viernes, 17 de abril de 2009

Hotel H10 Catalunya

Xavier dice: "Te espero a las 14 horas". Yo contesto: "No, mejor a las 14:15, tardaré en llegar". Xavier, que me conoce, dice "Pues avísame si sales tarde". Conmigo acaba siendo lo más práctico. Hace ya días Xavier me comentó que había unas jornadas gastronómicas en el restaurante del Hotel H10 Catalunya, dedicadas a la cocina vasca. Tener un blog de restaurantes tiene sus ventajas. Gracias, Xavier. No me he retrasado en exceso, y lo primero que me ha sorprendido es la estructura del hotel, una finca de vecinos reconvertida, la sala que usan como restaurante debe mantener los frescos y artesonados originales, que si bien pueden ser de un gusto discutible, tiene el sabor de una época ya pasada que resulta agradable. El restaurante estaba casi vacío, con lo que hemos podido elegir una mesa al lado de las ventanas que daban a la Plaça Catalunya con Ronda Universitat. Eso me ha recordado cuando desde otro edificio situado en Plaça Catalunya con Portal del Ángel me dedicaba a observar a los descuideros. Son tan fáciles de identificar. Por que las personas normales no cruzamos una y otra vez la calle en ambos sentido durante una hora tropezándonos cada vez... así que basta con fijarse con el que repite cruce en el mismo semáforo, siempre hay uno o dos "pescando". Que yo bajaría y le pondría un cartel encima señalando "soy yo el que te ha quitado la cartera" pero son ganas de meterse en líos. Obliga explicarse la semana santa, Xavier, montañero de vocación, ha disfrutado de su familia a las puertas del valle del Roncal. En el pirineo navarro. Y es tal su entusiasmo cuando explica sus aventuras que siempre me quedan ganas de imitarle, si no fuera por que no tengo yo el físico para aventuras montaraces. Otra cosa interesante que he aprendido es como distinguir aves rapaces, habilidad de un montañero que sí podré poner en practica algún día, el secreto está en el tipo de cola, en triángulo, en V o en rombo, ésta última es la propia de los alimoches. La comida vasca se mezcla en la carta del menú con otras. Un menú de corte ejecutivo por 20 euros, bien presentado y servido. Original los aperitivos, servido en formato bufette, quesos, jamón, pan con tomate, anchoas, espárragos, pimientos del piquillo, tortilla, de todo. Y para beber, botellas de cava, fino, martinis... los licores del café también están en el bufette, a no ser que alguien tome cognac en el aperitivo. Que algún inglés habrá que se tomará 3 copas de magno antes de comer, y es que ser inglés está reñido con la buena mesa. Entre los postres también había postres euskaldunes, como la gosúa, pero yo sigo esperando encontrar un vasco-vasco en Barcelona, un sitio como el que comí en Hondarribia, que con lo que me sirvieron a mi, comimos 4. No, los vascos no son exagerados, son así. En los vascos de Barcelona, dedicados al mundo del pincho y la tapa, no deja de molestarme, por contrate, ese afán a contar palillos, más aún cuando hay palillos largos y cortos...Supongo que sabéis a que me refiero, si acaso ya comentaré alguno así y aprovecharé para evocar el montadito de pimiento y anchoa, bajando del Sagrado Corazón de San Sebastián, que nunca comí y que la Sra. Nata tantas veces evoca conmigo. Comer en el H10 ha sido una buena idea, pero en la zona me gusta más el Visit, es más restaurante y menos hotel. El precio del menú, correcto con un buen vino de la casa de la DO Empordà cuesta unos 20 euros. El Hotel H10 está en la Plaça Catalunya, 7, al lado de la Ronda Universitat. Teléfono: 933177171.

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