domingo, 5 de abril de 2009

Restaurante "El Corte Inglés" María Cristina

Me doy cuenta que ya tengo una edad cuando buscando otras críticas por internet a este restaurante solo he sido capaz de encontrar un testimonio de mi memoria, de cuando se llamaba "Las Trébedes" y tenía como especialidad la cocina castellana. Ya en aquella época me gustaba frecuentarlo, y el mundo era testigo de algunos snobismos, por ejemplo, cuando se comenzó a renombrar la DO. Toro gracias al buen trabajo de las bodegas Fariñas, pedí un "Gran Colegiata" para acompañar la comida, a lo que el maitre me comentó que no estaba en la carta. Pero qué me está contando, si ayer mismo lo compré en el "club del gourmet". Ante la más que evidente posibilidad que me fuese yo mismo a comprar el vino y le pidiese un sacacorchos; el maitre optó por enviar un mozo al supermercado y servirme el caldo demandado. Yo no me dí cuenta de lo excepcional del asunto, pero mis comensales pasaron a recordarme la jugada cada vez que nos veíamos, así que debió ser sonado. El maitre tomó la costumbre de regalarme robustos a la salida... Tiempos aquellos. Ahora acudo con gente nueva a un restaurante renovado. El corte inglés no defrauda, un jamón exquisito (Micsa Summum, que ya me fui a informar a la sección de jamones del supermercado) los demás productos están elaborados con sobriedad. El jueves estuve comiendo tras un tensa reunión en la que se cargaron tintas sobre un compañero, yo que tengo vocación de casco azul, actué de fuerza de interposición, recibiendo mi ración de palos. Con lo guapo que estoy callado. A la salida nos invitaron a comer, con presencia de una persona de la dirección, con lo que el ambiente se relajó. Almejas planchas, foie, jamón, anchoas con tomate, y de segundo me pedí un rape plancha que iba acompañado de una gran alcachofa al vapor. Todo delicioso. Las salas de este restaurante no tienen vistas, la iluminación es ambiente, el servicio atento, habitualmente. En resumen, aunque nunca se os pasara por la cabeza ir a un Corte Inglés a comer, yo lo hago y está bien. El precio, sale más caro que otras opciones de calidad similar. Simplemente tiene la ventaja de ser una opción segura de comer a gusto, con una carta de temporada, con sugerencias de cuchara y un pescado fresquísimo y una carne estupenda. La relación precio calidad está un poco desequilibrada hacia precio, si lo pones todo en contexto, pero conste en acta que merece ser visitado y degustado. Supongo que toda Barcelona sabe dónde está El Corte Inglés de María Cristina; hubo un tiempo en que los barceloneses lo llamábamos de Diagonal, pues era el único centro de la marca en la avenida. Un día Kuss quedó con una amiga en la planta de mujeres. A la hora en punto al no ver a su amiga, la llamó al móvil (ya habían móviles, se acababa de inaugurar como Corte Inglés el antiguo Sears de Francesc Macià) ¿Dónde estás? No te muevas, ya me acerco yo. ¿Dónde estás? Pues yo también, Pues no te veo. Si al lado del extintor y frente a la escalera mecánica... Pues no te veo, a ver si es en la otra. No te muevas, voy. ¿Dónde estás? Yo también, si, lencería, pues no te veo. ¿Tú me ves? Estoy saltando y agitando el foulard. Salta tu también y agita las manos. No te veo, chica, pero que cosa más rara. En algún momento de la conversación una de las dos cayó en que la una estaba en María Cristina, la otra en Francesc Macià. No volvieron a quedar en el Corte Inglés de Diagonal, ya quedaban en concreto en tal o cual. Creo que lo de saltar agitando el foulard fue determinante. Por si acaso, Av. Diagonal, 617 Restaurante: 933667100.

1 comentario:

Lila dijo...

Que bueno el momentazo foulard al viento! Lo he visualizado de inmediato y me reia sola :)