viernes, 6 de marzo de 2009

El Mussol

Mucho tiempo antes que un listillo inventase y registrase el término Fast Good, ya se practicaba en Barcelona el comer rápido y bien usando como base la cocina mediterránea.
Mussol fue la primera cadena local que ofrecía una cocina sencilla, que por poco dinero y en poco tiempo te ofrecía una comida a la carta muy digna. Con sugerencias de la casa, y platillos para todos los bolsillos.
Interesante que además estén orientados a la temporada. En los tiempos que nos ha tocado vivir se pueden comer cerezas todo el año. Las uvas de nuestra mesa vienen de Sudáfrica, como cerca. Así que se orienten a la comida que se cultiva "cerca" es un compromiso con la naturaleza, y que sin duda nos reconcilia con la tierra y con nuestros ancestros. Ahora tocan los "calçots" una suerte de cebolleta, pero en realidad son las cebolletas que se crían dentro de la cebolla, cuando brota.
Imprescindible el pan de coca de Vic con tomate, la carne a la brasa, los caracoles, los únicos pescados de la carta son el bacalao "a la llauna" con judías de Santa Pau, o a la musselina y el atún para las cocas.
He comido con Marta, por unos 50 euros, postre compartido y con agua, refrescos y una copa de vino de la Ribera de Duero, la ensalada a base de calçots, muy rica, un poco de fuet, mucho pan, bacalao para mí y escalopines con queso para Marta.
Mucho tiempo intentado quedar para comer, Marta y yo, cuando no podía uno fallaba el otro, pero el tesón es una virtud y finalmente hoy ha sido el gran día.
Nos hemos puesto al día de nuestros asuntos personales y he aprovechado para verme reflejado en las opiniones de los demás, no puedo dejar de sonreírme cuando me hablan de Ikea como si fuese algo de otro planeta, por qué Marta supone que yo no he ido a esos almacenes y cuando le detallo los productos que ahí compro y para que los uso me espetó un "Se me ha caído un mito". Pues venga.
Pero lo que más me ha divertido de Marta ha sido su expresión "caer para arriba" para referirse a esos personajes que meten la gamba en el mundo empresarial y misteriosamente aparecen en puestos de mayor responsabilidad. Tenemos muchos conocidos en común, aunque por lo parada que se ha quedado cuando he dado nombres, como Santi... se diría que más de los que imaginamos.
Mussol es de los restaurantes más habituales y masificados de la ciudad, nada chic, pero muy correcto y funcional. Buen concepto, buena compañía, buena charla.
Hay varios Mussol, el que ocupa las dependencias de la antigua terraza del explorador, donde suelo comer con compañeros del trabajo, el de Diagonal donde habré quedado un par de veces con amigos, el de Casp, dónde tantas veces quedé cuando trabajé en aquella zona, y el de Aragó con Passeig de Gràcia, que es dónde hemos comido hoy.
Hay quien me ha comentado que los restaurantes que últimamente pongo en el blog no son recónditos ni hallazgos, para corresponderse con el nombre del blog. Y es que Mi Barcelona Privada no es una geografía física, sino humana. Gentes que aprecio, como Marta, la chica súper, súper, súper.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Veo que tengo muchos deberes atrasados en este blog y la cosa promete de veras! Como te comente, me encanta tu estilo de escribir, es super, super, super ;)

A ver si repetimos pronto y astros y agendas se alinean en breve de nuevo.