domingo, 1 de marzo de 2009

I buoni amici

Insistió Marcelo en llevarme a un restaurante que me iba a gustar, cerca de su trabajo. Y efectivamente, me gustó. Tanto que pocos días más tarde ya repetía.
Es la idea que he sugerido varias veces, la autenticidad de una cocina, un restaurante no es italiano por tener pizza y macarrones a la carbonara. Aquí si pides agua te traen acqua Panna, si la pides con gas (frizante) San Pellegrinno. Para acompañar la comida siempre he pedido chianti, concretamente Peppoli, una maravilla.
Lo malo es que soy de ideas demasiado fijas, siempre que voy tomo exactamente lo mismo, con una excepción. Antipasti a base de mortadela de bologna, pomodori sechi, terrone di parmeggiano. Este restaurante propició mi reencuentro con la mortadela, que cosa tan olvidada y tan rica, comida con los pomodori y el pan de romero.
De entrante, a compartir o no, siempre "tonno al gusto di Ester" un carpaccio de atún sobre un lecho de canónigos y patata, con una fritada de guindilla y ajo por encima. Se me hace la boca agua.
Y de plato principal "tagliatta luz de gas", un entrecot a la piedra (en este caso plancha de hierro colado) con patatas de guarnición, y una ensalada de rúcula y spek, con su aceto balsámico, delicioso. Acompañado con flor de sal de la Camargue y aceite al tartufo bianco, que le confiere el aroma a camping gas. Estructurado, sencillo, completo, delicioso.
De postre, un surtido de chocolatinas, con galletitas, catanias, unas tonterías para acompañar el café.
Al poco tiempo de empezar a ir se produjo el efecto dominó, de encontrarme en la puerta con gente que habían conocido el restaurante comiendo conmigo, pero que habían quedado con otro grupo, lo mismo que yo me encontraba con Marcelo. Excelente señal.
Inconvenientes, el servicio te habla en italiano, pero si les contestas en italiano te hablan en español, cosas del idioma. Cuando están al completo, y al mediodía lo suelen estar te vuelves transparente para los camareros. Un día me tuve que ir sin tomar el café por que media hora me parecía un buen tiempo de espera entre postre y café. Ese día lo pasé fatal, no nos traían la bebida, nos trajeron los antipasti dos veces y nos metieron bronca, una diferencia de más de 15 minutos entre que trajeron el primero al primer comensal y al último. Fatal, aunque no es la tónica. Y cuando pasé por caja me lo cobraron todo como si hubiesen funcionado bien, incluso el café que no tomé. Ese es otro, el precio, se puede comer de pizza para calibrar el precio, pero en términos generales es una cocina de calidad, y en consecuencia usa materia prima de gama alta, el precio está alineado. No digo caro, por que tiene una correcta relación calidad precio.
El restaurante de Daviano es recomendable por su cocina, probad suerte con el tema camareros.
I buoni amici está en la calle Casanova, 193. Teléfono 934396816. Casi a la altura de la Diagonal.

1 comentario:

Peter Pan dijo...

"I Buoni Amici" que está cayendo en picado... "I Buoni Amici" debe ser el único restaurante italiano en el mundo que traen los antipasti con la pasta. Si comes la pasta, no te queda apetito para los antipasti, si comes los antipasti... la pasta está pasada y fría, es decir, un desperdicio de comida y esto me ha pasado hace un par de semanas, y pagar 40 euros de cubierto para ser atendido por gente que no ama su trabajo... No es necesario volver a "I Buoni Amici", no diría esto si fuese la primera vez que me pasa algo así en casa Daviano, pero está claro que el ojo del amo engorda al caballo, y cuando Daviano no está su restaurante es un insulto a la inteligencia, aún me deben cafés que pedí, pagué y nunca se sirvieron.