Bar Mut

Mi amigo Miguel está contento, y como casi siempre que está contento, me invita a cenar. Ha elegido el Bar Mut para la cita. Pau Clarís, 192. Llego tarde, pero la culpa no es mía, es de Miguel que me pasó por SMS la dirección "Pau Clarís, 19" dirección inexistente, pues esa numeración quedó para Via Layetana, con el cambio de nombre de la calle, en el año 1979, más o menos. Pero lo peor fue el taxista, un magrebí, que casi no hablaba castellano y nada de catalán. Le pedí que me dejará en Pau Clarís, con Gran Vía, y me llevó a Balmes con Consell de Cent, luego le pedí que me llevará a Llúria con Diagonal, y me llevó a Llúria con Aragó. Sin palabras. Fuí paseando desde Llúria esquina Aragó hasta el Bar Mut, en Pau Clarís con Diagonal. Al mediodía había estado comiendo en Casa Fusté, hasta tarde, por lo que llegaba desganado. Aún así aprecié el gusto del local, la frescura de las propuestas marineras, gambas de Vilanova a la plancha y unas tallarinas. Un poquito de jamón con pan con tomate y unos huevos poché "à le minute" conservados en tarros de cristal con trufas negras de invierno de Teruel, servidos sobre un lecho de pure de patata, boletus salteados, y su trufa rallada. De postre una torrija, deliciosa pero claro, ya un poco pesada. Al día siguiente volví a comer, con Antonio, y reparé en lo peor del local... su estrechez, no pude estirar las piernas en todo el rato, y tuve que comer a mesa corrida. Aunque el bacalao estuviera en su punto de sal, y la pilota con el crujiente de patata deliciosa. Aún así, me parece un local de lo más recomendable, con esa mezcla de lo tradicional con lo moderno que tan buen resultado da en nuestra amable ciudad.