él si te conoce. Mira que lo tengo dicho, si estás negociando una propuesta a otra compañía y te crees muy listo y pretendes engañar, es mejor no ir a un restaurante de menú en el distrito comercial de la ciudad a exponer tu estrategia. Genio, que son unos genios. Años más tarde David y yo pasamos a trabajar en la misma empresa y él fue mi jefe, cosas que tiene el devenir, ahora es mi amigo y creo que seguidor de este blog. El Director Comercial vio desestimada su propuesta en mi empresa; y de forma inexplicable para él, sus llamadas ya no pasaron filtros ni en mi área ni en Marketing

La primera vez que me usaron de "bicho" fue en un poblado en el delta del río Saloum, en Senegal. Pasaba una mujer hermosa, ataviada al modo africano, con vivos colores y grandes pendientes labrados en oro. Su cuerpo estaba perfectamente proporcionado, una Naomi Campbell, que en África las hay a docenas, o más hermosas. Entonces Pepe me grito "ponte de bicho y sonríe" y yo pensé ¿Pero qué dice este ahora, un bicho, dónde? -Siéntate y posa, me ordenó Pepe. Yo pensé, le está afectando el calor, pero me senté en una piedra y sonreí, pero me di cuenta que cogía el mayor zoom y que su punto de foco pasaba por encima de mi hombro. La foto no era para mi, solo pretendía fotografiar a la mujer sin despertar la atención, si alguien se fijaba o decía algo, estaba fotografiando a su amigo, bueno, al bicho...

Hoy al llegar al Lombardo lo primero ha sido el despiste, ya que no pone Lombardo por ninguna parte, ahora se llama Taller de tapas. Además no tenían mi reserva, sorprendente. Juro que llamé para reservar, primero me atendió una mujer con un acento de "ponent", bien de Coimbra, o de Sao Paulo, en cualquier caso de "ponent". -¿Lombardo? -Sim, um momemto,.. -Quería hacer una reserva... -Ahora se pone un chico, parece hablar un idioma constitucional, ¿Lombardo? Sí, ahora se pone. -No. no, solo quiero hacer una reserva para comer (Ignoraba que el dueño se llamase José Lombardo, y su socio Kate Preston) -Sí, ¿Para Cuándo? -Para mañana a las tres. -¿De la mañana o de la tarde? -Pues esa pregunta merece ser respuesta por alguien con más estudios que yo, en cualquier caso, a comer.

Efectivamente, la persona solo simulaba hablar un idioma constitucional, ni siquiera me toma el número de teléfono, y por supuesto hoy no tenía reserva a mi nombre. Menos mal que he reconocido la barra de mármol y los techos altos, de las veces que me llevaba David cruzando media ciudad para comer el menú en un sitio céntrico, agradable en cuanto a la decoración y de cocina de "sota, caballo y rey", es decir, ensaladas, carnes plancha, algún pescado poco noble, y tapeo más o menos indigno.

Hoy me ha decepcionado, a parte del follón de la reserva, del cambio de nombre del local, y de la imposibilidad de entenderse por teléfono con ellos, ahora creo que están demasiado centrados en el turismo. Ya no es posible, o cada vez es más difícil comer por el centro una comida de menú decente, los empresarios tienen puesto su objetivo en el turista que no volverá y no repetirá, y que por lo tanto da lo mismo si queda demasiado descontento o no, aunque hay excepciones como veremos en mi próximo post. Por cierto, en un restaurante en el que trabajan más de quince personas ¿Sería mucho pedir que al menos uno hable un idioma constitucional o estatutario, o al menos inglés, francés o italiano para que le pueda hacer la reserva? Y que pongan al que habla algo inteligible al teléfono, claro. Me hace gracia, he leído una crítica en Google de un anglo parlante que se queja que las cartas están en inglés pero que luego los camareros no hablan ese idioma... bueno, tampoco hablan catalán y en algunos casos tampoco castellano. Lombardo - Taller de tapas. Rambla Catalunya, 49-51, 93 487 4842‎. http://www.lombardorestaurant.com http://www.tallerdetapas.com

martes, 6 de julio de 2010

El niño que ama la crema de espárragos

La familia protagonista de "El niño que ama la crema de espárragos" también me ha felicitado el cumpleaños con esta "foto", y la buena noticia es que ya tenemos tres tiras cómicas producidas en 5 meses... ya vamos pillando el ritmo! En breve, se nos rifará la prensa nacional.

Esloúltimo

Tu hermana ha estado en un sitio que ha pagado cinco euros por inscribirse y luego puedes llevarte cuantas cosas quieras. Así me descubrió mi madre "Esloúltimo". No tardó en ir mi hermano y mi otra hermana, alentados por el perfil rastreador de chollos de mi madre. Por fin una tienda que atan los perros con longanizas y en el centro de Barcelona. Increíble, ya lo creo.

Estamos esperando la llamada de unos amigos para comer en la zona a caballo de la Plaza de la Universidad y la Plaza de Catalunya, y como no llaman me siento abducido por la cola de este local, otrora era una de las casas de maquetas en las que mi yo chiquillo se había pasado horas con la nariz enganchada al escaparate contemplando las carabelas de Colón, o la fragata de Lord Nelson. La gente espera en la cola, mientras que las pantallas de internet están vacías, así que voy y me inscribo el primero. Meeeec, error. la inscripción en la web no sirve como la inscripción en la tienda. Vuelves a la casilla de salida. El premio por hacer la cola es el paraíso del consumismo, así que seremos pacientes con mis cinco euros en la boca.

¿Ya sabes cómo va ésto? -Sí, claro, os doy cinco euros y os atraco... -No, no... Nos das cinco euros por hacer cola al entrar, luego un euro por producto que cojas cuando te obliguemos a volver a hacer cola, a la salida. Puedes coger hasta un máximo de cinco productos, y solo puedes venir una vez al mes. ¿Quieres entrar? -Síiiiiii, claro. -Cinco euros, por favor. Y coge una de esas bolsas chulas que ponen "tonto de remate" con purpurina.

Ahí van mis cinco euros, y ahí voy yo tan contento y emocionado a un paraíso de chollos inimaginables. El balance del primer asalto, 2 paquetes de chicles, una tableta de chocolate, un pote de crema de chocolate, unas salchichas de atún y un concentrado de té. Nuevamente cola, y pago de cinco euros. Me regalan unas galletitas de soja para compensarme de tanta molestia. Gracias.

En la caja me dan un tíquet en el que se indica el valor de la compra si la hubiese realizado en el súper, la mayor diferencia está en los chicles y en total no llega a los cinco euros que he pagado por entrar. Me temo que la mayor parte de combinaciones de compra están por ahí. Tienen a la venta, por ejemplo, algo parecido a muestras gratuitas, de las que indican "prohibida su venta" por el fabricante, por ejemplo pastillas para lavavajillas que una semana antes el cartero había puesto en mi buzón. También tienen cosas inútiles o eso me parece a mi, como bebidas energéticas, a base de taurinina en sobres, es verlas y ya me da dolor de cabeza. Pero lo peor acaba de empezar.

Ya ha pasado un mes, estoy en la parada del autobús que está en la puerta de la tienda, tardará unos 12 minutos en llegar, tiempo suficiente para ir a buscar mi segundo chollo. Milagro, no hay cola, el local está casi vacío, pero debo seguir esperando turno. Cuando me atienden, ohhhh como lo sienten, debería haber pedido, además, hora con antelación... -Verá, -explico yo- es que esto es una compra impulsiva, y da la coincidencia de que estoy aquí. De entrada Vds. no venden nada que me interese, solo entro a chafardear y, tal vez, regalarles cinco euros más. -Pues como lo sienten, sin cita previa no se accede al paraíso. Se me fastidió el diferencial de euros y la cara de tonto es suprema... Eso sí, a todo el mundo le cuento que es un súper chollo, no voy a ser yo menos que mis hermanos.

Estoy en una conferencia de Fernando Trias de Bes, coautor de "la buena suerte" y autor entre otros de "El hombre que cambió su casa por un tulipán" y ese es el título de mi conferencia. Explica Fernando que uno de los orígenes de las burbujas económicas que provocan las crisis es el "stock de tontos". Mientras haya tontos en cantidad suficiente, se sigue especulando y a la caza del chollo, nadie pierde en bolsa y hasta el más tonto se ha comprado un apartamento en la costa sobre planos y lo ha vendido una vez construido por un 25% más de su valor sobre planos, al mismo constructor, ohhhhh, y todo ello solo desembolsando una paga y señal de 50.000 euros. Y cuanta más gente siga creyendo en los chollos y en los papanatas más que en el trabajo y el ahorro, más fácil se entra en crisis y más tarde se sale.

Esloúltimo dirá lo que quiera, pero es un negocio montado al calor del stock de tontos y crédulos como yo que realmente creen que se trata de acceder a un estudio de mercado. Les importa un carajo, se trata de colar muestras gratuitas, u obtenidas gratis de los fabricantes, como mercancía. Personalmente no volveré a comprar en Esuntimo, -Que "lapsus mentis" más tonto, en forma de opinión- Además no pienso comprar ninguna marca que se distribuya allí y que identifique luego en un supermercado. Ya me han tomado el pelo suficiente, gracias. Esloultimo, http://www.esloultimo.com, Ronda Universidad, 9. teléfono, 807502003. Lo último es que acabo de entrar en el web y... pone que las muestras son gratuitas, menuda gratuidad... si pasáis cerca, procurad evitarlos.

Pane, amore e fantasia

Ya son tres las personas que de una u otra forma me comentan que encuentran a faltar nuevas entradas en este blog. La primera fue Lila, luego Perancita, y por último Javier. Y no, no tengo una crisis de creatividad, que en eso de no pisar con los pies en el suelo siempre he sido un campeón. Simplemente el dolor de espalda, el invierno y cualquiera de las otras cinco mil cosas que pienso y alguna de las que hago me tenían secuestrado.

Vuelvo a retomar esta bitácora de las cosas que me ocurren con un paseo por Major de Gràcia, estoy casi en la calle Astúries. He subido desde mi casa hasta las dependencias de mi empresa pedaleando duro por el zigzag del carril bici, primero por Tarragona, más tarde por Josep tarradellas, luego Diagonal, y ya por último els Jardinets de Gràcia. Llego a destino en el momento en que se inicia un simulacro de incendios que me obliga a trasladar mi actividad al bar. Siempre nos quedará la servilleta de un bar como infinito encerado en el que mostrar las líneas maestras de los procedimientos empresariales.

Más tarde he quedado a comer con Javier, cerca de su nuevo trabajo y es que su nuevo trabajo es la madre de todos los trabajos, y lo digo con la envidia de quien lleva ya 20 años haciendo, más o menos, lo mismo. Hemos hablado a raíz que le preguntase por una vacante en su compañía para un amigo mío, para ver si todavía estaba abierto el plazo para apuntarse a un proceso de selección publicado en infojobs, y la respuesta fue sí, y una cosa llevó a la otra.

Nos acercamos paseando a un pequeño restaurante llamado "Pane, amore e fantasía" como la película italiana de Comencini, protagonizada por la Lollo y deSica. Al entrar, mi primera impresión es paradójica, pues el local me parece con una decoración muy correcta, -manteles blancos, salvamanteles en negro y servilletas en rojo, las paredes en blanco con alguna fotografía en blanco y negro- resulta acogedor, pero me sorprende que somos los primeros clientes para comer, y son las dos tocadas. Crisis, no creo. Yo siempre me guié por la máxima de no entrar en restaurantes o bares vacíos.

La carta del menú es muy corta, pero los platos presentados son correctos y se come bien, muy agradable. Una ensalada y unas salchichas con algo que me recordaba a un pipirrana, un pisto,... pero que llevaba fruta seca, muy rico, tanto que se me hizo escaso. Javier se ha pedido pasta y un guiso a base de sardinas y cebolla que vienen perfectamente limpias y listas para comer y eso es muy de agradecer. Cocina italiana, de clara raíz mediterránea, si no te gusta el queso hay que poner mil ojos, yo encontré en la ensalada, pero como las hacen al momento, bastaría con haber pedido que no me pusieran.

Javier me comenta sus planes vacacionales en familia, coger las bicicletas y hacer cicloturismo. Me da un sabio consejo: "La mejor bicicleta para hacer cicloturismo, es la que ya tienes". Consejo que ha leído por ahí y que si quiere ya pondrá en comentarios el link a la página web con consejos de cicloturismo. Holanda es uno de los probables destinos.

Estos días he recibido una invitación de Pepe para que suba en agosto a su casa, de Finlandia, y la invitación llevaba una foto de su esposa y su sobrina haciendo cicloturismo en algún lugar entre las fronteras de Suecia y Finlandia. Parece ser que los astros se alinean para que yo mismo marque una ruta estival en bicicleta, que de momento se encuadra dentro del perímetro de mi Barcelona y va desde la Plaza de España hasta el río Besós, por el camino que marca el litoral brillante en esta época del año y salpicado por los rojos de los bañadores y de las espaldas quemadas de los turistas..

Volviendo de Pamplona, Cruella me comenta que conoce Pane, amore e fantasia, pero nunca ha entrado a comer con sus amistades por no saber de que va el sitio. Cruella, ya te lo dije, pruébalo y me cuentas. A mi me gustó la comida, es un lugar cálido y sin pretensiones, un sitio sincero y sin artificios. No hay discípulos de Adrià en los fogones, ni falta que hace. Lo que no me gustó fue la brevedad de la propuesta, truco para conseguir rotación de género cuando escasea la clientela y poder mantener género fresco y una buena cocina de mercado como la que ofrecen aquí. Pane, amore e fantasia, Riera Sant Miquel, 77. Teléfono 933684762. En la foto, detalle del suelo del local.

domingo, 7 de marzo de 2010

Gran Bodega Sepúlveda

Estoy en la parada del autobús, tantas veces cambiada de sitio, está última vez por las obras de remodelación del Mercat de Sant Antoni, he llegado tarde para poder comprar una paletilla en una charcutería de la Ronda, frente al teatro Goya, espero el autobús para volver a casa.

Aunque intento dejar de fumar, sigo siendo una víctima del vicio, un esclavo del destino y está escrito mi final... Estas últimas frases son el estribillo de una canción de la Radio Macandé. Voy a encender un cigarrillo mientras espero el bus, pero no tengo fuego. Justo detrás de mi está la Gran Bodega Sepúlveda, entro a pedir fuego, no tienen, o eso dicen.

Hace una semanas, al salir de la Cátedra fuimos a cenar a la Bodega Sepúlveda, tras el desconcierto inicial por el cambio imprevisto de las fechas de viaje a Roma, en lugar de salir en 24 horas, como pensábamos, salíamos en poco mas de 8.

En el comedor para fumadores, muy pequeño, y en el gallinero, hay una mesa ocupada por una argentino de unos 50 años, que comparte su cena con un barcelonés, en otra mesa un grupo de 6 yupies de unos 30 años discuten sobre la oportunidad de celebrar una regata como actividad promocional para clientes. No sé si los clientes necesitan una regata, pero ellos necesitan navegar mucho, para ver si les vence el aburrimiento y de esa forma se relajan un poquito. Están exaltados con el camarero. En la cuarta mesa lo que podría ser una reunión de amigos, tal vez de negocios.

El camarero es atípico, por decirlo finamente, está claramente desbordado por la afluencia de personas en las mesas, y que uno pida la cuenta, otro más pan y otro una botella de vino blanco lo tienen atorado. Pero a él le encanta charlar y enrollarse con la clientela. Que si tiene acento inglés de Cambrils, que no de Cambridge... Y otros chistes malos que despiertan mi curiosidad, básicamente. Recuerdo como advertía del precio de un plato de pulpitos, a unos comensales, casi como diciendo "no lo podéis pagar", y es que son de playa, no de la "Sirena". Se agradece la aclaración, son pulpitos de mar, no de campo.

La cocina, aunque no la hemos probado a fondo ya que nos hemos centrado en las tapas, he deducido que está basada en un producto fresco y de calidad, un bacalao impecable, varios tipos de jamón por denominación de origen me recuerda al "Come" de Monells. Guijuelo, Dehesa, Sierra de Aracena... todo estupendo, incluso los chorizos picantes al vino, que ciertamente estaban picantes.

Al ser un lugar de tapas, se puede comer por poco... o por mucho, todo depende de lo fino que esté el apetito, pero en principio se podría cenar por veintipocos euros, en un marco de sabor añejo y reposado y con una calidad buena.

En pocas horas estaré cenando en un lugar similar, pero en el Trastévere romano.

Gran Bodega Sepúlveda, Calle Sepúlveda, 173, http://www.bodegasepulveda.net 933235944

lunes, 15 de febrero de 2010

Cacao Sampaka

Me dicen Felipe y David que dónde podemos quedar. En una tarde lluviosa y fría mi cuerpo pide calorías gratis a tope, no se me ocurre mejor opción que Cacao Sampaka. Un chocolate a la taza tradicional con melindros.

En realidad fue Montse quien me vició en las delicias del chocolate a la taza en las frías tardes de invierno, y en concreto me dió a conocer la marca un año que me trajo a casa una caja de la colección de bombones del Sampaka.

Para mi eran unos bombones que se alejaban de los gustos tradicionales a lo Ferrero Roché. Con el tiempo he visto las mismas combincaciones de sabores por todas partes y por otros maestros chocolateros como Oriol Balaguer. A la sal maldón, con kikos, con peta zetas, con aceite de oliva, con cardamomo o pimienta. Cientos de gustos para sorprender los paladares más aburridos de la ciudad en las frías tardes de invierno. Los helados de chocolate en verano y los pasteles, mousses y bombones, siempre.

Cacao Sampaka. Consell de Cent, 292, entre Rambla de Catalunya y Balmes. http://www.cacaosampaka.com

domingo, 14 de febrero de 2010

Speakeasy

Yo creo que hace unos 15 años, más o menos, el Sr. Lobezno -también conocido como Sr. Fideuá, marido de Mme. Taboulé- me habló de un restaurante en una rebotica, que para acceder debías saber donde estaba la puerta, que estaba disimulada, y dar una clave al portero para entrar. Ese mismo año intenté celebrar la cena de Navidad en Speakeasy.

Supongo que no debió haber consenso, y por eso acabaríamos en cualquier restaurante del centro, o a lo mejor fue el glorioso año del pato, cena de Navidad que permitía seleccionar entre cuatro primeros y cuatro segundos donde se podía elegir entre un confit o un pato con peras, o mejor un magret planchado o no recuerdo que otros platos pero estaba presente en todas las alternativas, y eso a todos nos pareció divertido, a pesar de no gustarnos el pato.

Supongo que hace años que Speakeasy dejó de imitar a esos locales clandestinos de Chicago en la época de la ley seca, en los que se servía a los "conaisseurs" destilados en tazas de té en medio de una gran algarabía, y donde la policía hacía redadas en las que caía el alcalde, o el comisario.

Encontrarse con Carme Ruscadella tomando una copa a la entrada debería ser antesala de una gran experiencia gastronómica. Tantos buenos recuerdos con Martinis degustados en la cocktailería deberían ser el prefacio de una comida de lujo. Un local tan mítico y selecto, donde se puede degustar varios Pingus, Vega Sicilia, l'Ermita y otros vinos que superan los 1.000 € la botella, casi debería indudablemente servir de advertencia a los sentidos que estamos en un templo gastronómico. Pues va a ser que no.

La silla me irritaba, al intentar tirarme por debajo de la mesa. JAC me comentaba que mientras quepa en las sillas del puente aéreo de Iberia, que no me preocupe. El primero, una ensalada de bonito con tomate confitado, fue decepcionante, el corte de la ventresca de atún, casi la agalla, durísimo y sin cocción ninguna. El tomate deplorable de sabor. Un fracaso. El segundo bajamos aún más el nivel, patatas fritas con huevos de Calaf estrellados con Tuber Melanosporum. El nombre será muy largo pero el plato no puede ser más sencillo, y si bien era más comestible que el anterior, las patatas estaban duras, mal fritas ¿Postre? No, gracias, un café.

Una reunión de trabajo, sin más, en la que me ha quedado claro que si vuelvo por el Dry Martini, será para tomar una copa, nunca para comer.

Speakeasy, Aribau 162-166 en la esquina con Córcega, muy cerca de la Diagonal y de la delegación barcelonesa de Bodegas Torres. Teléfono: 932175080. http://www.drymartinibcn.com

martes, 2 de febrero de 2010

Market

Ring! Ring! Esta es la onomatopeya universal de timbre, pero no tengo ni idea de como evolucionará. Ahora la gente se comunica por móvil, básicamente, y el móvil, salvo nostálgicos, que los hay, no suena así. El mío suena con un fragmento de una canción de Divine Comedy "Something for the weekend". Pero no tengo recursos para empezar con una onomatopeya de esta canción. Además, los señores de la SGAE seguro que me llaman para que les pague algo.

Cruella de Vil me pregunta si puede pasar por casa a recoger unas carpetas, salen del teatro y ya puestos nos vamos a cenar. Mi idea era ir al Bohemic, pero está cerrado. La Sra. Nata sugiere acercarnos al Market, está cerca y es una opción segura un domingo noche.

Cruella comenta el tema de la SGAE y yo recuerdo a un amigo que cuando se enteró que la Ministra de Cultura se planteaba, presionada por la SGAE, dar de baja los ADSL de los usuarios que practicasen el "peer to peer" (EMULE y similares) para descargar música y películas a gogó, me comentó, -¡Bendito sea el Gobierno y la SGAE! ¡Al fin podré darme de baja de Jazztel, ahora mismo me conecto a E-mule!

Debe ser un tema del tránsito de la vida, pero últimamente una de las conversaciones favoritas cuando cenamos juntos consiste en que cuando rechazamos un plato por que lleva queso o crema de leche -En el Market, un solomillo a la mostaza, que si el nombre no lo sugiere es más un lácteo que un segundo plato- Cuando rechazamos un plato, decía, alguien comenta en voz alta... ¡Ay! En la residencia no podrás decir que no, te lo pasarán por la turmix, y el queso te sabrá a Gloria.

Cuando era pequeño, la amenaza era, ¡Ya irás a la mili! Y la comida de tu madre te sabrá a Gloria. Pues bueno, de la mili me zafé por tener pies planos. No sé si la residencia de ancianos también la podré evitar por tener pies planos, confío en ello. Aunque como este Gobierno ha decidido abrir el debate sobre si esta generación se jubilará y a qué edad, pues bueno, los mismo no me tengo que preocupar por la residencia, y me seguiré alimentando a base de café de máquina y galletas del vending de la empresa. Eso si conservo el trabajo, que a ritmo de 120.000 desempleados nuevos cada mes, lo mismo tampoco tengo que preocuparme por el café de máquina.

Las amenazas se actualizan, a saber en la residencia, si llego, con qué me podrán intimidar, sea dicho cariñosamente.

Aunque para llegar a Market nos hemos tenido que remojar bajo una de esas lluvias mediterráneas tan copiosas, la velada ha sido divertida por lo improvisada.

La cocina de Market, correcta y a un precio estupendo, habidas cuentas de las circunstancias, (Domingo por la noche) Mantener un local así, debe costar bastante. Market pertenece a una extensa cadena de restaurantes de Barcelona, que cuida todos los detalles, los nombres de los locales (tan sugerentes como "Casa de comidas"), los nombre de los platos, la ambientación, la decoración, el servicio, el precio (aparenta ser económico, y digo aparenta, por que como en cualquier sitio, si te lías con aperitivos, primero, segundo, postre, cafés y copas, no esperes que valga 10 euros), a esta cadena solo le falta algún día centrarse más en lo que da de comer, que tiene una pinta de recocinado que no veas. Sí, por ese precio es normal que la cocina esté muy industrializada, pero en un restaurante, si bien lo anterior cuenta, al final vas a cenar, y la comida debería ser el auténtico "life motive" y no un algo accesorio.

A favor de Market, además de lo dicho anteriormente, está que puedes enlazar la cena con una copa en su bar, que promete unos combinados interesantes. Nosotros enlazamos los cafés con la cama, que para eso al día siguiente sería lunes.

Market, restaurante con un pequeño hotel, está en la calle Comte de Borrell, 68, entre Tamarit y el pasaje de Sant Antoni. LLama la atención su entrada iluminada con lámparas incandescentes de baja intensidad y platos blancos llanos por todo el escaparate,y el dominio del color blanco en la decoración. Se come bien, a la carta, por 20 euros. Cenamos con vino Colegiata de Bodegas Fariña, DOC Toro. Un viejo hallazgo, barato y de calidad. Los vinos de la carta, ninguno supera los 20 euros por botella. www.markethotel.com.es telefono 932890130.

jueves, 28 de enero de 2010

Zarabanda

Problema de lógica.

Enunciado.

Proposición 1a. Si A entonces B.

Proposición 2a. Si B entonces C.

Proposición 3a. Si (C y B), entonces no A.

Esto es lo que de siempre se conoce como paradoja, para ser preciso y si no me equivoco, podría ser una antinomía. De hecho, esta frase anterior, es un claro ejemplo de antinomía, más en la wiki, por ejemplo.

Pongamos un ejemplo clarificador, Josep cumple años, y lo celebra con sus amigos, uno de ellos también cumple años y le pide celebrarlo juntos (Si A entonces B).

Entre los amigos del amigo de Josep hay otro amigo que cumple años, y le pide celebrarlo juntos. (Si B entonces C)

Si los amigos de B y C no son comunes, y a 3 días vista de la celebración se sigue apuntando gente que A no tiene idea de quienes son, y va más del 400% de los invitados iniciales A se agobia y envía al cuerno a B y C, que en realidad son E. y O.

Bueno, bueno, que bonito es plantear problemas, el primer paso para resolverlos, ni más ni menos.

Para ello los que estamos cenando, llegados de "la cátedra", excepto Oriol, novio de Gloria, nos lanzamos a un "Brain storming" aconsejando estrategias evasivas, que permitan básicamente reformular la primera proposición, SI A ENTONCES, NI POR EL FORRO DE LOS COJONES B.

A mi me gusta la opción de que algún amigo de A llame a B y le diga que le están montando una fiesta sorpresa ¿Cúal es la sorpresa? Que B no viene a la fiesta de A, y menos aún que la hagan juntos.

Otra estrategia adecuada es la reducción al absurdo, podríamos formularlo así como que si A entonces B, si A entonces C, ... si A entonces Z, etc. De manera que todo barcelonés que tenga un amigo que cumpla años en enero vaya a Canaletas la noche del sábado y se monte un macro botellón, con actuación de Cold Play. Por que a tres días no creo que encontremos facilmente un restaurante donde quepan 500.000 personas, e ir sin reserva, un grupo, lo mismo no te cogen. En esta ocasión Josep plantearía a B que tiene otro amigo que también cumple años esta semana, y que se apunta, con otros 20 amigos más y que casualidad, oye... otro de los que viene también quiere celebrar con nosotros.

Se puede plantear de otra manera, que para mi es la más sencilla... "Oye C, que yo voy con veinte amigos, dime el sitio y la hora. Por cierto, elige bien el restaurante, algo lujoso por 30 euros de presupusto ya está bien, y cerca de casa para no pillar el coche, ok? Así pueden poner barra libre. Dime mañana dónde, por favor". Y delegar el marrón de la organización a C o B. Aunque en paralelo, A debe convocar a sus amigos en otro sitio.

En todos los casos y estrategias parten del principio latino "principis obstat", o lo que es lo mismo, oponte al mal en su origen, que el árbol que crece torcido, ya no endereza.

Esto me recuerda las divertidas (a ver, es una forma de hablar) lecturas de Schopenhauer, Dialéctica Erística, o "El arte de tener siempre razón expuesto en 38 estratagemas". El tratado sobre como insultar tampoco está mal... también de Schopenhauer.

La conversación no fue tan sesuda y pesada como este post. Al contrario, el tambor de lavadora que hacía de pantalla de lámpara (la lámpara del fondo en la foto), con la capa de 2 dedos de nicotina, alquitrán y grasa, la amabilidad del camarero, que cuando le pedí la ensalada sin parmesano me lo cambió por manchego (de palabra, no de obra), y un lomo con ciruelas guisado de forma casera, sin artificio pero con oficio, el humus estaba realmente bueno, cocina de fusión, un plato de cada continente en la carta. Precio incluido bebidas y cafés, unos 15 euros.

La conversación de como la esposa de B limpiaba ciertos restos de comida, con rasqueta, momentos antes de cenar en su casa, también fueron animados. O la frase lapidaria sobre Avatar, a la salida del cine... "No he visto en mi vida una película tan predecible" en ese momento se pasa por delante de un cartel de otra película de Camerón, Titanic, "Bueno, tal vez sí".

Zarabanda, Carrer Ferlandina, 55, en el barrio chino, perdón, Raval. teléfono 653169539. Buenas críticas en Google.

La Cátedra

Se me acumulan los post... en el "To Do" de este blog, Shangai 1930, Speakeasy, Market, Zarabanda, y los que me olvido, pero como el orden no es cronológico sino que va como me apetece, empezamos por La Cátedra, un bar de la calle Muntaner en la esquina con Gran Vía.

Llego avisado de que es el cumpleaños de Josep. Allí está el "clan de la avellana", a 300 m. de la casa de Lleida, donde juego el campeonato de Botifarra, se reune el contrapoder de la quinta capital, y algunos satélites como yo.

Por dónde empezar, yo estaba sin comer, cansado, pero alegre. Gloria está explicando, ajena a mi pasión gastronómica, algo de un restaurante clandestino en la calle Judicis, en la Barceloneta. Restaurante donde se tomaban unas paellas del quince. Cerrado al público general pero abierto a los "conocedores" de la cocina del lugar, decoración kitsch. Lo regentaba Carmen. Carmen, en la vivienda ubicada en la trastienda, compartía el restaurante con 16 perros y una docena de gatos. Aquí mi estómago ya intuye un final poco feliz para esta historia, que con otros pormenores acaba con media docena de gatos muertos abandonados dentro de un congelador, un restaurante en traspaso, y un nuevo dueño que coge el local y tras un primer intento de limpiar el sótano tiene que ser hospitalizado por picaduras de pulgas ¡Cielos! Como agradezco no haber comido proteínas animales en todo el día.

Le pregunto a Lourdes si tenemos intención de ir a cenar allí. No. Piuffffffff era para pedirme tres bocadillos en La Cátedra, que parece más limpio.

Josep se añade al underground y nos lleva a la noche de 12-M, posterior al fatídico 11-M. Estaba tomando cervezas con Xavi, en un bar de Montcada con Princesa. La banda sonora son las sirenas de la policía que controla las manifestaciones espontáneas que se dan por la calle. Dentro del bar, un magrebí le da una bofetada a su pareja, una yonki local. Otro del bar se levanta al grito "Hijo de puta, ayer 200 muertos" y lo echa del bar a puñetazos. Otros se unen a la jarana. El dueño baja el cierre metálico. A patadas contra el cierre, el magrebí revienta los cristales del bar.

Por la escalera de la finca baja una gitana, con las tetas por la cintura, y se tapa el Mato Grosso con una toalla que apenas serviría para tapar un geranio.

-Callarsu que como se despierte mi marío os raja.

Eso, quitando tensión.

-Ay que pena, para una vez que hay gente normal, dice la gitana, la jarana que se forma.

El dueño del local pedía silencio, estaban fuera del horario permitido para la apertura. Estaba claro que la urbana le iba a hacer más de tres preguntas.

Finalmente, la policía evacúa, horas más tarde, el bar.

El fin de semana de Miqui, más en concreto el fin de semana de Rosa y Xavier en casa de Miqui también tiene anécdotas. Miqui les dejó las llaves de su casa, para que pudieran pasar el fin de semana en Barcelona, el bajaba a Tarragona y... bueno. Creo que no volverá a dejarles las llaves de su casa, al menos hasta la próxima vez que se lo pidan. Básicamente por el mosqueo a propósito de un donut de limón dentro de una caja de seis, con sus manchas de aceite, huellas de haber contenido 5 más, que encuentra sobre la mesa de su comedor. Pero bueno, parece ser que Rosa ha comprado un caldero de cuarzo que limpia los chacras y los deja como chorros de oro, es posible que la próxima vez no haya ningún donut, o haya una docena, no sé que sería mejor, pero un donut de limón no es el obsequio que dejaría ninguno de los presentes.

Queda reservado para el Zarabanda la explicación de los preparativos para la fiesta de cumpleaños de Josep. Lo explico mañana, pero ganas tengo ya de ver las fotos de la fiesta, espero que en La Cátedra, no en las páginas de sucesos de La Vanguardia.

La Cátedra, es un sitio agradable para hacer un bocadillo, o una cerveza. Gran Vía Corts Catalanes 578, Barcelona - 93 454 84 29