jueves, 28 de enero de 2010

Zarabanda

Problema de lógica.

Enunciado.

Proposición 1a. Si A entonces B.

Proposición 2a. Si B entonces C.

Proposición 3a. Si (C y B), entonces no A.

Esto es lo que de siempre se conoce como paradoja, para ser preciso y si no me equivoco, podría ser una antinomía. De hecho, esta frase anterior, es un claro ejemplo de antinomía, más en la wiki, por ejemplo.

Pongamos un ejemplo clarificador, Josep cumple años, y lo celebra con sus amigos, uno de ellos también cumple años y le pide celebrarlo juntos (Si A entonces B).

Entre los amigos del amigo de Josep hay otro amigo que cumple años, y le pide celebrarlo juntos. (Si B entonces C)

Si los amigos de B y C no son comunes, y a 3 días vista de la celebración se sigue apuntando gente que A no tiene idea de quienes son, y va más del 400% de los invitados iniciales A se agobia y envía al cuerno a B y C, que en realidad son E. y O.

Bueno, bueno, que bonito es plantear problemas, el primer paso para resolverlos, ni más ni menos.

Para ello los que estamos cenando, llegados de "la cátedra", excepto Oriol, novio de Gloria, nos lanzamos a un "Brain storming" aconsejando estrategias evasivas, que permitan básicamente reformular la primera proposición, SI A ENTONCES, NI POR EL FORRO DE LOS COJONES B.

A mi me gusta la opción de que algún amigo de A llame a B y le diga que le están montando una fiesta sorpresa ¿Cúal es la sorpresa? Que B no viene a la fiesta de A, y menos aún que la hagan juntos.

Otra estrategia adecuada es la reducción al absurdo, podríamos formularlo así como que si A entonces B, si A entonces C, ... si A entonces Z, etc. De manera que todo barcelonés que tenga un amigo que cumpla años en enero vaya a Canaletas la noche del sábado y se monte un macro botellón, con actuación de Cold Play. Por que a tres días no creo que encontremos facilmente un restaurante donde quepan 500.000 personas, e ir sin reserva, un grupo, lo mismo no te cogen. En esta ocasión Josep plantearía a B que tiene otro amigo que también cumple años esta semana, y que se apunta, con otros 20 amigos más y que casualidad, oye... otro de los que viene también quiere celebrar con nosotros.

Se puede plantear de otra manera, que para mi es la más sencilla... "Oye C, que yo voy con veinte amigos, dime el sitio y la hora. Por cierto, elige bien el restaurante, algo lujoso por 30 euros de presupusto ya está bien, y cerca de casa para no pillar el coche, ok? Así pueden poner barra libre. Dime mañana dónde, por favor". Y delegar el marrón de la organización a C o B. Aunque en paralelo, A debe convocar a sus amigos en otro sitio.

En todos los casos y estrategias parten del principio latino "principis obstat", o lo que es lo mismo, oponte al mal en su origen, que el árbol que crece torcido, ya no endereza.

Esto me recuerda las divertidas (a ver, es una forma de hablar) lecturas de Schopenhauer, Dialéctica Erística, o "El arte de tener siempre razón expuesto en 38 estratagemas". El tratado sobre como insultar tampoco está mal... también de Schopenhauer.

La conversación no fue tan sesuda y pesada como este post. Al contrario, el tambor de lavadora que hacía de pantalla de lámpara (la lámpara del fondo en la foto), con la capa de 2 dedos de nicotina, alquitrán y grasa, la amabilidad del camarero, que cuando le pedí la ensalada sin parmesano me lo cambió por manchego (de palabra, no de obra), y un lomo con ciruelas guisado de forma casera, sin artificio pero con oficio, el humus estaba realmente bueno, cocina de fusión, un plato de cada continente en la carta. Precio incluido bebidas y cafés, unos 15 euros.

La conversación de como la esposa de B limpiaba ciertos restos de comida, con rasqueta, momentos antes de cenar en su casa, también fueron animados. O la frase lapidaria sobre Avatar, a la salida del cine... "No he visto en mi vida una película tan predecible" en ese momento se pasa por delante de un cartel de otra película de Camerón, Titanic, "Bueno, tal vez sí".

Zarabanda, Carrer Ferlandina, 55, en el barrio chino, perdón, Raval. teléfono 653169539. Buenas críticas en Google.

La Cátedra

Se me acumulan los post... en el "To Do" de este blog, Shangai 1930, Speakeasy, Market, Zarabanda, y los que me olvido, pero como el orden no es cronológico sino que va como me apetece, empezamos por La Cátedra, un bar de la calle Muntaner en la esquina con Gran Vía.

Llego avisado de que es el cumpleaños de Josep. Allí está el "clan de la avellana", a 300 m. de la casa de Lleida, donde juego el campeonato de Botifarra, se reune el contrapoder de la quinta capital, y algunos satélites como yo.

Por dónde empezar, yo estaba sin comer, cansado, pero alegre. Gloria está explicando, ajena a mi pasión gastronómica, algo de un restaurante clandestino en la calle Judicis, en la Barceloneta. Restaurante donde se tomaban unas paellas del quince. Cerrado al público general pero abierto a los "conocedores" de la cocina del lugar, decoración kitsch. Lo regentaba Carmen. Carmen, en la vivienda ubicada en la trastienda, compartía el restaurante con 16 perros y una docena de gatos. Aquí mi estómago ya intuye un final poco feliz para esta historia, que con otros pormenores acaba con media docena de gatos muertos abandonados dentro de un congelador, un restaurante en traspaso, y un nuevo dueño que coge el local y tras un primer intento de limpiar el sótano tiene que ser hospitalizado por picaduras de pulgas ¡Cielos! Como agradezco no haber comido proteínas animales en todo el día.

Le pregunto a Lourdes si tenemos intención de ir a cenar allí. No. Piuffffffff era para pedirme tres bocadillos en La Cátedra, que parece más limpio.

Josep se añade al underground y nos lleva a la noche de 12-M, posterior al fatídico 11-M. Estaba tomando cervezas con Xavi, en un bar de Montcada con Princesa. La banda sonora son las sirenas de la policía que controla las manifestaciones espontáneas que se dan por la calle. Dentro del bar, un magrebí le da una bofetada a su pareja, una yonki local. Otro del bar se levanta al grito "Hijo de puta, ayer 200 muertos" y lo echa del bar a puñetazos. Otros se unen a la jarana. El dueño baja el cierre metálico. A patadas contra el cierre, el magrebí revienta los cristales del bar.

Por la escalera de la finca baja una gitana, con las tetas por la cintura, y se tapa el Mato Grosso con una toalla que apenas serviría para tapar un geranio.

-Callarsu que como se despierte mi marío os raja.

Eso, quitando tensión.

-Ay que pena, para una vez que hay gente normal, dice la gitana, la jarana que se forma.

El dueño del local pedía silencio, estaban fuera del horario permitido para la apertura. Estaba claro que la urbana le iba a hacer más de tres preguntas.

Finalmente, la policía evacúa, horas más tarde, el bar.

El fin de semana de Miqui, más en concreto el fin de semana de Rosa y Xavier en casa de Miqui también tiene anécdotas. Miqui les dejó las llaves de su casa, para que pudieran pasar el fin de semana en Barcelona, el bajaba a Tarragona y... bueno. Creo que no volverá a dejarles las llaves de su casa, al menos hasta la próxima vez que se lo pidan. Básicamente por el mosqueo a propósito de un donut de limón dentro de una caja de seis, con sus manchas de aceite, huellas de haber contenido 5 más, que encuentra sobre la mesa de su comedor. Pero bueno, parece ser que Rosa ha comprado un caldero de cuarzo que limpia los chacras y los deja como chorros de oro, es posible que la próxima vez no haya ningún donut, o haya una docena, no sé que sería mejor, pero un donut de limón no es el obsequio que dejaría ninguno de los presentes.

Queda reservado para el Zarabanda la explicación de los preparativos para la fiesta de cumpleaños de Josep. Lo explico mañana, pero ganas tengo ya de ver las fotos de la fiesta, espero que en La Cátedra, no en las páginas de sucesos de La Vanguardia.

La Cátedra, es un sitio agradable para hacer un bocadillo, o una cerveza. Gran Vía Corts Catalanes 578, Barcelona - 93 454 84 29

sábado, 23 de enero de 2010

El rey del bocata

Prometí escribir este post y dedicárselo al "niño que ama la crema de espárragos". De hecho, es la partida de nacimiento del niño que ama la crema de espárragos.

El niño que ama la crema de espárragos, solo tiene 7 años pero se comporta como un adulto, es terriblemente sarcástico pero no es ni diabólico como Stewie, ni gamberro como Chin-chan o Burt Simpson.

Si nos lo encontramos en la calle, con su carpeta del colegio, forrada con una foto dedicada de Eduard Punset, te saluda por el nombre y te pregunta como va en el trabajo. Viste con un blazer azul marino, y pantalones cortos beige. Una corbata granate, lisa, rompe el blanco de su camisa.

El niño que ama la crema de espárragos no juega en la calle, se sienta en un banco de la plaza y allí se dedica a corregir a los mayores, "Verá Usted, los reyes godos eran 23, no 21".

El niño que ama la crema de espárragos, no lee cómics de Mortadelo y Filemón, prefieres ensayos de Umberto Eco y novelas de Milan Kundera.

El niño que ama la crema de espárragos jamás entrará en un sitio como "El rey del bocata", porque ahí jamás le servirían su plato favorito, en "El rey del bocata", dónde según Miqui, que le encanta frecuentar el sitio con su familia, sirven la hamburguesa más grasienta de toda Barcelona tienen "El jueves" de la semana para disfrute de los clientes, como en otros sitios puedes encontrar diarios.

Pep también va al "rey del bocata" una vez al año, en concreto el día 5 de enero. Como viene a ver la cabalgata de reyes a su paso por Sepúlveda, siempre se come un frankfurt en el pequeño local que hace esquina con Rocafort. El local de Rocafort no dispone más que de la barra con taburetes, el de Vilamarí tiene varias mesas. Se trata de un lugar como los muchos que frecuentaba en mi época de estudiante, bocatas más o menos sencillos, más o menos combinados, patatas fritas y refrescos, fast food nacional.

"El Rey del Bocata" en Vilamarí, 47, a medio camino entre la Gran Vía y el Parc Joan Miró.

jueves, 21 de enero de 2010

Big Fish

Hoy lo he dejado con mi novia.

Llevábamos 13 años juntos, compartiendo todo. He llamado a mi jefe, me quedan unos días de vacaciones. He entrado en internet y he comprado un pasaje con Singapore Airlines, destino a Hanoi. Salgo hoy mismo. En el aeropuerto del Prat, el personal de Singapore Airlines me dice que no puedo viajar a Hanoi, no dispongo de visado para entrar en Vietnam, solo me pueden trasladar hasta Singapur. Una vez en Singapur, me dirijo a la embajada de Vietnam, tardan 20 días en expedir el visado, eso o el pago de unos 50 euros. LLego a Hanoi al día siguiente, en el norte del pais, y me propongo llegar a Saigón, hoy Ciudad de Ho Chi Min, en tren. Comparto el camarote del tren con una mujer de mi edad, tal vez más joven, llevamos un par de horas charlando en inglés cuando repara por mi acento que soy español, que ambos somos españoles. Ahora, que el tiempo ha pasado, Lourdes es mi novia.

Hoy he quedado a comer con Toni, para ponerle al día de mi vida, explicarle que soy feliz, especialmente porque hoy me voy a Copenhage de fin de semana.

Quiero que Toni me ayude a iniciar una cadena de favores, le he invitado a comer en el Big Fish. Después iré al aeropuerto.

Ambos hemos pedido los mismos platos, ensalada thai, y rape a la plancha con salsa de romesco y puré de berenjena, para beber, coca colas.

Toni me cuenta que tiene un blog, donde habla de restaurantes, y que comentará mi historia, creo que le ha encantado porque me ve feliz, y es que solo veo una vez a Lourdes cada 15 dias, y justo es hoy. Justo hoy empieza el fin de semana que compartimos en la ciudad donde ahora vive. Un día redondo, una buena comida, una buena charla, el reencuentro con un buen amigo al que no veia desde hace casi cuatro años, pero con el que he hablado con la familiaridad que siempre nos tratamos y recordado los viejos tiempos, la última comida que hicimos en Casa Lucio, las veces que íbamos al Casa Ginés o los robustos de Robaina.

Toni también explicará en su blog, cuando sea el momento oportuno, que en el mes de marzo expondrán las fotografías de mi viaje a Vietnam y Camboya en el Pedralbes Center. Me ha pedido que le escoja una fotografía y se la dedique, la quiere comprar.


Para hacer honor a la amistad y a tantas tertulias compartidas, David, ya he hecho mi llamada, y la semana que viene compartiré mantel, tal y como te he prometido, con mi amigo Fernando, creo que Fernando será un buen eslabón en esta cadena de favores. Espero que cumplas tu palabra y me dediques tu mejor foto, para que pueda ver con tus ojos. Me da envidia casi todo lo que explicas, empezando por tu próximo viaje a Laos y Myanmar.

Big Fish, Calle Comercial, 9, detrás del Mercat del Born (entre la Ciutadella y el Born)... no confundir con la Plaça Comercial, al lado de La Paradeta... Teléfono 932681728, una mezcla de japonés con cocina de mercado, el plato de 60 makis surtidos, 80 euros. Bien decorado, mesas pequeñas, algunas con sofás y butacas de cuero, tipo chester, y a tope de gente bohemia, el salon está presidido por una chimenea. Camareras muy guapas, por qué no decirlo.

martes, 12 de enero de 2010

Zure Etxea

En este preciso momento me están reprochando amargamente que hoy recaí en mi sucio vicio. El tabaco. Sí, el dia amaneció tenso, más que nada por una contractura muscular en las cervicales, que le vamos a hacer. En parte por que hace frío, otro ingrediente del cocktail ha sido la edad, para que negarlo, y la guindita, pues que estoy un poquillo tenso, sin razones aparentes, pues racionalmente hablando tengo razones sobradas para sentirme feliz. He quedado donde el frankfurt Pedralbes, menuda mina, solo comparable con Can Paixanet, unos bares con un modelo de negocio realmente envidiable y saludable,siempre a tope de gente y referente universal sobre dónde quedar a hacer un bocadillo económico, gran rotación, en fin, seguro que conocéis uno de los dos y por que digo lo que digo. La idea era refugiarme en alguno de los muchos bares de la zona a que llegase mi compañía, pero como los bares estaban a tope me quedé fuera. Tonto de mi ya que hacía tanto frío que las chachas de Pedralbes sacaban a pasear a los pingüinos de las damas de la alta burguesía barcelonesa. Pero finalmente llegaron y entramos en Zure Etxea, la mesa estaba preparada pero en el centro del local, el reservado ya estaba reservado y valga la redundancia. Unos aperitivos de cortesía esperaban nuestra decisión de la carta, un zumo de tomate preparado con un poco de picante según el camarero, pero eso tiene mucho peligro en un vasco, es que si son del mismo Bilbao, pues, un poco de picante viene a ser medio tarro de tabasco. Vamos, que estaba cargadillo. Unos entrantes a compartir, jamón, pavías de bacalao con dos salsas, pimientos de Guipúzcoa rellenos de txangurro, unas habitas con calamares salteadas y pulpo a la gallega con pimentón de la vera y patatas nuevas. Que joya gastronómica es el pimentón de la vera, desde que lo descubrí no hay sofrito casero que no lleve ese color rojo tan característico. De segundo pedí bacalao gratinado a la musselina de ajo con sofrito a la antigua, con un nombre tan largo debe estar bueno. Los primeros, normalitos, eso quiere decir que buenos pero tampoco impresionan. Eso sí, tengo que decir a favor del bacalao que es el mejor a la musselina de ajo que probé en mi vida. He tomado mejores bacalaos, pero en esta preparación, todo limpio, escamado, con la mahonesa de ajos dorada, y sobre un lecho de sofrito de cebolla, ¡espectacular! ¿Quién puede tomar postres después de este homenaje, especialmente si las propuestas de postres son tan severas como brownies, espumas de crema catalana y demás. Café con sus petits fours y marchando. Lo más maravilloso que tiene Zure Etxea en los tiempos que lo he frecuentado, y debe ser mi quinta visita, es que he tenido la enorme suerte de no pagar nunca, mi tarjeta de crédito no se ha visto mancillada por el datáfono de este lugar. Casi podría decir que no tengo ni idea del precio medio por comensal, aunque en esta ocasión quien pagó me comentó a la salida, -¡Menuda castaña, 75 euros por persona!. Yo sonreí amablemente, para agradecer la invitación, al tiempo que tomé nota mental y profunda en lo más reptiliano de mi cerebro de solo volver a Zure Etxea acompañado por un buen pagador. Zure Etxea, un vasco muy vasco en Barcelona, Jordi Girona Salgado, 10, en frente del edificio Nexus de la UPC, teléfono 932038390.
PS. Dos cosas interesantes adicionales, la primera es que las personas altas se abstendrán de acercarse a las paredes, bajo riesgo de comerse uno de los bonitos apliques que iluminan el salón y que sin duda alguien acabará por golpear, otro apunte, oído al pasar mientras esperaba en la esquina... el diálogo es más o menos así. Hola, tú por aquí? Sí, he quedado con mi mujer en el Frankfurt Pedralbes. ¿Pero con la oficial? Claro, a la otra la llevaría al Zure Etxea.

sábado, 9 de enero de 2010

Frutería

Sí, simplemente "frutería" es que ni un cartel con ese rótulo ilustra el exterior del local que hace esquina en las calles Vilamarí y Marqués de Floridablanca, en Barcelona. La Sra. Nata se refiere a su dueño como "Tú pagés de cabecera", y ciertamente existen coincidencias entre la alimentación y la salud, más allá de la ingeniosa frase. Habitualmente me ocupo de llevar los postres para las reuniones de amigos, y es difícil competir con los pasteles de pera y chocolate del Bruselas, o los dulces de Bonastre, pero cada vez más me estoy acostumbrando a comprar cajas de frutas variadas. Lo bueno de comprar en esta frutería es tener un surtido aceptable de frutas, hortalizas y verduras de temporada de una gran calidad. Y los inconvenientes, varios, muchos... a veces tantos que paso largas temporadas sin entrar. Uno de los peores, soportar a las clientas habituales que han desarrollado mil tretas para colarse, incluso tienen a sus vástagos entrenados en tal arte. Simplemente lamentables. En esta ciudad que se sueña cosmopolita habitamos junto a gentes ajenas a la educación, esas normas que mi abuela llamaba urbanidad. Que pisotean a cualquiera que esté a su alrededor, pero que como tienen buen corazón pueden empatizar con la dura situacion del pueblo somalí o con los pobres afganos, pero al vecino de al lado, a ese, no le respetan ni el turno en la cola. Me pregunto como administrarían el poder, si fuesen un jefe tribal afgano, o el mismo Obama. Solo sirven para solidarizarse con las grandes causas que nunca vivirán y saben lo que tiene que hacer cualquier otro, distinguen entre el bien y el mal, pero solo en las decisiones ajenas. Aunque no me extraña que intenten colarse, por otro lado, yo a veces fantaseo con hacerlo, fantaseo con servirme de las cajas como si fuera un autoservicio y marcharme ¿Por qué? Porque no creo necesario explicar entre fruta y fruta si la niña tiene una falta o no, y aún menos, que sea necesario someter a referéndum, llamadas a móviles incluidas si se compran acelgas o espinacas... ¿Y lechugas? La única razón por la que Dios hizo varias clases en su género no era para satisfacer paladares, obvio, sino para que la Sra. Remolí, que va comprar con su peruana tirando del carro pueda dudar durante unos minutos interminables si escarola o romana, mejor hoja de roble, no, una de cada, y unos cogollos de Tudela...no, que es mucho, deja la escarola. Llegados a este punto yo empezaría a llenar mi bolsa ecológica, mientras ella se lo piensa, no vaya a precipitarse. A veces, eso sí, la espera te regala perlas impagables como la señora que aterida por el frío se queja del clima climático. Es fantástico, desde que Elvira Lindo, la genial creadora de "Manolito Gafotas" pusiera de moda el mundo mundial, no me había sorprendido tanto con una combinación de sustantivo y adjetivo de la misma familia... Tanto hablar del cambio climático que al final han conseguido que incorporemos esa expresión a nuestros diálogos de base, eso sí, adaptada. El "clima climático", mola. En la foto, mostrador, los días previos a la Navidad, cerezas y docenas de frutas exóticas con nombres imposibles, menos la carambola que es divertido. Al releer el post, me he dado cuenta de lo machista que es la deducción que son las clientas las que entorpecen el flujo de la cola. No es del todo cierto, seguro que hay algún cliente igual de torpe y desconsiderado, y por supuesto mujeres que saben lo que quieren, pero de la aplicación del método científico, basado en la observación empírica, puedo afirmar que en condiciones de laboratorio, una clienta esférica y de mediana edad es la que suele reflexionar durante diez minutos si debe comprar manzanas verde doncella o mejor fuji, y si fuji, entonces país o francesa, entre tanto nos comenta que su Josep Maria ha encontrado trabajo, y que hoy va a salir tarde. Horror, también quiere unos tomates (raf, montserrat, cor de bou, bola, canario, de colgar, kumatos, cherries,... son solo algunas de las variedades que la señora enumerará mientras se decide si los quiere para salsa, para ensalada, o para guisar).